sábado, 12 de julio de 2014

San Benito...

ORACIÓN PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DE SAN BENITO
Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas. Amén.
Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

NOVENA BREVE PARA PEDIR UNA GRACIA

Rezar durante nueve días consecutivos la siguiente oración:
OH San Benito, mi protector bondadoso y de cuantos van a ti en sus apuros. Intercede por mí a Dios para que alivie mis sufrimientos y dificultades que ahora me agobian
(pídase aquí la gracia que se desea obtener)
Te lo pido con toda confianza.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria

jueves, 10 de julio de 2014

Empezar...

Vuelve a empezar   

Después del pecado.
Después del pecado invariablemente viene un tiempo de reflexión, de abatimiento, de remordimiento. Y esto es un don del Espíritu Santo, de modo que quien no lo padece, es porque está ya tan acostumbrado a pecar, que es difícil su conversión, pues su conciencia se ha como entorpecido, y Dios lo ha dejado como abandonado a su capricho.
Por eso nunca hay que pecar, pero si desgraciadamente hemos pecado, soportemos la humillación con valentía, porque si la falta nos ayuda a ser más humildes, entonces ¡bendita falta! Efectivamente no hay que hacer el mal para que resulte el bien, como dice el Apóstol; pero sabemos que Dios puede sacar el bien de los mayores males, y nada hay irreparable, si pedimos perdón a Dios y comenzamos de nuevo.
Lo que sucede es que muchas veces, después de pecar, estamos tan abatidos que no tenemos fuerzas para comenzar. Y a veces es nuestra propia soberbia la que nos pone delante lo que somos, y así nuestro orgullo no tolera que hayamos caído tan lastimosamente, y el demonio ayuda para terminar de abatirnos.
Recuperemos la alegría haciendo un acto de contrición perfecta y yéndonos a confesar cuanto antes con el sacerdote, y empecemos de nuevo, como si recién saliéramos de la pila bautismal, para entablar nuevamente el buen combate, porque los santos no fueron santos porque nunca pecaron, sino más bien porque nunca se cansaron de levantarse de sus caídas y volvieron a empezar.

miércoles, 9 de julio de 2014

Santoral...

Miles de Peregrinos en Itatí, Argentina



REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

(RV).- (Audio) RealAudioMP3 En Argentina -país de Papa Francisco-, María de Nazaret se venera en varias advocaciones. Una de las más antiguas -desde 1616- es Nuestra Señora de Itatí, que tiene su santuario a 70 kilómetros de la Ciudad de Corrientes.
Los peregrinos llegan de todas partes para agradecer y rogar tantos milagros por la intercesión de la Madre por sus hijos ante el Dios altísimo. La gente humilde agradece y pide las cosas esenciales como la salud, el pan, el trabajo, una casa, el amor y la unidad de la familia.
Uno de los milagros más notables de esta advocación ocurrió en 1748: Un gran malón se lanzó para saquear y destruir el poblado, pero cuando los indios llegaron a las puertas de Itatí, se abrió ante ellos una ancha y profunda zanja que les impedía el paso. Se retiraron despavoridos ante semejante protección y los habitantes del pueblo acudieron a la capilla para agradecer a su Patrona.

“Itatí” significa en lengua guaraní: “punta de piedra”. Según la tradición, la imagen fue encontrada sobre una piedra en el curso del río Paraná. Los religiosos franciscanos, que estaban desde 1528, la trasladaron a la capilla de la nueva población que pasó a llamarse: "Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí".

En esta representación de la Madre de Dios de un metro con veintiséis centímetros de altura, tallada en madera de timbó con el rostro de nogal, la Virgen se ve con las manos juntas a la altura del pecho rezando por aquellos que Jesús en la cruz le dio como hijos. El azul y blanco de su manto, con el dorado de la corana y los bordes del vestido, son los colores de la bandera argentina.

Dice Papa Francisco: “María nos ha abierto, nos ha hecho entrar en su casa, en su santuario y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: «Hagan todo lo que él les diga» (Jn 2,5). Sí, Madre, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría”.

Purgatorio...

