viernes, 5 de abril de 2013


Risen Christ Prayer

Lord Jesus:
Our soul suddenly jumps into cosmic space
knowing that You have risen and that, someday,
all of us will continue.

We know well the enormous measure love of the Father,
we want eternal and whole body and soul, thanks
your glorious Resurrection. But our common Father
wants our salvation and our faithfulness.

We had mixed feelings, and perhaps somewhat confusing-
through your suffering in the Passion. It is outrageous that the Son of God,
the Second Person of the Trinity, through whom all things were made,
joins in the full penalty of the Cross and see abandoned by all.

It's not easy to get used and not easy also assume
la-that we-complicity in perpetrating this crime
heinous and nefarious. As the wicked tenants of the vineyard
we were able, with our sins, to kill the
Son of the owner of the vineyard. That brings us sorrow and confusion.

But there comes the light of Easter, the first return of the Lord Jesus
and with it the promise of future happiness authentic and eternal.
Doubts and contradictory feelings will turn
in boundless joy.

And every time we witness the holy night of the Easter Vigil
-And the celebrations continue with joy after-grow
a little more cheerful in the knowledge of our destiny
Sons of God.

I wish I never forget! Hopefully communicate our
joy to a sad world by permanent and continuous bad sin!

We're going to ask, Risen Lord, for peace in the world,
because they follow neither war nor terrorism. That dialogue
replace arms and love of violence.

This, today, it seems, Lord Jesus, a utopia, but also
some, now two thousand years ago, you seemed Resurrection
a utopia. And it was nothing but a definitive victory over
death which is what we need today.

Death shows its sting in too many places and not,
precisely, as the end of a cycle. Is death
produced by indifference, injustice and oppression.

But the hope that the prophecies are fulfilled peaceful
Isaiah lives in us. We know that one day it will be well and that
nozzles shall pruners and play Venomous Snake
with the little boy.

We are sure that peace, love and happiness
reign one day with us. The Kingdom could be built
real this time and that Kingdom will come if we are
able to believe that you, Lord, have risen.

Our fragility needs your help, your strength
and your love. Do not abandon us. Neither ever let
get separated from you. Hallelujah! Hallelujah!

Angel Gomez Escorial


Cristo Resucitado...


Oración a Cristo Resucitado

Señor Jesús:
Nuestra alma salta de golpe hacia el espacio cósmico
sabiendo que Tú has resucitado y que, algún día,
todos nosotros te seguiremos.

No sabemos medir bien el enorme amor del Padre,
que nos desea eternos y enteros, cuerpo y alma, gracias
a tu Resurrección gloriosa. Pero nuestro Padre común
quiere nuestra salvación y nuestra fidelidad.

Hemos tenido sentimientos encontrados y tal vez algo confusos
con tu sufrimiento en la Pasión. Es inaudito que el Hijo de Dios,
la Segunda Persona de la Trinidad, por quien todo fue hecho,
se suma en el castigo total de la Cruz y se vea abandonado por todos.

No es fácil acostumbrarse y no es fácil, asimismo, asumir
la que la tenemos complicidad en la autoría de ese crimen
nefando y nefasto. Como los malos arrendatarios de la viña
hemos sido capaces, con nuestros pecados, de matar al
Hijo del Dueño de la Viña. Eso nos produce pesar y confusión.

Pero llega la luz pascual, la primera vuelta del Señor Jesús
y con ella la promesa fehaciente de nuestra felicidad futura y eterna.
Las dudas y los sentimientos contradictorios de van a tornar
en alegría desbordante.

Y cada vez que asistimos a la noche santa de la Vigilia Pascual
y seguimos con alegría las celebraciones posteriores crecemos
un poco más en el conocimiento alegre de nuestro destino
de Hijos de Dios.

¡Ojalá no lo olvidemos nunca! ¡Ojalá comuniquemos nuestra
alegría a un mundo triste por el permanente mal y el continuo pecado!

Te vamos a pedir, Señor Resucitado, por la paz en el mundo,
porque no siga ni la guerra, ni el terrorismo. Que el diálogo
sustituya a las armas y el amor a la violencia.

Esto, hoy, parece, Señor Jesús, una utopía, pero también
a algunos, ahora hace dos mil años, tu Resurrección les pareció
una utopía. Y no era otra cosa que una victoria definitiva sobre
la muerte que es lo que hoy necesitamos.

La muerte exhibe su aguijón en demasiados lugares y no,
precisamente, como final de un ciclo biológico. Es la muerte
producida por el desamor, la injusticia y la opresión.

Pero la esperanza de que se cumplan las profecías pacificas
de Isaías vive en nosotros. Sabemos que un día será así y que
las lanzas serán podaderas y que la serpiente venenosa jugará
con el niño pequeño.

Estamos seguros de que la paz, el amor y la felicidad
reinarán un día con nosotros. El Reino pude construirse
en este tiempo real y ese Reino llegará si nosotros somos
capaces de creer que tú, Señor, has resucitado.

Nuestra fragilidad necesita de tu ayuda, de tu fuerza
y de tu amor. No nos abandones. Ni permitas que jamás
nos separemos de ti. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Ángel Gómez Escorial


Oración...


Quince minutos con María

Vencedora de los demonios. 
María, Mamá del Cielo, Tú que venciste al demonio en todas las ocasiones durante tu vida mortal, te ruego que me ampares contra las astucias de los enemigos de mi alma, que buscan perderme para siempre.
Virgen sagrada María, Tú que aplastas la cabeza de la serpiente infernal bajo tu pie humilde, te imploro que me des la gracia de que sea yo también humilde como Tú, para que así pueda vencer también a Satanás, que es soberbia, y a quien se le vence con la virtud opuesta de la humildad.
Reina mía, sé muy bien que los enemigos tuyos son también mis enemigos, y que mis enemigos son también los tuyos. Por eso es que te pido que me defiendas de las emboscadas que me tienden los espíritus diabólicos, y que quieren mi ruina material y espiritual, temporal y eterna. ¿Quién me defenderá si Tú no vienes en mi auxilio? Por eso confío en Ti y espero tu ayuda oportuna, porque jamás se oyó decir que un fiel devoto tuyo haya sido abandonado de Ti.
Madre de Dios, Reina del Cielo y de la Tierra, mantén estrecha vigilancia sobre mi alma, y dispersa a nuestros enemigos comunes, porque Tú eres poderosa como un ejército en orden de batalla.
Te amo, Madre mía querida, Virgen santísima, que me has robado el corazón. ¡Bendita seas por siempre María!