sábado, 1 de diciembre de 2012
Vendrá la paz...
Vendrá la paz
Si tú crees que una sonrisa
es más fuerte que un arma,
si tú crees que lo que une a los hombres
es más fuerte que lo que los separa,
si tú crees en el poder de una mano extendida,
si tu crees que ser diferente es una riqueza
y no un peligro, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor,
si tú sabes preferir la esperanza a la sospecha,
si tú estás persuadido
que te corresponde tomar
la iniciativa antes que el otro,
si todavía la mirada de un niño
llega a desarmar tu corazón, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú puedes alegrarte del gozo de tu vecino,
si la injusticia que golpea a los otros te indigna
tanto como la que tú puedes sufrir,
si para ti el extranjero es un hermano,
si tú puedes dar gratuitamente
un poco de tu tiempo por amor, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú sabes aceptar que el otro te preste su ayuda,
si tú compartes tu pan
y sabes dar con el un pedazo de tu corazón,
si tú crees que el perdón
consigue más que la venganza,
si tú sabes cantar la felicidad de otro
y bailar su alegría... entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú puedes escuchar al desdichado
que te hace perder tu tiempo
y entretenerlo con una sonrisa,
si tú sabes aceptar la crítica
y hacer que te sea provechosa
sin rechazarla ni defenderte,
si tú sabes acoger y aceptar
un punto de vista diferente al tuyo,
si tú rehúsas a darte golpes por tus culpas
en el pecho de otros entonces…
¡Vendrá la paz!
Si para ti el otro es ante todo un hermano,
si para ti la cólera es una debilidad,
no una manifestación de fuerza,
si tú prefieres ser herido
antes de hacer daño a alguien,
si tú no te sientes tan importante que
después de ti el Diluvio entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú alcanzas y te colocas al lado del pobre
y del oprimido sin creerte un héroe,
si tú crees que el amor es la única fuerza de disuasión,
si tú crees que la paz es posible, entonces…
¡Vendrá la paz!
es más fuerte que un arma,
si tú crees que lo que une a los hombres
es más fuerte que lo que los separa,
si tú crees en el poder de una mano extendida,
si tu crees que ser diferente es una riqueza
y no un peligro, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú sabes mirar al otro con un poquito de amor,
si tú sabes preferir la esperanza a la sospecha,
si tú estás persuadido
que te corresponde tomar
la iniciativa antes que el otro,
si todavía la mirada de un niño
llega a desarmar tu corazón, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú puedes alegrarte del gozo de tu vecino,
si la injusticia que golpea a los otros te indigna
tanto como la que tú puedes sufrir,
si para ti el extranjero es un hermano,
si tú puedes dar gratuitamente
un poco de tu tiempo por amor, entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú sabes aceptar que el otro te preste su ayuda,
si tú compartes tu pan
y sabes dar con el un pedazo de tu corazón,
si tú crees que el perdón
consigue más que la venganza,
si tú sabes cantar la felicidad de otro
y bailar su alegría... entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú puedes escuchar al desdichado
que te hace perder tu tiempo
y entretenerlo con una sonrisa,
si tú sabes aceptar la crítica
y hacer que te sea provechosa
sin rechazarla ni defenderte,
si tú sabes acoger y aceptar
un punto de vista diferente al tuyo,
si tú rehúsas a darte golpes por tus culpas
en el pecho de otros entonces…
¡Vendrá la paz!
Si para ti el otro es ante todo un hermano,
si para ti la cólera es una debilidad,
no una manifestación de fuerza,
si tú prefieres ser herido
antes de hacer daño a alguien,
si tú no te sientes tan importante que
después de ti el Diluvio entonces…
¡Vendrá la paz!
Si tú alcanzas y te colocas al lado del pobre
y del oprimido sin creerte un héroe,
si tú crees que el amor es la única fuerza de disuasión,
si tú crees que la paz es posible, entonces…
¡Vendrá la paz!
Mes de la Virgen María...
DÍA VEINTICINCO (1/DIC)
La Iglesia
CONSIDERACIÓN. – Nuestro Señor ha descendido a la tierra no solamente para salvar a la
humanidad con sus sufrimientos y muerte, sino también para fundar la Iglesia, esa sociedad de fieles que
hacen profesión de una misma fe. Dio las direcciones a San Pedro, a los apóstoles y a sus sucesores.
