domingo, 1 de enero de 2017

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Mensaje...

Mensaje espiritual

La Palabra de Dios.
Cuando el demonio tentó a Jesús en el desierto con el pan, Jesús le respondió que no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Esto es algo que tenemos que tener siempre muy presente, pues la Palabra de Dios es viva y operante, y tenemos que conocerla y practicarla cada vez más y mejor.
La encontramos especialmente en el Santo Evangelio, en toda la Sagrada Escritura, y en el Magisterio de la Iglesia, es decir, lo que enseña el Papa y los Obispos unidos al Papa.
No descuidemos el estudio y la lectura de la Palabra, porque de ello depende que cada vez vivamos mejor nuestro catolicismo y lleguemos a ser santos. Porque el primer mandamiento es Amar a Dios. Pero nadie ama lo que no conoce, y entonces tenemos que conocer a Dios a través de lo que dijo y enseñó Jesús, que es Dios.
Tengamos los cuatro Evangelios como lectura principal, y leámoslos de corrido, y al terminar volvamos a empezar, que con esta práctica veremos los maravillosos frutos que cosechamos, puesto que la Palabra de Dios es viva y siempre le encontraremos nuevos sentidos y maravillosas aplicaciones a nuestro diario vivir.
Pero la Palabra de Dios es también una Persona, es Jesucristo, que lo encontramos especialmente en la Eucaristía. Entonces recibámoslo frecuentemente en la Comunión, para que cada vez nos vayamos transformando más en otros Cristos, y así podamos decir como el Apóstol San Pablo: “Ya no soy yo el que vive, sino que es Cristo el que vive en mí”.
Hagámosle caso al Padre eterno, que en la Transfiguración dijo a los apóstoles: “Escúchenlo”, a Jesús. Y también sigamos el consejo que dio la Virgen a los servidores de Caná: “Hagan todo lo que Él les diga”. Sigamos estos dos consejos de nuestro Padre Celestial y de nuestra Madre, la Virgen, y seremos felices en esta vida y en la eternidad, pues ya no tendremos hambre ni sed, porque obtendremos las respuestas para todas las cosas y nos haremos sabios según la Sabiduría de Dios.