sábado, 10 de mayo de 2014

julio iglesias la carretera

Virgen María...

VIRGEN MARÍA

“Bendito sea nuestro Dios, que nos dio a su Madre por Madre nuestra”.
“He tomado a la Virgen Santísima por Madre de un modo especial, y ella es la encargada también de prepararme, protegerme y ampararme. ¡Qué buena es esta dulcísima Madre!”
“¡Qué dicha es tener a María por Madre! No pierda tan dulce compañía, que con ella está siempre Jesús”.
“No olvide que todo nos viene de Jesús por María”.
“¿Qué puede faltarle, teniendo tal Madre?”
“Aprenda en el Corazón de su Madre cómo se ama a Jesús”.
“Tomemos por modelo a la Virgen Santísima y permanezcamos con ella al pie de la cruz, con viva fe y perfecto amor”.
“¡Qué hermosa es la oración del Rosario! Lo más eficaz, tanto para la conversión como para el mayor fervor de la vida, es el rezo del santo Rosario. Jesús dará a su Madre todo cuanto le pida”.
“No deje de pedir siempre a nuestra dulcísima Madre que la haga como ella la quiere para Jesús”.
“Si se entrega de veras a ella, le llenará del amor de su Hijo”.
“Toda la esperanza está en la Virgen. ¡Pobres almas que no quieren aprovechar tanto amor y tanta misericordia!”.
(Santa Maravillas de Jesús)


Carta...

Respuesta a una carta...

Hola, soy la mama de un niño especial, y lo que pones en la carta es muy hermoso, y muy cierto, con paciencia y mucho amor nuestros niños salen adelante, y vaya que nos enseñan ellos mucho mas que lo que nosotros les enseñamos... 
Siempre hay algo que celebrar con nuestros niños. 
Yo tambien te comparto una carta que me gusto mucho: 

Una madre especial... para un niño especial 

Me dicen que en este año más de cien mil mujeres serán madres de niños con desarrollo limitado. 
Me he preguntado cómo son escogidas estas mamás, y como respuesta he imaginado a Dios mirando desde el cielo a la Tierra. 
Conforme el Señor observa a las mamás, da instrucciones a un ángel, su secretario, quien anota en una gran libreta. 
Cuando Dios mira a una mujer con cualidades especiales, sonríe y ordena: "Dale a ella un hijo con desarrollo limitado" . 
El ángel, curioso, pregunta, "¿por qué a ella, Señor, si se la ve tan feliz?" 
Dios responde: "Así es, mas no podría darle un niño con problemas a una mamá que no supiera reir..., sería cruel." 
"Pero, ¿tendrá paciencia, Señor?", pregunta el ángel. "Yo no quiero que ella tenga paciencia, porque se hundiría en un océano de autocompasión y desolación", respondió Dios, quien siguió diciendo: 
"Una vez que el impacto haya pasado y el resentimiento se haya borrado en ella, sabrá manejarlo; ya la observé hoy, es segura e independiente, como se necesita en una madre especial. Como sabrás, el niño que voy a darle tiene su propio mundo, y ella tiene que permanecer en el suyo... no va a ser fácil, lo sé". 
El ángel replicó, "Pero Señor, yo no creo que, siquiera ella, siga creyendo en Ti después de esto". Dios sonrió y dijo: "No importa, eso lo arreglaré; ella es la mujer adecuada, tiene suficiente entereza, además, -ofreció Dios- es una mujer a quien bendeciré toda su vida, ella no se dará cuenta, pero será envidiada. Sabrá valorar cualquier palabra que salga de la boca de su hijo. Nunca considerará los avances de él como cosa ordinaria; cuando su hijo diga mamá por primera vez, será testigo de su gran esfuerzo y lo amará más; cuando él le describa un árbol o una puesta de sol, los verá como poca gente ve mis creaciones. Nunca estará sola, yo estaré a su lado cada minuto de cada día de su vida, porque estará haciendo mi trabajo con el mismo amor con el que yo lo haría." 
Finalmente el ángel preguntó: "¿Quién será el santo patrono del niño?". Dios le respondió: "Bastará con que se mire en un espejo, ahí mismo lo encontrará."

Felía de semana para tod@s uds...
Dios los bendiga, amén...

Advocación...

