miércoles, 15 de agosto de 2018

Perdón...

Tema de hoy

Dios perdona al que se arrepiente.
Dios es la misma Misericordia, y si pecamos y nos arrepentimos de corazón y le pedimos perdón, Él nos perdona; y no sólo nos perdona, sino que nos premia y nos da la forma de reparar el mal que hicimos. Por eso debemos confiar siempre en Dios, y si tenemos la desgracia de ofenderlo, no debemos desesperarnos ni tener miedo de Dios, sino acercarnos a Él con corazón contrito y humillado y pedirle humildemente perdón.
No hay que cometer el pecado; pero si lo hemos cometido, sepamos que ese mismo pecado nos ayudará a subir más alto, pues nos hará más humildes y conocedores de nuestra nada, y Dios ama mucho a los humildes y premia esta virtud. Ya lo dice Jesús en el Evangelio que quien se humilla será ensalzado, y el que se ensalza será humillado. Entonces, si un pecado que hemos cometido nos sirve para comprobar nuestra debilidad y nuestra miseria y hacernos más humildes, ¡bendito sea Dios, que de un mal sabe sacar un bien para su criatura!
Y es que la función de Dios es sacar un bien del mal realizado; así como la función de Satanás es sacar un mal del bien realizado.
Así que no nos desanimemos si hemos pecado, sino que con mucha humildad pidamos perdón a Dios, hagamos una buena y completa confesión con un sacerdote y sigamos adelante, sabiendo que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; y como dice la liturgia en Pascua: “¡Feliz culpa, que nos mereció tan gran Redentor!”. Así nosotros no nos desanimemos por nuestras caídas, sino levantémonos y sigamos adelante con paz en el alma y confianza en la Bondad infinita de Dios que siempre nos perdona.
¡Ave María purísima! 
¡Sin pecado concebida!

martes, 14 de agosto de 2018

Remedio...

Dios es bueno y nos ama

Remedio amargo.
A ninguno nos gustaba, de pequeños, tomar ningún remedio amargo. Y ahora, que somos pequeñuelos de Dios, también queremos sólo bebidas dulces, pero no remedios amargos.
Pero es que los remedios nos hacen bien cuando estamos enfermos. Y nosotros estamos muchas veces enfermos, no tanto en el cuerpo, sino en el alma, y es necesario que Dios de vez en cuando nos administre algún medicamento amargo, es decir, algún sufrimiento, o dolor.
Si Dios no haría esto con nosotros, entonces no adelantaríamos, porque el adelanto está en asimilar las cosas que nos van sucediendo cada día, buenas y malas, pensando que si Dios las quiso para nosotros, o que al menos las ha permitido, es siempre por un bien para nosotros.
Son las podas del Señor, como el mismo Cristo ha dicho en el Evangelio. Son las podas del Padre, que a veces parecen que hacen más daño que bien. Incluso quien ha paseado por algún viñedo en época de poda, cree que el viñador ha matado a la planta, de tanto como la ha podado. Pero que venga en tiempos de frutos y verá lo admirable de los frutos de esa vid.
También a veces el Señor permite algún dolor en nuestra vida que “nos mata” aparentemente. Pero esperemos que pase el tiempo, y veremos cómo da sus frutos. Y el sólo hacernos más misericordiosos, sabiendo compadecer a quienes pasan un dolor semejante al nuestro, ya es un buen fruto, porque no otra cosa ha hecho el Señor, que vino a padecer con los hombres para entender en carne propia lo que significa sufrir, y así ser compasivo.
¡Bendito sea Dios!

lunes, 13 de agosto de 2018

Mensajes...