Nosotros tenemos la felicidad de haber nacido en su seno. Nuestros sacerdotes, nuestros Obispos y
nuestro muy Santo Padre el Papa, son, aquí abajo, los representantes de Jesús y los continuadores de su
obra. Nosotros les debemos un gran respeto y una entera sumisión.
La Iglesia es una familia de la cual Jesús es el jefe y nosotros los miembros. El verdadero cristiano
ama a la Iglesia; su corazón se entristece cuando es perseguida por los malvados y sus sacerdotes
calumniados.
El cristiano sabe que el Sacerdote es amigo del desgraciado, socorro del pecador y lo rodea de toda
clase de respetos.
La Santísima Virgen amaba a la Iglesia. En los años que siguieron a la Ascensión de su Divino Hijo,
San Pedro y los otros apóstoles, continuamente le pedían consejos y solicitaban sus plegarias. Pidámosle
que sea siempre la protectora de los cristianos y obtenga de su Divino Hijo, el triunfo de la Iglesia.
EJEMPLOS. – Sobre todo en las épocas en que la Iglesia es perseguida, la fe de los fieles y su
consagración, deben manifestarse por sus obras.
En los primeros siglos del cristianismo vemos a hombres venerables como Pudente, príncipe del
senado romano; a mujeres de alta posición como Priscila, su esposa, emplear su oro y su celo en la
propagación de la fe.
Cuando fueron muertos, dos jóvenes, sus hijas, las jóvenes Pudenciana y Práxedes, vendieron sus
villas y pusieron el importe con todos sus demás bienes a la disposición de San Pedro, para la
propagación de la fe, alivio de los pobres y servicio de la Iglesia, mientras que ellas se retiraban a una
humilde buhardilla, para llevar una vida toda de caridad y plegarias.
Así, en nuestro siglo mismo hemos visto a valerosos jóvenes, dejar, al primer llamado, a sus
familias y sus países para ir a derramar su sangre por la defensa de la Iglesia, alentados en este supremo
sacrificio, por madres verdaderamente cristianas. Una de ellas, al enterarse de la pérdida de su hijo único,
muerto en Monte Libretti, llevó su heroísmo al punto de lamentar no tener un segundo hijo que pudiera
reemplazar, en el ejército de la Santa Sede, a aquel que acababa de perecer gloriosamente.
Citamos aún la consagración de esa pobre sirvienta, quien, llevando a un ministro del Señor sus
ganancias de un año, para ser enviadas al Santo Padre, despojado por los enemigos de la Iglesia, dijo
simplemente:
-¿Los hijos no deben, acaso, ayudar a su Padre?
PLEGARIA DE SAN GERMÁN. – Acordaos de vuestros servidores, Virgen santa, inspirad sus
plegarias, conservadles la fe, llamad los pueblos a la unidad de la Iglesia; haced que reine la paz en el
mundo, libradnos de los peligros que nos rodean y obtenednos un día la recompensa eterna. Así sea.
RESOLUCIÓN. – Rezaré cada día por el triunfo de la Iglesia.
JACULATORIA. – María, Torre de David, rogad por nosotros
viernes, 30 de noviembre de 2012
Mes de la Virgen María...
DÍA VEINTICUATRO (30/NOV)
La Santa Comunión
CONSIDERACIÓN. – Si el cuerpo humano necesita, para sostenerse, alimentos materiales, es
necesario también al alma, un alimento que la conserve y le dé fuerzas.
Nuestro divino Maestro no se ha limitado a habitar en medio de nosotros en el Santísimo
Sacramento del altar; ha dicho a sus Apóstoles que era el Pan de vida bajado del Cielo y que aquél que lo
comiere viviría eternamente. Y sin embargo, un gran número de cristianos se mantienen alejados de la
santa Mesa no acercándose más que cuando los preceptos de la Iglesia los obligan bajo pena de pecado.
Aquel que se privara durante largas horas de tomar alimento, caería desfallecido y terminaría por morir;
del mismo modo, el alma que no se fortifica por la recepción de la Santa Comunión, queda sin energía
frente a la tentación y a la prueba y cae en las faltas más graves.
Los discípulos del Salvador, en los primeros tiempos de la Iglesia, cuando la persecución reinaba
con furor, salvaban todos los obstáculos para llegar a recibir el Pan de los Fuertes.
