jueves, 15 de mayo de 2014

Finalizando...

TERMINANDO EL DÍA

Frutos.

Por gracia de Dios estamos concluyendo otro día más, y en él quizás no hemos podido realizar grandes obras ni brillantes apostolados, porque tal vez nos tocó hoy sufrir un poco por diversos motivos.
Pero hay que pensar que quizás con nuestro padecer hicimos más que si hubiésemos evangelizado todo nuestro barrio, puesto que Dios ve las cosas a la manera divina, y pesa las cosas de distinta forma a como las pesamos nosotros. Dios valora mucho, muchísimo el sufrimiento, sea el que sea, porque cuando uno sufre se hace semejante a Cristo, y colabora en la redención propia y ajena.
Demos gracias a Dios por el día vivido, aunque haya tenido sinsabores, tristezas y dolor, porque mediante ello el Señor nos permite descontar nuestro tiempo de Purgatorio, e interceder por los que más amamos.
Nada es inútil en la vida si se obra con amor a Dios en cada cosa.
Recordemos que todavía no estamos en el Cielo, sino que estamos en la prueba de la vida, y que no podemos vivir sólo de caramelos.

Oraciónes...

ORACIÓN DE AMOR HACIA MARÍA 

¡Reina del cielo y de la tierra!
¡Madre del soberano Señor del Universo!
¡Criatura la más sublime, excelsa y amable!
Es verdad que muchos ni te conocen ni te aman;
pero miríadas de ángeles y santos en el cielo
te aman y no cesan de cantar tus alabanzas;
y aun en la tierra ¡cuántos felizmente
se consumen en tu amor,
y andan de tu bondad enamorados! 

¡Ojalá te amara yo también, mi amable Señora!
¡Quién me diera el pensar siempre en ti
servirte, alabarte y honrarte,
y trabajar para que de todos fueras honrada y amada!
Has llegado a enamorar a Dios,
y con tu belleza, por decirlo así,
lo has atraído del seno del eterno Padre,
y lo has hecho venir a la tierra
para hacerse hombre e Hijo tuyo. 

Y yo, pobre gusanillo, ¿viviré sin amarte?
También yo te quiero amar de verdad,
y hacer cuanto pueda por verte amada por todos.
Ya ves, Señora, el deseo que tengo de amarte;
ayúdame para cumplirlo.
Sé que a tus amantes,
tu Dios los mira complacido;
Él, después de su gloria, nada desea más que la tuya,
verte honrada y amada por todos. 

Toda mi dicha la espero de ti, Señora,
tú me has de obtener
el perdón de todos mis pecados;
tú, la perseverancia;
tú me has de asistir en la hora de la muerte;
tú me has de librar del purgatorio;
tú, en fin, me has de conducir al paraíso. 

Todo esto han esperado de ti los que te aman,
y ninguno se ha visto defraudado.
Lo mismo espero yo,
ya que te amo con todo el corazón,
y sobre todas las cosas, después de Dios,
amén... 

(“Las Glorias de María” – San Alfonso María de Ligorio)

Blowing in the wind - Soplando en el viento

Papa Francisco...

Papa Francisco ‏@Pontifex_es
Pidamos al Espíritu Santo la gracia de tomar decisiones concretas en nuestra vida de acuerdo a la lógica de Jesús y de su Evangelio.

Comenzar...

COMENZANDO EL DÍA

Más y más.

Hoy estamos comenzando un nuevo día que Dios nos concede para que seamos buenos y practiquemos la virtud. Y si en él queremos recibir dones, está bien que los pidamos en la oración. Pero ¿por qué no empleamos un método más efectivo todavía? Efectivamente la mejor manera de interesar al Señor en nuestras necesidades, es ocuparnos y preocuparnos por Sus “necesidades”, es decir, Su gloria, la salvación de las almas y la venida del Reino de Dios al mundo.
Dios quiere hacer un dulce pacto con nosotros, que nos es muy conveniente: Él se compromete a ocuparse tanto más de nosotros y de nuestras cosas, cuanto más nosotros nos ocupemos de Él y de sus cosas.
Así que a partir de hoy hagamos el propósito de “competir” con Dios, de hacer mucho, muchísimo por Él y por las almas, que son sus tesoros, y entonces sí que el Señor volcará sobre nosotros un mar de dones de todo tipo, y seremos felices ya en este mundo.