viernes, 2 de enero de 2015

La Palabra...

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,
"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario

La Palabra. 
584 Cuando contemplas en el fondo de tu corazón lo que te digo, sacas un provecho mucho mayor que si leyeras muchos libros. Oh, si las almas quisieran escuchar Mi voz cuando les hablo en el fondo de sus corazones, en poco tiempo llegarían a la cumbre de la santidad. 
Comentario: 
Estas palabras del Señor son muy ciertas porque a veces los cristianos nos olvidamos de que Dios es Palabra, y que siempre se ha comunicado con los hombres, desde antiguo por los Profetas, y ahora por la Iglesia Jerárquica y por los videntes de diferentes apariciones.
Pero, además, Dios se comunica con cada alma en la medida de que el alma está a la escucha de Dios.
Por eso quien se aleja del mundo y se sepulta en las cuevas como los ermitaños, nunca estará solo porque Dios le hablará a su corazón y así se hace soportable la soledad.
Tratemos de apagar todos los ruidos que cotidianamente entorpecen la escucha de la Voz de Dios, porque Dios siempre nos habla, especialmente en el silencio, ya que Dios no suele hablar en el bullicio. Entonces hagamos silencio, interior y exterior, y escuchemos con atención lo que Dios quiere decirnos hoy, porque la delicia del Señor es estar con los hijos de los hombres, como dice la Sagrada Escritura.
No hacen falta muchos libros para ser sabios y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, porque con sólo el Santo Evangelio, la vida que vivimos y la palabra que Dios nos va revelando día a día en la oración, en la meditación y en los coloquios que tenemos con el Señor, ya podemos alcanzar altas cimas de santidad.

Jesús, en Vos confío.