viernes, 24 de noviembre de 2017

Depeche Mode - Enjoy the Silence

Pobres...

Los pobres.

El cristiano ama a los pobres.
El marxista, el comunista, con falsa preocupación por los pobres oculta su verdadero rostro de maldad, que es el sembrar el odio a los ricos, el odio entre clases sociales, entre sexos, sembrar el odio en todo, pues el mismo Marx dijo que su doctrina era contra Dios y había que levantarse contra Él y contra la religión.
Sabiendo estas cosas, debemos estar en guardia, porque incluso dentro de la misma Iglesia Católica hay laicos, sacerdotes y hasta miembros de la jerarquía que son comunistoides y también, con la excusa de favorecer a los pobres, quieren demoler la Iglesia.
También Judas Iscariote, el Traidor, se enojó cuando María Magdalena derramó ese perfume de nardo puro sobre la sagrada cabeza del Señor, diciendo que se podría haber vendido, y el dinero dárselo a los pobres. Pero para el Señor y para el culto divino debe ser lo mejor, como bien lo sabía el santo Cura de Ars, que para comprar los vasos sagrados para el culto no escatimaba en gastar grandes fortunas para conseguir lo mejor y más hermoso y valioso para el Señor.
Así que estemos en guardia porque los comunistas también fingen interesarse por los pobres, y dentro de la Iglesia hay una corriente marxista que se preocupa sólo por lo material, olvidando lo espiritual.
La Iglesia se debe interesar por los pobres, pero no sólo por los pobres materiales, sino principalmente por los pobres espirituales, es decir, por los pecadores, pues Ella tiene la misión de continuar al Señor y obrar la salvación para todos los hombres.
Hoy en día se quiere ver a la Iglesia Católica como una sociedad de beneficencia, olvidando que esa no es la misión de la Iglesia, sino que Ella es un medio de salvación; y que si ayuda a los pobres materialmente, es para hablarles del Reino de los Cielos, para llevar a los hombres a la Verdad, para evocar las Verdades eternas: que hay un Cielo y un Infierno, y que para ganar el primero y evitar el segundo hay que cumplir los Mandamientos y ser buenos.