Así se volvían invencibles y sabían aceptar la muerte antes que renegar su fe.
¡Cuál no sería el gozo de María, cuando, después de la Ascensión del Salvador, San Juan depositaba
cada día sobre sus labios la Hostia santa! ¡Pudiéramos imitarla y por la santidad de nuestra vida, hacernos
dignos de aproximarnos frecuentemente, al sacramento de la Eucaristía!
EJEMPLO. – Cuando San Francisco de Sales hacía sus estudios, se confesaba y comulgaba cada
ocho días, y cuando se le preguntaba por qué: “Es, decía, por la misma razón que me hace hablar
frecuentemente a mi profesor. Nuestro Señor ¿no es acaso mi Maestro en la ciencia de los santos? Acudo
seguido a Él, a fin de que me enseñe, porque no e preocuparía medianamente de ser sabio, si no me
volviera santo”.
Más tarde, el santo Obispo de Ginebra escribía: “Por una experiencia de veintitrés años consagrados
al ministerio de las almas, puedo comprender la eficacia del sacramento de la Eucaristía: Fortifica el alma
para el bien, le inspira el alejamiento del mal, la consuela, la eleva, en una palabra, la deifica, por así
decirlo, con la condición de que se lo reciba con fe viva y corazón recogido.
PLEGARIA DE SAN BERNARDO. - ¡Oh María! ¡Que podamos nosotros por vuestra gracia,
acercarnos a vuestro divino Hijo! Pueda Él, que se ha dado a nosotros por Vos, recibirnos también por
Vos. Sois nuestra Reina y Mediadora, recomendadnos pues y presentadnos a Él. Así sea.
RESOLUCIÓN. – Pondré todo cuidado en prepararme para la comunión y rogaré a María, me
comunique sus disposiciones.
JACULATORIA. – María, Casa de Oro, rogad por nosotros
jueves, 29 de noviembre de 2012
Cada vida...
En cada vida humana
Pronto o tarde te darás con la cabeza
en aquella viga maldita que hará
de tu vida una cruz.
Enfermas, sufres un accidente,
muere aquél que amas,
se interrumpe tu carrera.
Te engaña, te abandona tu marido
o tu mujer, alguien te contraría,
te arruina, te humilla o te rechaza.
No puedes más, te haces viejo.
La vida puede tener muchas formas o tamaños.
Ella no tiene en cuenta tus títulos,
tu posición, tu nombre, tu reputación,
el tamaño de tu cartera,
de tus relaciones y de tu éxito.
Eres feliz, todo marcha bien...
De repente, ¡la terrible viga!
En toda vida humana la cruz es una realidad.
Sin embargo, son siempre muy pocos
los hombres que se enfrentan a ella.
No la aceptan y se deprimen...
Muchos se pierden en ella.
Neurólogos y psiquiatras están
de trabajo hasta la coronilla.
¡No tienes opción!
¡Llevarás tu cruz o ella te aplastará!
Pero la podrás llevar solamente
si descubres su papel y su significado.
La cruz te lleva a tu verdad,
a tus justas dimensiones de hijo
de los hombres, pobre débil, frágil y pequeño.
La cruz puede liberarte de la materia
en la que corres el riesgo de ahogarte;
puede liberarte de la mediocridad.
Ella es como una antena a través
de la cual consigue captar
un mensaje de parte de Dios.
¡No te salvará del sufrimiento,
pero te salvará de su sin sentido
y de su inutilidad!
Vuelve a ser "hombre"...
Y verás todo diferente y mucho mejor,
¡con los ojos que habrán llorado!
Padre Phil Bosmans
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Sabiduría...
Sabiduría de vida
No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien
decídete a cambiar. No te mires con tus ojos,
contémplate con la mirada de Dios.
No pienses en lo largo que es el camino
No pienses en lo largo que es el camino
de tu transformación, sino en cada paso
que puedes dar para ser lo que Dios
quiere que seas.
No confíes en tus propias fuerzas;
pon tu vida en manos de Dios.
No trates que otros cambien; sé tú
No trates que otros cambien; sé tú
el responsable de tu propia vida y trata
de cambiar tú. Deja que el amor te toque
y no te defiendas de él. Sólo contempla
la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que
"cada día tiene su propio afán". (Mt. 6, 34)
Busca a alguien con quien compartir tus luchas
Busca a alguien con quien compartir tus luchas
hacia la libertad; una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado
la vida, es porque sabe que tú puedes con ella.
