martes, 10 de marzo de 2015

The Beatles She Loves You [Mersey Sound HQ]

El Evangelio...

Partículas de Evangelio

Cercano.
Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: “Yo les aseguro que uno de ustedes me entregará.” Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: “¿Acaso seré yo, Señor?” Él respondió: “El que ha metido conmigo la mano en el plato, ése me entregará.” (Mt 26, 20-23).
Comentario:
Aquí el Señor demuestra cuán cercano de Sí tenía a Judas Iscariote, pues dice que quien ha metido la mano en el mismo plato, es decir, quien está muy cerca mío, es quien me entregará.
Nosotros debemos pensar también seriamente si estamos cerca de Jesús, que ello no se vuelva algo con lo que nos dañemos a nosotros y dañemos a muchos. Porque el seguir a Jesús es como un arma de doble filo, pues si somos rectos de intención y tenemos buena voluntad, ello será gloria para nosotros y salvación para muchos. Pero si no tenemos recta intención al seguir a Cristo, antes o después seremos unos traidores, y nos haremos mal a nosotros y causaremos dolor y mal a muchas almas.
Pensemos bien de qué modo estamos siguiendo a Jesús, porque Él continúa siendo, como lo profetizara el anciano Simeón a María, “signo de contradicción”, es decir, que ante Jesucristo uno no puede quedar indiferente, sino que debe tomar partido, con Él o contra Él.
Pero si nos decimos suyos, y luego le traicionamos, es algo peor que el no haberlo conocido jamás. Por ello debemos estar atentos y vigilar siempre nuestro corazón, que no se dedique a las cosas mundanas y a tener deseos de triunfos humanos, y de bienes terrenos, porque entonces ya vamos camino de traicionar a Cristo.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.

sábado, 7 de marzo de 2015

La oración...

Diario vivir

No dejar la oración.
Así como el cuerpo no puede vivir sin respirar, el alma tampoco puede vivir sin la oración, porque si queremos conservarla viva, es decir en gracia y amistad con Dios, y así estar bien preparados por si tenemos que pasar a la eternidad, entonces tenemos que rezar, puesto que la gracia debe ser alimentada por Dios mismo, y eso se hace a través de la oración y de los sacramentos.
Si dejamos la oración, poco a poco nos iremos enfriando en las cosas de Dios, y bajaremos la mirada, y de las cosas celestiales la posaremos en las cosas materiales, y si continuamos sin rezar, el próximo paso es quedar envueltos en pecados cada vez más graves.
No dejemos la oración por nada del mundo, porque si la dejamos de lado, muy pronto estaremos perdidos en el tiempo y en la eternidad.
Hagamos el propósito, al menos, de rezar todos los días las tres Avemarías. Cualquiera puede practicar esta devoción, y quien no la practica, no es por falta de tiempo, sino por falta de amor a Dios y de amor a sí mismo, a su propia alma, y a sus seres queridos, porque esta sencilla devoción de rezar cada día tres avemarías lo puede hacer cualquiera. Si no lo hacemos es señal de que no nos interesan las cosas de Dios ni la salvación de nuestras almas.
Los santos no fueron santos sino porque rezaron muchísimo. Ellos, que creemos que no necesitaban de nada y que lo tenían todo, sin embargo han rezado, ¡y cuánto! ¿Y nosotros, faltos de todo, queremos pasar esta prueba de la vida sin elevar siquiera unas pocas oraciones cada día? Qué equivocados estamos, y en este convencimiento, no poca influencia debe tener Satanás, puesto que él lo que más desea es que no recemos, para ser sus fáciles presas.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Santana - Oye Como Va (Live HQ - Carlos Santana)

Novena...

Novena de la Gracia

ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN
Con ocasión de adornar un altar en Nápoles para una fiesta de la Inmaculada Concepción en 1633, cayó desde los andamios un martillo de dos libras de peso que hirió mortalmente al Padre Marcelo Mastrilli, de la Compañía de Jesús, destrozándole la sien derecha. De día en día llegó a agravarse tanto su enfermedad, que iban a darle ya la Extremaunción, pues era imposible administrarle el Viático, por no poder el enfermo ni tomar una gota de agua. Pero cuando estaban pensando en esto, he aquí que el P. Mastrilli, se levanta sano y bueno... La herida había desaparecido, la cicatriz no se notaba, el Padre se sentía restablecido de repente. Bien temprano celebró su misa y dio la comunión a muchas personas que concurrieron a ver este prodigio.
Subió en seguida al púlpito, y por su propia voz explicó al pueblo de Nápoles el secreto. Viéndose herido y sin esperanza de vida, había hecho voto en honor de San Francisco Javier de ir a las Misiones de Indias, si le concedía la salud. La noche última se le había aparecido el santo animándolo a cumplir su voto y recibir el martirio en el Japón (como así sucedió). El P. Mastrilli prometió la especial ayuda del santo a cuantos le invoquen y también recomendó hacerle una novena.
Más tarde, el P. Alejandro Filipucci, también curado por el santo en 1658, compuso la novena y fijó como fecha para su realización del 4 al 12 de marzo (aniversario de su canonización), aunque puede hacerse en cualquier época del año. Desde entonces esta devoción se ha divulgado rápidamente por todas partes. Se la conoce con el nombre de Novena de la Gracia "por su grande y comprobada eficacia en las necesidades de la vida presente" (S. Pío X).
Los Romanos Pontífices han concedido 300 días de indulgencia por cada día de la novena, y una indulgencia plenaria al fin, si en alguno de estos días se ha confesado y comulgado y rogado por las intenciones de Su Santidad
HE AQUÍ LA NOVENA:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición: Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
ORACIÓN
Amabilísimo y amantísimo Santo: adoro con vos humildemente a la Divina Majestad y le doy gracias por los singulares dones de gracia que os concedió en vida y por la gloria de que ya gozáis. Os suplico con todo el afecto de mi alma, me consigáis, por vuestra poderosa intercesión, la gracia importantísima de vivir y morir santamente. Os pido también me alcancéis la gracia especial que pido en esta novena. Y si lo que pido no conviene a mayor gloria de Dios y bien de mi alma, quiero alcanzar lo que para eso fuere más conveniente. Amén.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
ORACIÓN ATRIBUIDA A FRANCISCO JAVIER
Eterno Dios, Criador de todas las cosas: acordaos qué Vos criasteis las almas de los infieles haciéndolas a vuestra imagen y semejanza.
Mirad, Señor, como en oprobio vuestro se llenan de ellas los infiernos. Acordaos, Padre celestial, de vuestro Hijo Jesucristo, que derramando tan liberalmente su sangre, padeció por ellas. No permitáis que sea vuestro Hijo por más tiempo menospreciado de los infieles, antes aplacado con los ruegos y oraciones de vuestros escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa benditísima de vuestro mismo Hijo, acordaos de vuestra misericordia, y olvidando su idolatría e infidelidad, haced que ellos conozcan también al que enviasteis, Jesucristo, Hijo vuestro, que es salud, y vida y resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos; a quien sea dada la gloria por infinitos siglos de los siglos. Amén.
Oremos. Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier: concédenos que, pues veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, imitemos, también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.