jueves, 1 de octubre de 2015

Reflexión...

REFLEXIÓN DEL DÍA

Aprovechar el tiempo.
Es una verdadera lástima que dejemos pasar el tiempo a veces tan inútilmente, sin aprovecharlo para hacernos más buenos, para hacernos más santos y dedicarlo al apostolado.
No perdamos más el tiempo que, como dicen los maestros de la vida espiritual: “El tiempo es gloria”, ya que cada segundo, si lo aprovechamos para el bien, nos acarrea un peso de gloria que disfrutaremos en la eternidad, pero que ya desde la tierra nos trae aparejado un gran bien.
Llenemos nuestra jornada diaria de oración, de buenas obras, aunque sean pequeñas cosas que vayamos haciendo, pero todas hechas con amor a Dios y al prójimo, serán de un gran bien para nosotros y para nuestra santificación.
Recordemos que sólo tenemos esta vida terrena y que no habrá una segunda oportunidad. Los cristianos no creemos en la reencarnación ni en vidas sucesivas, sino que sabemos bien que después de esta vida en este mundo, llega la muerte, y con la muerte, el juicio, en que recibiremos la sentencia eterna: Cielo o Infierno, y quizás provisoriamente Purgatorio.
Si pensáramos más en estas cosas, no perderíamos tanto tiempo en banalidades, sino que invertiríamos el tiempo en cosas productivas según Dios, en rezar más, en meditar, en hacer buenas obras, o en hacer todo lo que hacemos habitualmente, pero de manera más perfecta.
Pensemos en ello y a partir de hoy hagamos el propósito de aprovechar mejor el tiempo de vida, porque no sabemos cuándo vendrá Nuestro Señor, ya sea en su Segunda Venida, o en el día de nuestra muerte, día en que para nosotros habrá terminado el mundo.


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Mensaje...

Mensaje eucarístico

Motor.
Nuestro motor en la vida espiritual y en la vida apostólica, debe ser la Comunión recibida, adorada y contemplada, porque es desde la Eucaristía que el Señor nos da la fuerza para emprender todas las obras apostólicas que tengamos que realizar, y también de allí nos viene la fuerza para reformar nuestra vida, practicando las virtudes.
Por eso no dejemos jamás (salvo que estemos en pecado mortal), el acercarnos a comulgar cada domingo, y de ser posible todos los días, porque cada vez que comulgamos con las debidas disposiciones, adquirimos una fortuna inmensa, de modo que sólo en el Cielo comprenderemos lo valiosa que era cada Santa Comunión eucarística.
¡Y nosotros, que por tan vanos y pobres motivos dejamos de ir a Misa, y de recibir al Señor Sacramentado!
En esto podemos ver una astucia del enemigo del alma, que quiere mantenernos apartados del Bien, que es la Comunión; y si no logra hacernos caer en pecado mortal y mantenernos en ese estado para que no nos podamos acercar a comulgar, al menos trata de infundirnos tibieza y dejadez, de manera que por nosotros mismos dejamos de asistir a la iglesia, y así ya nos tiene atrapados entre sus lazos.
Cueste lo que cueste, confesémonos si es necesario y volvamos a recibir a Jesús Sacramentado, al menos todos los domingos, y si podemos, también entre semana, porque ya lo ha dicho el Señor en el Evangelio: “Sin Mí, nada podéis hacer”. Es decir que sin la Eucaristía, no podemos hacer nada, absolutamente, de bien.


martes, 29 de septiembre de 2015

Imitar...

Imitando a Jesús y a María

Pureza.
Debemos imitar a Jesús y María en especial en la pureza, porque Ellos eran muy puros, purísimos, y nosotros debemos tratar de imitarlos según nuestra capacidad y con la ayuda de Dios, ya que la pureza es una virtud muy amada por Jesús y María.
La pureza da claridad al pensamiento, y cuando uno comete un pecado impuro, se desmantela todo el edificio espiritual. No es por casualidad que el demonio siempre comience por tentar contra la pureza, pues bien sabe que induciendo a un alma a la impureza, ya la tiene completamente con él.
Es necesario que, para guardar esta virtud tan grata a Dios, cerremos los ojos al mal y a las modas provocativas que se ven por todas partes. Es también necesario que nos encomendemos a la Santísima Virgen, quien ayuda muchísimo a las almas que quieren guardarse castas y puras.
La Santísima Virgen de Fátima le ha confiado a la Beata Jacinta Marto, vidente de estas apariciones, que los pecados que más almas llevan al infierno son los pecados de la carne. De manera que no es poca cosa el guardar la pureza, porque ya tenemos un gran trecho de camino recorrido hacia la santidad, pues lo que más cuesta vencer, a veces, es dominar las tentaciones impuras.
Jesús, María, os amo, salvad las almas


lunes, 28 de septiembre de 2015

Conociendo al Señor...