Matar el error, amar al que yerra

El Purgatorio existe. 
Los hermanos protestantes niegan el Purgatorio, y para ello suprimen de la Sagrada Escritura el libro de los Macabeos, donde se habla claramente de ofrendar por los difuntos para librarlos de sus pecados.
Pero también dentro de la misma Iglesia Católica no pocas veces están también los herejes, incluso sacerdotes, que niegan la existencia del Purgatorio. O si no lo niegan con las palabras, al menos lo niegan con las obras, porque jamás ofrecen Misas y sufragios por las almas que allí padecen, y desalientan a los fieles que quisieran ofrecerles esas ayudas.
Son verdaderos lobos rapaces disfrazados de ovejas, porque quien niega aunque sea sólo una verdad de fe, ya no es católico, y la existencia del Purgatorio es verdad de fe.
Así que no nos dejemos engañar por los de afuera o los de adentro que niegan el Purgatorio, porque sería seguir a Satanás, maestro del error, él mismo es el Error, y quiere inducir al mayor número de personas a la herejía y al error.
Tengamos en cuenta que el demonio, como buen ladrón y falsificador, no tratará de falsificar las monedas de poco valor, sino el oro y la plata. Por eso querrá quitar o falsificar la devoción a las Benditas Almas, e impedir que por ellas se ofrezcan Misas, oraciones, sacrificios y limosnas, pues él bien sabe que quien se dedica a aliviar a las almas que sufren en el Purgatorio, son presas perdidas para su avidez de demonio.
Nosotros, en cambio, que nos decimos católicos de verdad, creamos firmemente en el Purgatorio y en los tremendos sufrimientos que allí se padecen, porque si no lo creemos así, desengañémonos, pues no somos católicos.

martes, 8 de julio de 2014

Oración...

PON TUS MANOS SOBRE MÍ

                                                 
Pon tus manos sobre mí, Jesús,
tus manos humanas,
curtidas y traspasadas:
comunícame tu fuerza y energía,
tu anhelo y tu ternura,
tu capacidad de servicio y entrega.

Pon tus manos sobre mí, Jesús,
y abre en mi ser y vida
surcos claros y ventanas ciertas
para el Espíritu que vivifica:
líbrame del miedo y de la tristeza,
de la mediocridad y de la pereza.

Pon tus manos sobre las mías, Jesús,
que están sucias y perdidas;
dales ese toque de gracia que necesitan:
traspásalas, aunque se resistan,
hasta que sepan dar y gastarse
y hacerse reflejo claro de las tuyas.

Déjame poner mis manos en la tuyas
y sentir que somos hermanos,
con heridas y llagas vivas
y con manos libres,
fuertes y tiernas,
que abrazan. Amén.
 
 
Paz y Bien,

Itzel Paz de Silgado


"Mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría" Papa Francisco
 

lunes, 7 de julio de 2014

Mensaje espiritual...

Mensaje espiritual 

Dios es bueno. 
Nunca meditaremos lo suficiente en esta verdad de que Dios es bueno. Porque a veces, incluso en la Sagrada Escritura, vemos como un rostro desfigurado de Dios, como alguien que castiga. Y no pocas veces podemos atribuir a Dios todas nuestras desgracias y las desgracias de quienes amamos. Pero hay que saber que el mal, de cualquier naturaleza que sea, nunca, jamás puede venir de Dios, porque el mal es una imperfección, y de Dios no sale nada imperfecto ni hay nada que sea imperfecto.
Entonces ¿de dónde sale tanto mal que hay en el mundo y en nuestras vidas? La fuente de todo mal es Satanás y sus demonios. Es el pecado y todas sus consecuencias. Porque por el pecado vienen todas las desgracias y adversidades.
Entonces cuando veamos que alguien sufre, pensemos que sufre por causa del pecado, suyo o de otros, y por obra de los demonios, y acertaremos.
El mismo diluvio universal no fue enviado por Dios, sino causado por el demonio y los pecados de los hombres. Porque Dios no puede hacer positivamente el mal, sino que Él a veces lo permite como castigo misericordioso para que entremos en razón y, al menos en medio del sufrimiento, levantemos los ojos al Cielo y pidamos misericordia.
Dios es bueno, y por eso Jesús en el Evangelio nos dice que nadie conoce al Hijo sino el Padre, y que nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Pues bien, el Señor nos está revelando que el Padre es bueno, que no nos hace el mal, sino que todos los males del mundo vienen de otra fuente muy distinta.
Entonces, ¡qué grande debe ser nuestra confianza y amor al Padre eterno, sabiendo que Él quiere y busca sólo nuestro bien!
Pero tenemos que rezar mucho, para no ser vencidos por la prueba, y para que Dios no permita ciertas cosas y desgracias que nos dejarían abatidos. Por ello es que la oración es tan  importante, porque Dios quiere ayudarnos, pero ha condicionado mucho su ayuda a que nosotros se la pidamos. Si no le rogamos a Dios, entonces el mal y el Maligno nos estropearán los mejores planes, y al final terminaremos en un rotundo fracaso: el infierno eterno.