Nuestra Señora la que Desata los Nudos
 
"Eva, por su desobediencia, ató el nudo de la desgracia para el género humano; en cambio, María, por su obediencia, lo desató"
(San Irineo de Lyon)
 
 Antigua y respetable devoción
 
Aunque poco difundida en la Iglesia universal, la devoción a Nuestra Señora la que Desata los Nudos es practicada desde hace mucho tiempo en la ciudad alemana de Augsburg.
A principios del siglo XVIII, el sacerdote responsable de la iglesia St. Peter am Perlach, situada en el centro de aquella ciudad, resolvió encomendar al pintor Johann Schmittdner un cuadro de la Santísima Virgen, de 1,10 m de ancho por 1,82 m de alto.
Se trata de un cuadro al óleo, en estilo barroco alemán, muy piadoso y de notable valor artístico. María Santísima está representada de pie, cercada de luz, con la luna bajo sus pies y con éstos aplastando la serpiente. Sobre su cabeza se ve, envuelto por una luz aún más intensa, el Divino Espíritu Santo, representado por una paloma. Del lado izquierdo de la Señora, un Ángel le presenta una cinta larga llena de nudos que la Virgen, con la mirada compenetrada, pero muy dulce y suave, va deshaciendo; del otro lado pende la cinta, ya desenvuelta, recogida por otro Ángel cuya faz está vuelta hacia los fieles, como diciendo:"Ved cómo Ella resuelve todos los problemas". En la base del cuadro, en tamaño mucho menor, se ve otro Ángel que lleva de la mano a un hombre; según algunos, sería el Arcángel San Rafael conduciendo a Tobías, conforme lo narrado en el Libro de Tobías; según otros, el hombre no es Tobías sino que representa un fiel que es conducido por su Ángel de la Guarda, bajo la mirada benigna de la Reina de los Ángeles.
Como fondo del cuadro aparecen vuelos de ángeles.
Siempre se entendió que el pintor quiso, con ese conjunto de símbolos, representar a la Santísima Virgen tal como Ella es vista por San Irineo de Lyon (+202), o sea, como desatando el gran nudo de la Historia que es el Pecado Original.
 
La primera idea que nos sugiere el título de Nuestra Señora la que Desata los Nudos es Ella desatando nuestros nudos, o sea, resolviendo las incontables dificultades y problemas que incomodan y perjudican nuestra vida. En este caso, el sustantivo nudos, está tomado en sentido metafórico, para significar todo cuanto nos enreda y crea dificultades.
Es correcto pensar de ese modo, porque María Santísima, nuestra Madre, efectivamente procede con nosotros como las buenas madres habitualmente proceden con sus hijos y así, nos libra de innumerables lazos y problemas.
No es ese, sin embargo, el único ni el más alto significado del título de la que Desata los Nudos.
Por más que nuestros nudos individuales, subjetivamente hablando, puedan ser importantes para nosotros, mucho más lo es el gran nudo de la Historia. Ahora bien, Nuestra Señora efectivamente desató ese gran nudo.
 
Devoción muy indicada para nuestros días
 
En esta época de crisis y caos, el hombre vive siempre sobresaltado, cercado de peligros y dificultades: en la vida personal, en la familiar, en los ambientes de trabajo, en las luchas cotidianas.
Su vida corre a velocidad rápida; más aún, vertiginosa. A todo momento surgen nuevos desafíos, nuevos riesgos y peligros. Un sentimiento parece dominar su existencia: la aflicción.
Cada vez más los hombres se sienten enredados en innumerables dificultades que lo atormentan; no consiguen "desatar los nudos" y librarse de los mismos.
Ahora bien, la acción de Nuestra Señora sobre las almas puede ser comparada, metafóricamente, a la de quien deshace un nudo.
Nuestro Señor Jesucristo, en lo alto de la Cruz, se dirigió a su Madre y señalando al Apóstol San Juan, dijo: "Mujer, ahí tienes a tu hijo" (Juan 19, 26). Unánimemente, los Santos, los Papas y los Padres de la Iglesia comentan que Nuestro Señor, cuando designó a San Juan como hijo de la Santísima Virgen, estaba confiriéndole la maternidad de todos los fieles representados por San Juan. De hecho, Nuestra Señora es nuestra Madre, Ella es Madre de todos y cada uno de nosotros individualmente considerados.
En todas nuestras dificultades y aflicciones, siempre sentimos su maternal protección, ayudándonos y aliviándonos como sólo saben hacerlo las madres. A veces Ella actúa de modo maravilloso y soberano, con una rapidez y eficacia impresionantes; otras veces, actúa de modo discreto y sereno, pero no con menos eficiencia.
Siempre su acción -es interesante notarlo- produce en nuestras almas el alivio que sentimos cuando conseguimos, después de un esfuerzo no pequeño, "desatar un nudo".
En todas las circunstancias de nuestra vida, siempre tendremos ocasión de experimentar la bondad misericordiosa de Nuestra Señora la que Desata los Nudos. En la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte, en el tiempo y en la eternidad, siempre nos será de valor esa Dama celestial que es Madre de Dios y que, en su Misericordia, el Señor quiso también que fuese nuestra Madre.
 
Oración
 
Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos a........................................................................y que lo libres de las ataduras y confusiones con que lo hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que, libres de toda confusión y error, Lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.