miércoles, 20 de enero de 2016

Meditar...

MEDITACIÓN DE HOY

Meditar en las postrimerías.
Ya nos dice la Sagrada Escritura que quien medita en las postrimerías, jamás cometerá pecado.
Y es que quien se detiene a pensar en la muerte, en el juicio, el Infierno y el Cielo, llega a comprender la vanidad de la vida, al menos la vanidad de todo lo que no sirve para hacer méritos de santificación personal.
Es bueno de vez en cuando hacer una visita al cementerio, o pasar frente a las funerarias donde velan a los difuntos, puesto que en esos lugares es como que aprendemos que también nosotros somos mortales, cosa que a veces olvidamos fácilmente, y que también para nosotros llegará el momento en que deberemos dejarlo todo y partir hacia el más allá.
Pero para ese momento la muerte nos debe encontrar en gracia de Dios, y no en pecado mortal; porque si la muerte nos pilla en pecado grave o mortal, nuestro destino irrevocable y eterno será el Infierno para siempre.
¡Qué locura la nuestra entonces vivir tan despreocupadamente, más o menos distraídos, y sin pensar en los grandes temas de la existencia!
Es tiempo de meditar en las ultimidades, pues estas consideraciones han hecho de muchos hombres y mujeres, grandísimos santos.
Es bueno que, de vez en cuando pensemos que hoy puede ser el día de nuestra muerte, y escudriñar nuestro corazón y alma para ver si estamos preparados para la partida.
Ojalá que a partir de ahora veamos nuestra vida como lo que realmente es: un tiempo que Dios nos concede en la tierra, para hacer el bien, ganar méritos y conquistar el Paraíso.