Conociendo a Jesucristo

Jesús el Enamorado.
Si un hombre que está enamorado de su amada, sufre y pena por amor si ella no le corresponde, ¿qué será para el Señor Jesús, que es el eterno Enamorado de las almas, las cuales muchas de ellas no le corresponden, e incluso le desprecian?
Se puede decir que Jesús es el eterno Enamorado, pero también el eterno Despreciado, porque hay muchas almas para las que ha sido vana e inútil la venida del Verbo de Dios al mundo, a padecer y morir por ellas.
Suele pasar en las relaciones amorosas, que cuando un hombre no es correspondido en su amor por su amada, hay alguien, alguna mujer piadosa, que puede ser su madre u otra mujer, que consuela de la falta de amor.
Y también nosotros, que amamos a Jesús, tenemos que ser como esas almas que consuelan a Jesús de la falta de amor de otras almas.
Es triste para el Señor saber desde siempre que habría muchas almas para las cuales no serviría el Sacrificio del Calvario. ¡Qué dolor para Jesús! Y Él sigue sufriendo actualmente ante tanto desamor de tantas personas, e incluso entre sus elegidos, ¡cuántas veces se debe encontrar el Señor con corazones fríos o tibios! Al menos nosotros, que estamos leyendo estas verdades, consolemos a Jesús con nuestro fiel y sincero amor, para medicarle las heridas de amor que tiene este Dios Enamorado.
¡Alabado sea Jesucristo!


domingo, 27 de septiembre de 2015

Mensaje...

Mensaje del 25 de septiembre de 2015

“Queridos hijos! También hoy oro al Espíritu Santo para que llene sus corazones con una fe firme. La oración y la fe llenarán su corazón de amor y de alegría, y ustedes serán una señal para aquellos que están lejos de Dios. Hijitos, exhórtense unos a otros a la oración con el corazón, para que la oración llene su vida, y ustedes, hijitos, cada día serán, sobre todo, testigos del servicio a Dios en la adoración y al prójimo en la necesidad. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

sábado, 26 de septiembre de 2015

Catecismo...

APUNTES DE CATECISMO

Del Catecismo de la Iglesia Católica.
591 Jesús pidió a las autoridades religiosas de Jerusalén creer en él en virtud de las obras de su Padre que el realizaba (Jn 10, 36-38). Pero tal acto de fe debía pasar por una misteriosa muerte a sí mismo para un nuevo "nacimiento de lo alto" (Jn 3, 7) atraído por la gracia divina (cf. Jn 6, 44). Tal exigencia de conversión frente a un cumplimiento tan sorprendente de las promesas (cf. Is 53, 1) permite comprender el trágico desprecio del sanhedrín al estimar que Jesús merecía la muerte como blasfemo (cf. Mc 3, 6; Mt 26, 64-66). Sus miembros obraban así tanto por "ignorancia" (cf. Lc 23, 34;Hch 3, 17-18) como por el "endurecimiento" (Mc 3, 5;Rm 11, 25) de la "incredulidad" (Rm 11, 20).
Comentario:
Fue una gran injusticia la muerte de Jesús, porque si bien estaba profetizado que así debía suceder, eso no daba el pie para que mataran al Señor. Porque incluso algunas corrientes teológicas toman que incluso Judas ayudó a la redención, y lo ven poco menos que como a un héroe.
El endurecimiento de los judíos ha venido también para que la Verdad fuera predicada a los gentiles, es decir, a nosotros, y así, al final de los tiempos también los judíos, o buena parte de ellos, abrazarán la fe en Jesucristo.
Suspiremos por esa hora y, mientras tanto, aliviemos los sufrimientos del Señor, porque Él misteriosamente sigue padeciendo moral y espiritualmente por los pecados del mundo.
En cada Misa el Señor vuelve a hacer presente su sacrificio, aunque de modo incruento, y nosotros debemos estar presentes en la Santa Misa, para consolar a Jesús, que ha muerto por todos los hombres, pero que de ellos recibe tan poca correspondencia.
Así que no busquemos excusas para hacer el mal, porque el mal jamás hay que cometerlo. Estos judíos, en especial el sumo sacerdote Caifás, que incluso profetizó que Jesús tenía que morir por todo el pueblo; no quita que hayan sido malvados en llevar a cabo esa sentencia y haber condenado a muerte al Autor de la Vida.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Mi familia...


Quince minutos con María

Mi familia.
María, Madre mía, hoy quiero encomendarte a mi familia, y te prometo ocuparme más de Ti y de tus cosas, es decir, del Reino de Dios y la salvación de las almas, para que Tú te ocupes por mis cosas y mis seres queridos.
¡Cuánta necesidad tenemos de Ti en mi familia! Para conservar lo bueno que queda en ella, y para conquistar otras virtudes y bondades que sólo podemos alcanzar con tu ayuda.
Tú, Virgen santa, que quisiste vivir en una familia y que desde muy pequeñita tuviste que abandonar tu familia, a tus padres Joaquín y Ana, e irte al Templo para prepararte dignamente a la misión que el Señor te encomendaba; te ruego que aceptes la invitación que te hago de que entres en mi familia, de que seas un miembro más de ella, el miembro de honor, para que ella permanezca unida ante los avatares del mundo y las asechanzas del demonio.
Hoy quiero proclamarte Reina del hogar, de mi familia, para que vivamos todos en paz entre nosotros y con las demás familias. Especialmente te lo pido en estos tiempos en que la discordia quiere arruinar todo el amor y caridad que aún quedan en los pueblos y comunidades.
Virgen Santísima, ten compasión de mi familia y de todos mis parientes, para que un día lleguemos todos juntos, al Cielo bendito en que contigo estaremos para siempre unidos y dándote gracias eternamente.