jueves, 31 de enero de 2013

Santoral...


† Santoral               

San Juan Bosco
Presbítero (1815-1888)

San Juan
        BoscoEra natural de la aldea de los Becchi, a 25 kilómetros de Turín. En esta historia no puede faltar la figura de la madre, Margarita, mujer incomparable, que educó a sus hijos en la pobreza y fortaleza del más alto nivel.
Cuando era jovencito, Juan iba con su madre al mercado a vender los productos del campo. Era un mozarrón despierto y vigoroso que aún no sabía leer.
En esto, se le ocurre ser sacerdote. Y para iniciar sus experiencias, atrae los domingos a la gente junto a su casa, en un predio donde crecían dos perales. Allí hace de saltimbanqui y prestidigitador. Así entretiene santamente a todos los convecinos.
Empieza a estudiar en una escuela pública, a 5 kilómetros de su pueblo. Luego entra a estudiar en el liceo de Chieri. Para pagar sus estudios trabaja en toda clase de oficios. Por fin, a sus 26 años celebra la primera misa en Turín. Lo primero que hace es recoger chiquillos de la calle. Le siguen como si fuera un titiritero. Para eso funda los Oratorios de San Francisco de Sales. Más tarde, para atender a esa gente pequeña, funda la Congregación de los Padres Salecianos, que se extiende pronto por toda Italia, Francia y España. Es el educador de los tiempos modernos; se hace periodista, predica, confiesa, escribe y propaga la devoción a María Auxiliadora, publica libros de ciencia y religión. Es el auténtico tipo de audaz soldado de Cristo.
En la Italia del siglo pasado, uno de los divertimentos más esperados de los pobres era los que traían los titiriteros.
San Juan
        BoscoHubo cierta "troupe" que, a sabiendas, representaba sus obras a la hora de la misa y, claro, las gentes, en especial los niños, se "salteaban" la misa.
Pero había un niño, Juan Bosco, que se decidió a hacer algo para que los niños volvieran a la misa.
Se las arregló para aprender trucos de prestidigitación, malabarismos y otras habilidades por el estilo. Para eso, observó mucho, entrenó más y se ejercitó con los amigos.
Más tarde llegó a desafiar a los titiriteros y malabaristas, les ganó las apuestas y se tuvieron que ir de allí humillados.
Juan se hizo dueño del domingo, de los compañeros y amigos. Comenzó de niño los domingos y acabó moviendo masas de jóvenes, organizando su tiempo libre, montando talleres y escuelas profesionales...
Se inventó el sistema de "educar jugando y aprender gozando".
Su espíritu de saltimbanqui le daba agilidad al cuerpo y ponía alas a su vocación de educador.
Les decía a los niños: "Haremos muchos juegos y entretenimientos sin que tengan que pagar nada, pero con una condición: que vengan después todos conmigo a la iglesia".

miércoles, 30 de enero de 2013

Diálogo...


Diálogo

Señor Dios, te alabamos y te glorificamos
por la hermosura de ese don que se llama diálogo.
Es un hijo predilecto de Dios, porque es
como aquella corriente alterna que bulle
incesantemente en el seno de la Trinidad.

El diálogo desata los nudos,
disipa las suspicacias, abre las puertas,
soluciona los conflictos, engrandece la persona,
es vínculo de unidad y madre de la fraternidad.

Haznos comprender que el diálogo
no es una discusión ni un debate de ideas,
sino una búsqueda de la verdad
entre dos o más personas.
Haznos comprender que mutuamente
nos necesitamos y nos complementamos
porque tenemos para dar y necesitamos recibir,
ya que yo puedo ver lo que los otros no ven
y ellos pueden ver lo que yo no veo.

Señor Jesús, cuando aparezca la tensión,
dame la humildad para no querer imponer
mi verdad atacando la verdad del hermano,
de saber callar en el momento oportuno,
de saber esperar a que el otro acabe
de expresar por completo su verdad.

Dame la sabiduría para comprender
que ningún ser humano es capaz
de captar enteramente la verdad toda,
y que no existe error o desatino
que no tenga alguna parte de verdad.

Dame la sensatez para reconocer
que yo también puedo estar equivocado
en algún aspecto de la verdad y para dejarme
enriquecer con la verdad del otro.

Dame, en fin, la generosidad para pensar
que también el otro busca honestamente
la verdad y para mirar sin prejuicios
y con benevolencia las opiniones ajenas.
Señor Jesús, danos la gracia de dialogar.
Así sea.

PIgnacio Larrañaga


martes, 29 de enero de 2013

Youth...


Youth is not a time of life

It is a state of mind,
is a demonstration of the will.
A quality of imagination,
the vigor of the emotions,
predominance of courage over timidity;
the desire for adventure,
in contrast to the desire for convenience.

Nobody is old for only having lived
a number of years.
Aging is only when
ideals are abandoned.
Years wrinkle the skin;
renounce the ideals shrinks the soul.

The concern, doubt, lack of confidence,
fear and despair ... are factors
that after long years, they bow their heads
and route the spirit into the sunset.

That you're 70 or 16, there is always
in every human heart, the love of the marvelous,
the sweet admiration for the stars,
and for all that radiate light, other than shares
or thoughts, the intrepid challenge
of events, the unfailing
and infant appetite:
What's Next?

You are as young as your faith,
as old as your fear;
as young as your hope,
as old as your despair.

While your heart receives messages
beauty, joy, courage,
magnificence and power, land,
of men, and the infinite, you are young.

When all the springs have loosened
and all corners of the heart are covered
snow of pessimism and the ice of cynicism,
then, and only then,
you've got really old,
and, currently,
God have mercy on your soul.


Juventud...


