viernes, 10 de enero de 2014

Mensaje...

Mensaje sobre la misericordia
Todos podemos cambiar. 
9-10-84                                                                                                         320 
El Señor que formó el universo, ¡cómo no podría reformar vuestra manera de pensar! ¡Cómo no agrandaría esa pequeña luz que tenéis encendida en vuestro ser! El lo puede hacer.
Si un hijo se asfixia no le negará el aire, si tiene sed, no le negará el agua, la misericordia del Señor os llega a todos y todos la necesitáis. Gloria al Señor.
 (Mensaje de María del Rosario de San Nicolás)  
Comentario: 
Un grave error que cometemos a veces es el creer que ya no podemos cambiar más, pues somos mayores o ancianos, y nos parece que ya es imposible modificar ciertos hábitos y practicar la virtud. Pero esto es una astucia del enemigo, que nos quiere dejar anclados en el pecado. Nosotros debemos recordar que para Dios no hay imposibles. Y para quien cree en Dios y confía en Él, tampoco hay imposibles.
San Agustín dice que hay que hacer lo que uno buenamente pueda, y que lo que no pueda hacer, se lo pida al Señor. Y así tenemos que actuar nosotros, porque la santificación depende más de Dios que de nosotros mismos.
Hasta el último momento de nuestras vidas podemos cambiar. Es más, muchas, muchísimas almas sólo cambian y se vuelven a Dios en el momento final, justo antes de la muerte. Y éstos son los salvados por la Misericordia de Dios, y alabarán a Dios por los siglos de los siglos, porque fueron doblemente salvados: por Justicia, cuando Cristo murió por ellos; y por Misericordia, cuando los perdonó y los hizo volver a Él.
Pero esto también nos debe ayudar a nosotros, que más o menos estamos en el camino correcto, y que tal vez, por gracia de Dios, ya no cometemos pecados graves; ya que a veces nos sucede que rezamos por alguien y vemos que nunca cambia, que siempre sigue igual, con los mismos defectos, o aún peores. No desmayemos, porque Dios tiene sus tiempos y las almas también. Basta que antes de la muerte esa alma se vuelva a Dios, y habremos triunfado.

No nos descorazonemos por los aparentes escasos frutos de nuestro apostolado y oración, porque no sabemos cómo terminará todo. En cuanto a nosotros tratemos de ser fieles hasta el fin, y recordemos que Dios premia, no por los frutos, sino por el trabajo y el esfuerzo realizado.

jueves, 9 de enero de 2014

Terminando el día...

TERMINANDO EL DÍA

Dar gracias.

Tenemos que dar gracias a Dios por este día que hemos vivido y que ya está terminando. Y si en él nos hemos mantenido en gracia de Dios, sin cometer faltas graves, doblemente debemos agradecer al Señor porque es por su cuidado sobre nosotros, que no hemos pecado gravemente.

Y si en este día nos hemos enojado a disgustado con alguien o por algo, no nos quedemos enojados hasta el amanecer de mañana, sino que, como dice la Escritura, nuestro enojo no debe pasar más allá de la puesta del sol, porque de lo contrario se convertirá en rencor, nos amargará la vida, nos quitará la paz y seremos infelices ya en este mundo.

Y si tenemos que hablar o tratar algún tema delicado, en lo posible dejémoslo para mañana, porque a la noche una está cansado, y es proclive a los malos entendidos o disputas. Mejor esperar al alba, cuando estemos bien descansados.

Thursday

hola, tengan todos ustedes, muy buenos días...
les deseo un hermoso jueves en amor y paz...
y si el Sr,golpea a tu puerta...
dejalo entrar y cenará con vos...
Dios los bendiga, amén...

hello to all of you, very good morning ...
I wish you a beautiful Thursday in love and peace ...
and if Mr, knock on your door ...
I let it go and have dinner with you ...
God bless you, Amen ...

Papa Francisco...

Papa Francisco ‏@Pontifex_es
Contemplemos la humildad del Hijo de Dios, que ha nacido pobre. Imitémosle compartiendo con los más débiles.

Santidad...

Ser santos
Humildad profunda.
Querer ser santo es tratar de levantar un edificio espiritual que llegue muy alto. Pero todos sabemos que los grandes edificios y construcciones, esos rascacielos que vemos en las ciudades modernas, son enormes y parecen que tocaran el cielo; pero hay algo que no se ve, y es todo lo que esas construcciones tienen sepultado.
Efectivamente cuando algún arquitecto quiere construir un gran edificio, primero debe excavar muy hondo en el suelo, en la tierra, para echar los cimientos. Y así tenemos que hacer nosotros también para llegar a la santidad: excavar en la tierra, es decir, profundizar en la humildad.
La virtud base para la santidad es la humildad, porque sin humildad no hay construcción posible. Y todo nos debe servir para ser más humildes, tanto si vivimos en gracia de Dios, como si caemos en pecados graves; lo primero nos debe llevar a dar gracias a Dios porque no nos deja caer; y lo segundo, nos debe demostrar lo frágiles que somos, que por nosotros mismos somos menos que nada.
Todo, absolutamente TODO en nuestra vida debe ayudarnos a ser humildes. Si no vamos por este camino, entonces estamos engañados por el Maligno, que es soberbio y orgulloso, y quiere llevar por el mismo camino a los hombres.
Un buen comienzo en la escalada a la cumbre de la santidad, sería hacer una completa y sincera confesión sacramental de toda nuestra vida, humillándonos ante Dios, para tomar impulso hacia las cumbres.

miércoles, 8 de enero de 2014

Papa Francisco...

con olor a oveja...

Comenzando el día...

COMENZANDO EL DÍA

Porqués.

En el día que viviremos hoy quizás nos preguntemos los porqués de ciertas cosas que nos suceden a nosotros o a quienes amamos. Pero hay algo más alto que entender, y es creer, es confiar en Dios, sabiendo que el Señor todo lo que hace o permite, es movido SIEMPRE por su amor.

Sabiendo esto y creyéndolo firmemente, ¡cuántos dolores de cabeza evitaremos! ¡Qué gran alegría tapizará todo nuestro día, porque estaremos convencidos de que lo que haya de bueno o malo en el día que vivimos, estará la mano de Dios detrás de cada acontecimiento, y su Providencia amorosísima no nos faltará!
Imitemos a la Virgen, que dijo su “sí”, sin entender casi, ni tampoco sabía lo que vendría después. Pero Ella confió en Dios, y creyó, que es más alto que comprender.

No tratemos de indagar el futuro, sino dejémoslo en las manos providentes y amorosas del Señor.

Les deseo un hermoso día miércoles..
con mucha paz y mucho amor...
Dios los bendiga, amén...