lunes, 11 de julio de 2016

San Benito...

Medalla de San Benito:

La Medalla de San Benito data de una época muy antigua y debe su origen a la gran devoción que el Santo profesaba al signo adorable de nuestra Redención y al uso frecuente que de él hacía y que recomendaba a sus discípulos para vencer las tentaciones, ahuyentar al demonio y obrar maravillas.   

En un principio y durante muchos años la devoción a esta Cruz – Medalla de San Benito fue meramente local y exclusiva de los monasterios Benedictinos.  

Explicación: la medalla de San Benito representa, de un lado, la imagen de la Cruz y en el otro, la del Santo Patriarca  El lado de la Cruz suele estar encabezado, o por el monograma del Salvado: IHS, o por el lema de la orden benedictina: PAX.  

En los cuatros ángulos de la Cruz háyanse grabadas las siguientes iniciales:
C.S.P.B., que significa: Cruz Sancti Patris Benedicti, o sea: Cruz del Santo Padre Benito, las cuales son como un anuncio de la Medalla y no forma parte del exorcismo.   

En las líneas vertical y horizontal y alrededor de la Cruz se leen, en el siguiente orden, estas otras iniciales, cuyas palabras componen la oración ó exorcismo que tanto teme Satanás y que conviene repetir a menudo:    

C.S.S.M.L.  Cruz Sancta Sit Mihi Luz La Santa Cruz sea mi luz  
N.D.S.M.D.  Non Draco Sit Mihi Dux No sea el dragón mi guía  
V.R.S.  Vade Retro Satanás Retírate Satanás 
 N.S.M.V. Numquam Suadeas Mihi Vana No me aconsejes vanidades   
 S.M.Q.L.  Sunt Mala Quae Libas  Son cosas malas las que tú brindas  
I.V.B.  Ipse, Venena Bibas Bebe tú esos venenos


Noveno...

"Para amarte como tú me amas, necesito pedirte prestado tu propio amor"
Santa Teresita.

A lo largo de su vida Teresita vive, disfruta, ama, recuerda y admira varias experiencias de Amor con Jesús. Experiencias que marcan a fuego su vida transformando su actuar, su vivir, su entorno. Ella es consciente de que esto supera sus fuerzas y hace esta emocionante confesión en la tarde de su vida:
"El amor llama al Amor.
Por eso, Jesús mío, mi amor se lanza hacia ti y
quisiera colmar el abismo que lo atrae.
Pero, ¡ay!,
no es ni siquiera una gota de rocío perdida en el océano...
Para amarte como tú me amas,
necesito pedirte prestado tu propio amor"
(C 35r)
Muchas veces buscamos milagros, pedimos ardientemente... pero... ¿Cuántas experiencias de Dios vivo tenemos en nuestras vida? Cuantas veces buscamos a Dios en los momentos de espinas y lo dejamos cuando llega el aroma a rosas. Esta manera de vivir, de correr tras el reloj, en contra del tiempo nos aleja de tener experiencias "vivas del Señor".

Aprovechemos esta novena para encender el fuego del bautismo, acrecentar nuestra fe y sentir que Dios late en nuestro corazón, junto a los problemas. Es El el que quiere ser parte de nuestra vida.
Pidámosle prestado su Amor para poder amar a quien aún nos cuesta. Amar a los que son discriminados, a los que son egoístas... Amar a tu hermano que camina a tu lado.

Ingresando aqui podrás realizar la novena meditada de las nueve rosas o desde aqui la novena de los 24 glorias
 Pedir Oración     Unite a Orar
Dios te bendiga y Santa Teresita siga derramando una lluvia de rosas sobre tu vida y la de tu familia.

Saludos!

Viviana y Pablo
www.lluviaderosas.com

Sabiduría...

Tema de hoy

La Sabiduría.
Todos los santos han sido sabios, es decir, han poseído la Sabiduría. No ciertamente la sabiduría de este mundo, pues ésta se opone a la Sabiduría de Dios. Esta última sí la poseyeron ellos, porque vivieron en gracia de Dios, es decir, que tenían a Dios consigo, y quien tiene a Dios con él, tiene también su mismo pensamiento, su Sabiduría.
En cambio la sabiduría terrena es opuesta a la Sabiduría de Dios. La sabiduría mundana, también llamada satánica, nos hace despreciar los caminos de Dios, los Mandamientos de Dios, y nos empuja a querer gozar de todo y vivir esta vida como si fuera la única y como si después de la muerte no hubiera ni Cielo ni Infierno eternos. En el mundo hay muchos sabios según esta sabiduría, que son eruditos y peritos en muchas ciencias, pero no saben la Ciencia, es decir, lo que se debe hacer para alcanzar el Cielo. Entonces podemos ver tal vez a un niño sencillo o a un pobre aldeano, que es superior a un científico o poderoso, pues estos últimos no saben lo principal, es decir, qué deben hacer para salvarse y la voluntad de realizarlo.
La sabiduría del mundo usa la mentira para sus fines; en cambio, la Sabiduría divina va con la Verdad y detesta la mentira.
Pidamos el Don de la Sabiduría, que es uno de los Siete Dones del Espíritu santo, y merezcámoslo con una vida recta, agradable a los ojos de Dios, es decir, en gracia, en amistad con Dios y, aunque el mundo no nos reconozca como “grandes”, seremos grandes a los ojos de Dios, que eso es lo que importa.
¡Ave María purísima!
¡Sin pecado concebida!