jueves, 31 de mayo de 2018

Hoy...

El día de hoy.

El día de hoy es un regalo de que Dios nos ha dado, pues desde toda eternidad el Señor lo ha preparado para nosotros.
Tratemos de aprovecharlo para crecer en el amor a Él y a los hermanos, pues en este mundo estamos para conocer y amar a Dios, y amar a los prójimos en Dios.
Si no aprovechamos el tiempo de vida, que tenemos sobre la tierra, para ser más buenos y santos, para amar más y mejor, entonces será verdaderamente tiempo perdido.
Cada segundo que pasa es un obsequio que nos hace el Señor, para que le saquemos el jugo y lo utilicemos para crecer en sabiduría.
Y no pensemos que se trata de “hacer” mucho o cosas extraordinarias, sino usar de cada momento para hacer el bien que podamos, pues sólo tenemos el día de hoy para hacerlo, ya que mañana no sabemos si veremos la luz del sol.
Gracias a Dios todavía estamos vivos en este mundo, y por lo tanto es tiempo de obtener la Misericordia de Dios, pues luego viene la muerte y ya comienza el tiempo de la Justicia divina.
Aprovechemos el día de hoy para hacer buenas obras, rezar más y cumplir mejor nuestro deber de estado.
¡Cuántos ya están en el otro mundo, sufriendo en el Purgatorio, o padeciendo en el Infierno, por no haber tomado conciencia en vida, de que cada día que pasaba, era una oportunidad para salvarse y ser buenos!
Ya que nosotros todavía estamos en este cuerpo mortal, demos gracias a Dios y tomémonos la vida en serio, viviendo con alegría aún en medio de los sufrimientos, porque estar vivos es ya un motivo para dar gracias a Dios.