La juventud no es una época de la vida

Es un estado de la mente,
es una demostración de la voluntad.
Una cualidad de la imaginación,
el vigor de las emociones,
el predominio del valor sobre la timidez;
el deseo de aventuras,
en contraste con el deseo de comodidad.

Nadie es viejo por sólo haber vivido
un cierto número de años.
Se envejece solamente cuando
se abandonan los ideales.
Los años arrugan la piel;
renunciar a los ideales encoge el alma.

La inquietud, la duda, la falta de confianza,
el temor y el desespero... son los factores
que al cabo de largos años, hacen inclinar la cabeza
y encaminar el espíritu hacia el ocaso.

Que se tengan 70 o 16 años, hay siempre
en todo corazón humano, el amor a lo maravilloso,
la dulce admiración por las estrellas,
y por todo lo que irradie luz, sean acciones
o pensamientos, el intrépido desafío
de los acontecimientos, el inagotable
e infantil apetito del:
¿Qué viene después?

Uno es tan joven como su confianza,
tan viejo como su temor;
tan joven como su esperanza,
tan viejo como su desesperación.

Mientras que tu corazón recibe mensajes
de belleza, de alegría, de intrepidez,
de magnificencia y de poder, de la tierra,
de los hombres, y del infinito, eres joven.

Cuando todos los resortes se han aflojado
y todos los rincones del corazón están cubiertos
por la nieve del pesimismo y el hielo del cinismo,
entonces, y sólo entonces,
habrás llegado realmente a viejo,
y, llegado este momento,
que Dios tenga misericordia de tu alma.


Reflexión de hoy...


REFLEXIÓN DEL DÍA
Seguidores de Cristo.
Los cristianos somos seguidores de Cristo, imitadores suyos. Pero muchas veces no imitamos al Señor, sino que obramos en forma diametralmente opuesta a lo que obraría el Señor. Si no a qué se debe que busquemos con tanta fiebre el dinero y los bienes materiales, y que nos preocupemos tanto por el qué dirán. Jesús no obró así, y nos dijo que buscáramos primero el Reino de Dios, pues todo lo demás nos vendría como añadidura. En cambio nosotros a veces buscamos la añadidura primero, y no pocas veces nos olvidamos del Reino de Dios, de anunciarlo.
Si el mundo está como está, es en gran parte porque los cristianos hemos venido a menos, no tanto en número, sino más bien en fervor, en convicción; porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos.
Es tiempo de despertar de este sueño en que nos tiene como narcotizados el demonio a través del materialismo que es como su encarnación. Tenemos que comprender de una vez por todas que las cosas materiales no nos pueden hacer felices, porque no estamos hechos para la Tierra, sino para el Cielo, y la tierra es un lugar de exilio y de paso, preparación y antesala del Cielo.
Si hacemos así, entonces poco a poco irá cambiando el ambiente donde nos movemos, al menos en nuestra familia, porque los demás, al ver nuestra coherencia de vida, y que no seguimos a la mayoría, también se convertirán y se entusiasmarán por la vida cristiana, que siempre es diferente a la vida mundana. Si así no lo fuera, entonces no es vida cristiana la que llevamos.

lunes, 28 de enero de 2013

Otras actividades veraniegas en Mar del Plata

Otras actividades veraniegas en Mar del Plata

Mensaje de conversión...


Mensaje de conversión
La oración lleva a la conversión. 
2-12-87                                                                                                         1310

Gladys: Cuando un hijo comienza a orar, ya, en ese momento, está en presencia de Dios y desde ese momento, Dios lo ampara.
No interesa con que oración se comienza, no hay una en especial, ya que en toda se le invoca al Señor.
Muchas veces la oración, lleva al arrepentimiento, a la conversión, a la entrega absoluta al Señor.
En el recogimiento de la oración, el alma medita, calla y el Señor obra en esa alma.
¡Oh hija mía, quieran mis hijos, amar en profundidad la oración, quieran mis hijos, tener a Dios en el corazón!
Bendito sea el Señor.
(Esto me dice, porque le digo que yo pienso, que hacer oración contemplativa, es, ponerse en oración y abandonarse en Dios y dejar que El, penetre en uno).
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás) 
Comentario: 
La Santísima Virgen pide a sus hijos conversión, porque sin conversión no hay salvación. Y para convertirnos tenemos que rezar, porque la oración hace que el alma profundice en las cosas de Dios y vaya comprendiendo el misterio de salvación obrado por Cristo Jesús, y que se inserte en él con su cruz de cada día.
En la oración vamos gustando ya del paraíso en la tierra, porque estar en oración es estar con Dios, y cuando uno está con Dios, es feliz ya en este mundo.
Si experimentáramos por un momento lo que es el Cielo, no dejaríamos de rezar ni por un momento, con tal de alcanzarlo. Y pensar que si no rezamos, no iremos al Cielo, puesto que quien reza se salva, y quien no reza se condena.
Tenemos que aprender a hacer silencio en nuestras vidas y dedicar más tiempo a la oración, porque sólo en el silencio y a través de la oración es que el Señor nos hablará al corazón y nos irá iluminando en los divinos misterios, y nos hará comprender el misterio de nuestra vida, el porqué hemos tenido que pasar lo que hemos debido pasar, y todos los momentos vividos cobrarán nueva significación ante la iluminación de la oración.
Ya que nos esforzamos por ganar dinero u obtener tesoros materiales, ¿por qué no ponemos el mismo empeño en obtener tesoros espirituales, que se alcanzan por medio de la oración, de la conversión? Porque este tesoro será para siempre, mientras que los tesoros de la tierra son muy relativos, y nos abandonan cuando partimos hacia la eternidad.