domingo, 23 de noviembre de 2014

Diario vivir...

Diario vivir

Imitación de Jesucristo 
Nuestra vida cotidiana debe ser una imitación de Jesucristo. Porque nuestra vida de cada día debe ser agradable a Dios Padre, y será tanto más agradable a Dios Padre cuanto mayor sea nuestra semejanza con Jesús, su Hijo.
Jesús nos ha dejado una regla de oro que tenemos que practicar siempre, y es que no debemos hacer a nadie lo que no querríamos que nos hagan a nosotros, y hacer a los demás lo que sí nos gustaría que hicieran por nosotros.
Pensemos que Jesús predicó solo los tres últimos años de su vida, pero los otros treinta anteriores los pasó con su familia, en su casa, trabajando, rezando, haciendo las cosas comunes de todos los hombres, pero haciéndolas con mucho amor a Dios. Nosotros también debemos hacer otro tanto y cumplir con las acciones comunes de cada día haciéndolas con amor, pensando en Dios, en que Él nos ve y nos premiará todas las buenas obras.
Jamás dejemos entrar el odio en nuestras almas. Dios no quiere que odiemos a nadie, por malo que nos parezca, porque el odio viene del Maligno y el que muere con odio en el corazón se va al Infierno.
Perdonemos de corazón a todos, para ser perdonados por Dios y tener el alma en paz, porque un alma con resentimiento y odio, nunca estará en paz.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

sábado, 22 de noviembre de 2014


Foto: La vida nos lleva por caminos que quizás nunca pensábamos recorrer...La oración es ese ángel que vela tus sueños. Desde aquí rezamos por ti!!!! http://www.lluviaderosas.com/suscribir/
 
“La vida nos lleva por caminos que quizás nunca pensábamos recorrer...”
Teresita está a nuestro lado para no dejarnos perder de vista que Jesús es nuestro camino, que es El quien nos saca de la tristeza, nos libera, nos devuelve la vida, la esperanza.
Ella nos ayuda a retomar ese camino de esperanza, de fe, de alegría, de cruz… y aun en medio de la cruz permitirnos reconocer siempre la grandeza del Señor.
Caminemos juntos, rezando unos por otros!!!

Señor acompáñanos, muéstranos el sentido de nuestro caminar.
Recondúcenos cuando erremos el camino. Levántanos cuando nos caigamos.
Y espéranos al final del camino, cuando llegue el momento del reposo y del gozo. Amén

Dios te Bendiga y Santa Teresita derrame lluvia de rosas en tu vida.
 Viviana y Pablo

domingo, 16 de noviembre de 2014

Comentario al Tratado de la Verdadera Devoción a María
El Reino de Dios. 
[1] Por medio de la Santísima Virgen vino Jesucristo al mundo y por medio de Ella debe también reinar en el mundo. 
(del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María)  
Comentario: 
El Reino de Dios debe venir al mundo, porque lo pedimos en el Padrenuestro: “Venga a nosotros tu Reino”, y porque Cristo lo ha prometido, y Él cumple todas sus promesas.
Y este reino vendrá por María, que dio a luz a Jesús por primera vez, y lo volverá a dar a luz en su venida gloriosa, aunque de forma diferente.
Por eso si trabajamos por María, si le servimos en todo, entonces estamos trabajando por la venida del Reino de Dios a la tierra, porque ese reino vendrá por el Reino de María en las almas.
Ahora se comprende por qué es que el demonio trata de alejar del espíritu de los cristianos a María Santísima, porque él sabe perfectamente que si María no es amada y venerada y no se le da el lugar que le corresponde, entonces el Reino de Cristo no vendrá jamás al mundo.

Es tiempo entonces de que nos pongamos en camino y llevemos la devoción y el amor a María a todos los rincones de la Tierra, porque solo cuando María sea Reina de los corazones, es que Jesucristo vendrá a instaurar su reinada de paz y justicia, de amor y de verdad.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Novísimos...