Si algún día te sientes cansado, busca
el descanso en Dios que renovará tus fuerzas.
Si algún día te sientes demasiado responsable
de otros, recuerda que sólo Jesús es el Mesías.
Si te sientes atado a alguien, pídele a Jesús
que rompa las ataduras y que su amor vuelva
a crear lazos nuevos de amor según su Espíritu.
Si reaccionas ante toda provocación, ruega
Si reaccionas ante toda provocación, ruega
a Dios para que te enseñe a responder en lugar
de reaccionar. Si tu felicidad y tu vida dependen
de otra persona, despréndete de ella y ámala,
sin pedirle nada a cambio. Si necesitas tener
todo bajo control, entrega el control de tu vida
a Dios y confía en su poder y en su amor por tí.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa
en tí como en algo precioso; eres un hijo de Dios.
Piensa que Él está más interesado que tú
en que te conviertas en esa creación que
Él pensó desde toda la eternidad.
Mes de la Virgen María...
DÍA VEINTIDÓS (28/NOV)
Reconocimiento a Dios
CONSIDERACIÓN. – Los días tristes y penosos son, sin duda, los más numerosos en la vida del
hombre; sin embargo, Dios le dispensa algunos consuelos y alegrías, en medio de sus penas.
Preguntémonos, si tenemos, por los bienes que nos da, un reconocimiento suficiente.
Vamos a Él con fervor, cuando somos desgraciados, cuando la muerte amenaza a alguien que
amamos, pero si oye nuestra súplica, ¿la acción de gracias se eleva en seguida de nuestro corazón? En una
palabra, ¿somos agradecidos?
La Santísima Virgen es aquí otra vez nuestro modelo y la Escritura santa nos ha conservado el
sublime canto del Magníficat, que nosotros todos, que somos sus hijos, debemos gustar repetir después de
Ella.
¡Oh! ¡sí! ¡que nuestra alma glorifique al Señor puesto que su misericordia hacia nosotros ha sido
grande!
¡Que la expresión de nuestra gratitud sea como el arranque de un corazón que se eleva sobre las
cosas pasajeras no mirándolas sino con los ojos de la fe!
EJEMPLO. – Se cuenta que los japoneses, cuando se les instruía con el Evangelio, de las grandezas,
hermosuras, amabilidades infinitas de Dios, sobre todo cuando se les enseñaba los grandes misterios de la
religión, todo lo que ha hecho Dios por los hombres; un Dios naciendo, sufriendo, muriendo por
salvarlos: ¡Oh! ¡qué grande es! exclamaban en sus dulces transportes, ¡es bueno y amable el Dios de los
cristianos! Cuando, en seguida, se les añadía que había un mandamiento especial de amar a Dios y
amenazas si no se le ama, se sorprendían y no podían volver de su asombro. ¡Y qué! decían ¡que! A
hombres razonables ¿un precepto de amar a Dios que nos ha amado tanto y a quien debemos todo? ¿Y no
es, acaso, la más grande felicidad amarlo y la peor desgracia no amarlo? Pero cuando llegaban a saber que
había cristianos que no sólo no amaban a Dios sino que lo ofendían y ultrajaban, exclamaban con
indignación: ¡Oh pueblo injusto, oh corazones ingratos, bárbaros! ¿Es posible que los cristianos sean
capaces de estos horrores? ¿Y en qué tierra maldita habitan esos hombres sin corazón y sin sentimientos?
Merecemos mucho estos justos reproches y un día, esos pueblos alejados de nosotros, esas naciones
extranjeras, llamadas en testimonio contra nosotros, nos acusarán y condenarán delante de Dios.
PLEGARIA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO. - Haced, oh Reina del Cielo, que yo lleve
siempre en el alma el temor y el amor de vuestro dulce Hijo y que le rinda sin cesar, fervientes acciones
de gracias por los grandes beneficios que me han sido acordados, no por mis méritos sino por su bondad
infinita. Así sea.
RESOLUCIÓN. – Cada noche, agradeceré a Dios los beneficios recibidos durante el día; si Él me
ha enviado alguna pena, la aceptaré con resignación.
JACULATORIA. – María, Espejo de Justicia, rogad por nosotros
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