jueves, 22 de mayo de 2014

Confianza...

Mensaje de confianza

No aplasta. 
¡Oh! Él no le irritará aún más las heridas; las tratará como el buen samaritano, con el vino y el óleo simbólicos. Derramará sobre sus llagas el bálsamo de la penitencia; y, para fortificarla, le hará beber de su cáliz eucarístico. 
 (De "El Libro de la Confianza", P. Raymond de Thomas de Saint Laurent) 
Comentario: 
Dios no aplasta al pecador que se acerca a Él, sino que lo consuela, lo acaricia, y le da muchos dones, como lo muestra muy bien la parábola del hijo pródigo.
En cambio ¡cuántas veces nosotros, al querer convertir a alguien y acercarlo a la fe, le causamos dolor, porque somos duros o recalcamos el pecado que cometió!
Pero el Señor no es así, pues dice la Escritura que Él no vino a apagar la mecha que arde débilmente ni a quebrar la caña que está cascada, indicando con ello que Dios nos quiere ayudar a levantarnos del pecado, darnos besos de amor y hacernos caricias en las dolorosas heridas que dejaron las criaturas y el mundo, que después de habernos usado para pecar, ahora son crueles con nosotros, pecadores.
Dios es bueno, y nunca nos cansaremos de pensar en esta verdad, que el demonio se encarga de oscurecer y ocultar. Pues efectivamente el diablo sabe muy bien de los efectos benéficos que trae al alma el confiar en la bondad de Dios, y por eso el demonio nos pone delante de nuestra vista todo nuestro pecado y nos quiere hacer creer que Dios nos odia y nos quiere castigar. Pero eso lo realiza para alejarnos de Dios, y atraparnos en su antro infernal. Rompamos sus lazos diabólicos y corramos a los brazos amorosísimos de Jesús, que es el Médico de nuestras almas y nos consolará ahora y siempre.

Mensaje...

Mensaje del Sagrado Corazón de Jesús a Sor Josefa Menéndez. 

Solidarios.

5 DE AGOSTO DE 1922

Jesús le dice a Sor Josefa:

“Son muchas las almas que Me afligen… y muchas se pierden…  Pero las que más hieren Mi Corazón, son estas que tanto amo y que no se entregan del todo a Mí.  Siempre se reservan algo.  ¿No les doy Yo Mi Corazón entero?”

Josefa pide perdón al Señor por estas almas y por ella misma, que tanto se reserva a Jesús y le pidió que tomara los actos y el amor de esas almas que desean consolarle.  Jesús le contesta con gran bondad:

“Sí, eso busco; reparar las faltas de las unas con los actos de las otras”.

Comentario: 

Gracias a la Comunión de los Santos, en el Cuerpo Místico del Señor circulan todos los bienes entre las almas, para beneficio de las más débiles.

Efectivamente nadie es tan miserable que no pueda ofrecer una oración, un sacrificio, un acto de amor, por otra alma o por muchas otras almas, con el consiguiente beneficio de ambas partes.

Dios permite que reparemos las infidelidades de las almas consagradas, y también que salvemos pecadores. Pero en este mensaje el Sagrado Corazón se queja amorosamente de las almas elegidas, que no le dan su corazón completo. Y con nuestras oraciones y sacrificios, podemos obtener que las almas se entreguen al Señor.

Y en este momento debemos también pensar nosotros si estamos realmente entregados al Corazón de Jesús, o todavía le regateamos algo. Nos conviene a nosotros mismos entregárselo todo a Él, porque saldremos enriquecidos inimaginablemente, ya que el Corazón de Jesús no se deja ganar en generosidad, y nos premiará de manera admirable.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.