NOVÍSIMOS

"Meditare Novissima tua et in aeternum non peccabis" (Ecli 7, 40)
"Recuerda tus postrimerías, y nunca pecarás"

MUERTE - JUICIO - INFIERNO - CIELO

MUERTE:

Dios no ha creado la muerte, sino que ésta vino por el pecado del hombre y es como su salario, por eso los hombres no estamos preparados para morir, ya que tenemos deseos de eternidad y nos repugna la muerte. Pero ésta llegará inexorablemente, y por eso es mejor prepararse a dar ese paso tan importante, ese salto a la eternidad del cual dependerá nuestro destino eterno.
La muerte no se puede esquivar ni posponer, ya que Dios la ha fijado desde toda eternidad y Él sabe en qué momento sucederá, aunque no lo sabemos nosotros, que siempre tenemos que estar preparados, viviendo en gracia de Dios y nunca en pecado mortal.

JUICIO:

Pero lo más importante luego de la muerte es el Juicio de Dios, el Juicio particular, cuando estemos nosotros solos ante la Majestad de Dios, que llevará a juicio todas nuestras acciones, palabras, pensamientos y omisiones.
Está el juicio particular que cada uno sufre inmediatamente después de la muerte, y el Juicio Final, que sucederá al fin del mundo, cuando el Señor resucite a todos los hombres, desde Adán y Eva hasta el último que haya existido. Terrible momento ese, donde quedará patente a todo el universo quién era el que estaba en lo correcto y quién fue el verdadero fracasado.

INFIERNO:

Y los que mueran en pecado mortal, inmediatamente serán precipitados en el Infierno eterno, que como define la Santa Madre Iglesia es “todo mal sin mezcla de bien alguno”.
Pensemos un poco y hagamos de cuenta que el Infierno sólo fuera un simple dolor de muelas, e imaginemos que ese dolor de muelas durará por un año. ¡Sería muy duro soportarlo! ¡Pero si nos enteramos que ese dolor de muelas nos durará toda la vida, sería terrible!
¡Más tremendo y descabellado sería si ese dolor de muelas se prolongaría para siempre, para toda la eternidad!
Bueno, pensemos que el Infierno, que es eterno, no es un simple dolor de muelas, lo cual ya sería espantoso.
Ojalá estas consideraciones nos hagan recapacitar y volver al buen camino, haciendo una sincera confesión con el sacerdote y dejar de lado el pecado que día a día nos acerca más al Abismo Infernal.

CIELO:

Y el Cielo es, como lo define la Iglesia Católica: “Todo bien sin mezcla de mal alguno”.
No podemos imaginarnos lo que es el Cielo. Pero la Virgen ha dicho en uno de sus mensajes que si los hombres supiéramos lo que es el Paraíso, haríamos “cualquier cosa” para ir allí.

Y “cualquier cosa” significa que nos entregaríamos a las más duras penitencias y renuncias, mortificaciones y sacrificios, con tal de ir al Cielo a gozar de esa Felicidad que “ni ojo vio, ni oído oyó, ni vino jamás a la mente del hombre”, como bien lo ha dicho el Apóstol.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Oración...

Propósito para el mes de María

En este mes dedicado a la Santísima Virgen, podemos ofrecerle a Ella el rezo diario de las TRES AVEMARÍAS. No nos costará mucho, como quizás nos cuesta el rezo del Rosario, y obtendremos innumerables favores, como está comprobado por quienes han practicado esta sencilla y fructuosa devoción.

Aquí les copio el texto de esta devoción y el modo de rezarla, junto a las promesas de la misma Santísima Virgen, para animarlos a comenzar su rezo diario, sin faltar ni un solo día.

LAS TRES AVEMARÍAS

Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:
"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.
La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.

Modo de practicar esta devoción:

Todos los días, rezar lo siguiente:

¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!

1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría)  


Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".

María renueva su promesa de protección:

Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:
"No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN"

También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”