viernes, 24 de agosto de 2018

Tentaciones...

Vivir católico

Tentaciones.
Si estamos decididos a servir a Dios y a andar por el camino del cumplimiento de los Diez Mandamientos y de la virtud, entonces debemos saber que tendremos tentaciones.
Efectivamente cuando nos decidimos a ser buenos, enseguida aparece el demonio, que nos odia y nos envidia, para sugerirnos el mal y tentarnos para hacernos caer en pecado y que perdamos la gracia y todos los méritos que habíamos logrado hasta ese momento.
Hay que saber que tenemos un enemigo externo a nosotros que es el Maligno, pero que también tenemos un enemigo interno que somos nosotros mismos, porque después del pecado original, los hombres hemos quedado muy inclinados al mal, y a pesar del Bautismo y de los Sacramentos, siempre queda esa tendencia hacia el mal, con la cual hay que luchar cada día.
Tentaciones las tendremos, porque Dios las permite para nuestro bien, ya que combatiendo y venciendo, ganamos muchos méritos para el Cielo; el problema está cuando sucumbimos a ellas. Por eso, si queremos permanecer en pie y no caer, lo lograremos con la invocación de los Nombres sagrados de Jesús y María, con la oración frecuente, con el evitar mirar televisión y todo lo que excite nuestra sensualidad, porque hay que saber que por los ojos entran los deseos en el hombre, y eso nos lleva fácilmente al pecado.
Si Jesús fue tentado, es señal de que el demonio no perdona a nadie; y si no perdonó al mismo Hijo de Dios, ¿nos perdonará a nosotros?
Por eso tenemos que prepararnos al combate, porque habrá un combate encarnizado entre nosotros y el demonio, entre nosotros y nuestras pasiones, es decir, nuestra carne.
Lo mejor para salir airosos en esta lucha es rezar mucho, mortificar los sentidos y acudir a los sacramentos, especialmente a la Eucaristía y a la Confesión frecuente; y también hacer buen uso de los sacramentales como el agua bendita y las medallas, escapularios, etc. Porque hay que tener bien presente que del resultado de esta guerra dependerá nuestro destino eterno: Cielo o Infierno.