miércoles, 12 de febrero de 2014

Comenzar el día...

COMENZANDO EL DÍA

Al levantarnos.

Cuando nos despertamos por la mañana, enseguida debemos invocar al Espíritu Santo para que nos libre de todo pensamiento perturbador o inquietante, ya que no es extraño que el demonio nos ponga, al comienzo del día, pensamientos negros o complicados, para así influenciarnos durante toda la jornada. No le demos el gusto, y hagamos cuanto antes también la oración de la mañana, que jamás debemos dejar de lado, porque nos ayudará a vivir bien el día.

Si no invocamos al Espíritu Santo ni hacemos la oración de la mañana, ya comenzamos el día con una derrota, que puede extenderse a todo el resto del mismo.

También, cuando nos despertamos durante la noche, digamos alguna jaculatoria, por ejemplo: “Jesús, María os amo, salvad las almas”, para librarnos de tentaciones nocturnas y volver a conciliar el sueño. Otra opción es rezar un misterio del Rosario, que nos trae paz y nos hace dormir nuevamente.

Felíz miércoles para todos ustedes...
y muchas bendiciones, amén...