Mensaje sobre la reparación

Mensajes de María del Rosario de San Nicolás:
Amor reparador.
24-9-88 1522
Veo a la Santísima Virgen, me dice: Cristo Jesús, Cordero sin tacha, Corazón Purísimo, Redentor del mundo, que lavó con Su Sangre, los pecados de los hombres. ¡Tanto Amor encierra Su Corazón y tanto dolor!
Amado sea por todas las almas, porque siendo amado, serán reparados los ultrajes que recibe.
Si es amado, Su Amor, descenderá copiosamente sobre las almas.
Gloria al Señor.
Hazlo conocer.
Comentario:
Los pecados hieren a Jesús. Y en el fondo de todo pecado está el odio. Por eso si queremos reparar tenemos que amar mucho al Señor, para equilibrar la balanza de la justicia, y que el platillo del amor a Dios, pese más que el del odio y del pecado.
A veces nos puede pasar que estamos tan ocupados en “cumplir” las cosas de Dios, que nos olvidamos de lo más importante que es amar a Dios, amar a Jesús.
Reavivemos cada día el fuego del amor a Dios y así repararemos por tantos pecados, que no son otra cosa que falta de amor al Señor.
Dice Jesús en el Evangelio que el que verdaderamente lo ama es aquél que cumple su palabra, es decir, los Mandamientos y las enseñanzas de Jesús. Entonces cumplamos los mandatos del Señor y así estaremos demostrándole nuestro amor. También digámosle muchas veces al día que lo amamos, porque Él quiere oírnoslo decir, puesto que Él es el Amor, y busca en nosotros, los hombres, sus criaturas, solo amor.
 
 

sábado, 11 de agosto de 2018

Desobediencia...

La desobediencia, señal satánica.

Hoy cada uno quiere regirse por sí mismo y pocos son los que toleran la autoridad y obedecen a sus superiores.
Pero debemos tener bien presente que la desobediencia es señal satánica, puesto que el primer desobediente fue Lucifer, que con su caída arrastró a una tercera parte de los ángeles, y ahora son demonios horripilantes congelados en el mal y fuentes de todo mal.
También muchas mujeres de hoy quieren desobedecer a Dios y a sus esposos, siendo que la Santísima Virgen, Modelo de toda mujer, obedeció a Dios y también a su esposo José, aunque María era superior a su esposo pues era la Madre de Dios. Sin embargo vemos que en la huida a Belén, el Ángel le dice a San José que tome al Niño y a su Madre y huya a Egipto. María obedeció a su esposo, y toda buena mujer debe obedecer a su esposo en todo lo que sea justo.
Pero hoy nadie quiere obedecer, y se toma el ser desobediente como una conquista de la libertad, de la autonomía.
Muchos rasgarán sus vestiduras al oír que la mujer debe obedecer a su esposo. Si la Santísima Virgen lo hizo, entonces toda mujer debe hacerlo, si es que quiere ser verdadera y perfecta mujer. Digan lo que digan las corrientes de pensamiento de moda, ésta es la realidad y el orden que Dios ha dado a la humanidad.
Esta sociedad tiene el distintivo satánico de la desobediencia, porque como no tolera autoridad, se rebela, al igual que el diablo, que no quiso someterse a la voluntad de Dios.
Ésta es la sana doctrina del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, y la Virgen, haciéndose obediente a Dios y a su esposo terreno, conquistó el lugar más alto del Cielo. Y Cristo, obedeciendo a su Padre del Cielo, a su Madre la Virgen, a su padre adoptivo San José, y hasta a los mismos verdugos que le maltrataban, recibió el Nombre que está sobre todo Nombre, y su trono está a la diestra de Dios Padre.
Vemos, entonces que la desobediencia es señal satánica, mientras que la obediencia es señal divina y nos obtiene el ser semejantes a Dios.
Miremos a cada uno a ver si es obediente o desobediente, y tendremos una noción de qué espíritu lo mueve.

viernes, 10 de agosto de 2018

Perseverar...

