martes, 22 de noviembre de 2016

Oraciones...

Quince minutos con Jesús Misericordioso

Consuelo de Dios.
Señor Jesús necesito de tu consuelo, porque tú mismo has dicho que el que esté abatido y agobiado que vaya a ti y tú le darás alivio y consuelo. Entonces yo vengo a tus pies, abatido por los problemas de la vida y perseguido por los enemigos, vengo a buscar alivio a mis pesares y sé que lo encontraré en tu Corazón misericordioso. ¡Cuánto te amo, Señor, pero quisiera amarte mucho más! El trajín de la vida moderna a veces me hace olvidar de ti y de que lo más importante es vivir para agradarte y servirte, amándote con todas las fuerzas. No permitas, Señor, que me condene, porque tengo muchos enemigos, los demonios y los hombres malvados, que buscan mi perdición. Ten misericordia de mí, tú que eres la Compasión hecha Dios. Yo quiero poder de mi parte mi buena voluntad y por ello espero gozar de paz en el alma, pues los ángeles en Belén cantaron: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”. ¡Ten misericordia de mí, Jesús mío!