martes, 9 de junio de 2015

Traición...

Partículas de Evangelio

El traidor.
“El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!” Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: “¿Soy yo acaso, Rabbí?” Le dice: “Tú lo has dicho.” (Mt 26, 24-25).
Comentario:
Lamentablemente dentro de la misma Iglesia Católica hay teólogos y corrientes de pensamiento que ven a Judas poco menos que como a un héroe, o que al menos era necesario para la pasión del Señor y para que se cumpliera la Redención, y que Judas se salvó.
Pero si estudiamos un poco estas palabras del Señor en la Última Cena, no podemos entender cómo estos pseudo teólogos tomen esa posición con respecto a Judas, pues el mismo Cristo lanza una maldición sobre el hombre que lo entregará, ya que cuando el Señor comienza con “¡Ay!” es la fórmula de la maldición.
Por eso si bien el apóstol dice que hasta el mal sirve para los fines de Dios, en realidad no debemos hacer el mal para que resulte el bien, ya que esto es así porque Dios es todopoderoso y puede sacar bienes de los males. Pero el mal será castigado, y el malvado deberá pagar por sus pecados.
Estemos atentos a la Verdad y no nos dejemos seducir por doctrinas heréticas o casi, ya que mezclar el bien con el mal es propio de los demonios y de sus secuaces.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.