Perseverar es la contraseña

Voluntad firme.
21-6-84 182
Mensaje para los jóvenes: La juventud, la juventud toda necesita de nuestro Señor, necesita salvarse. Deben aprender a encaminar sus vidas.
Hijos míos: debéis vencer la inconstancia para dar paso a la perseverancia, a la fe en Dios. No la dejéis debilitar, sino que debéis aumentarla, confiad en El, dejad que penetre en vosotros su Palabra y descubriréis qué justo es el Señor.
Escuchadlo y abridle vuestro corazón.
Amén. Amén.
Dad a conocer.
Leed: Hebreos C. 12, V. 1-2-3
1 Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.
2 Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se le ofrecía, soportó la Cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del Trono de Dios.
3 Piensen en Aquél que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento.
(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás - Argentina)
Comentario:
Para perseverar en el bien hace falta, además de la ayuda de Dios, la firme voluntad del alma. Pero ¿podemos esperar que los jóvenes, y todos en general, tengan voluntad, cuando pasan horas y horas frente al televisor, que arruina la voluntad desde la infancia?
Todo lo que debilita la voluntad, hay que rechazarlo como demoníaco, pues es la voluntad la que peca, y la que se mantiene fiel. Si nos atacan la voluntad, entonces somos juguetes del demonio.
Pero la voluntad solamente no alcanza, sino que es necesaria la ayuda de Dios, que se obtiene por medio de la oración. Pero no rezaremos si no estamos convencidos de que la oración es hablar con Dios, que es un Padre que nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Si no conocemos a Dios, si la gente y los jóvenes no conocen a Dios, entonces no lo amarán, y por lo tanto no rezarán, y muy pronto estarán envueltos en pecados graves.
Así que de estas cosas se desprende que es muy necesario dar a la gente un conocimiento de Dios, pues incluso sacerdotes en las Misas dan una visión de Dios muy pobre, cuando no hereje. ¿Y así cómo se pretende perseverancia? ¿Cómo se quiere inducir a la gente a que rece, si se le ha presentado una caricatura de Dios y de la vida? Si no se les dice a los jóvenes y a todos los hombres que la vida es un combate continuo, una prueba en que está en juego el destino eterno del alma, y quizás las de muchas almas encomendadas, entonces es lógico que pocos sean los que perseveran.
Si ya no se habla del Infierno, y de que éste es eterno, ¿quién pondrá los medios para evitar ir allí?

jueves, 9 de agosto de 2018

Vivir...

Vivir el presente

Mi amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y levantó un paquete envuelto en papel de seda:

Esto - dijo - no es un simple paquete, es lencería.

Tiró el papel que lo envolvía y observó la exquisita seda y el encaje.

"Ella compró esto la primera vez que fuimos a Nueva York, hace 8 o 9 años. Nunca lo usó. Lo estaba guardando para una "ocasión especial". Bueno... creo que esta es la ocasión".

Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con las demás ropas que iba a llevar a la funeraria. Su esposa acababa de morir. Volviéndose hacia mí, dijo:

"No guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial".

Todavía estoy pensando en esas palabras.. ya han cambiado mi vida. Ahora estoy leyendo más y limpiando menos. Me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín. Paso más tiempo con mi familia y amigos y menos tiempo en el trabajo. He comprendido que la vida debe ser un conjunto de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir. Ya no guardo nada. Uso mis copas de cristal todos los días. Ya no guardo mi mejor perfume para fiestas especiales, lo uso cada vez que me apetece hacerlo. Las frases "algún día..." y " uno de estos días", están desapareciendo de mi vocabulario. Si vale la pena verlo, escucharlo o hacerlo, quiero verlo, escucharlo o hacerlo ahora. No estoy seguro de lo que habría hecho la esposa de mi amigo si hubiera sabido que no estaría aquí para el mañana que todos tomamos tan a la ligera. Creo que hubiera llamado a sus familiares y amigos cercanos. A lo mejor, hubiera llamado a algunos antiguos amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos del pasado. Me gusta pensar que hubiera ido a comer comida china, su favorita. Son esas pequeñas cosas dejadas sin hacer las que me harían enojar si supiera que mis horas están limitadas. Enojado porque dejé de ver a buenos amigos con quienes me iba a poner en contacto "algún día"... Enojado porque no escribí ciertas  cartas que pensaba escribir "uno de estos días". Enojado y triste porque no le dije a mis hermanos y a mis hijos con suficiente frecuencia, cuánto los amo. Ahora trato de no retardar, detener o guardar nada que agregaría risa y alegría a nuestras vidas.

Y cada mañana me digo a mí mismo que este día es especial,....cada día, cada hora, cada minuto... es especial. Si estás leyendo esto, es porque alguien te quiere...