sábado, 13 de junio de 2015

Aguas mansas...

AGUAS MANSAS


Aguas mansasQue tus palabras sean como aguas mansas pero en constante movimiento, que con paciencia se van abriendo camino.

Que sean una bendición para los campos áridos, que sean dadoras de vida para todas las plantas que se nutran de tus palabras convertidas en agua.

Que con dulzura se introduzcan en la vida de los sedientos, que necesitan de un trago para seguir viviendo, no te fijes quien se aprovecha de ellas, simplemente fluye.

Las palabras pueden ser una poesía, una frase célebre, un consejo, un cuento, una felicitación, una reflexión, incluso hasta un chiste, sin embargo deben seguir un cauce de amor para que llegue a todos.

Tus palabras pueden ser también en un momento dado, como las aguas que bajan con fuerza, velocidad y en grandes cantidades, destructivas y mortales, pues a su paso se desbordan y ahogan.

Esta diferencia la marca los sentimientos que nos embargan en el momento que las emitimos, de cada uno depende que nuestras palabras den vida o por el contrario destruyan y asesinen.

Transformémonos igual que el agua, que nuestras palabras y pensamientos cuando no sean positivos se conviertan en hielo, y queden mudas y estáticas.

Que cuando sean para compartir, estas sean líquido que se usa para conservar y crear la vida.

Y que sean vapor cuando queramos que estas lleguen a las alturas, para que el Buen Dios, las distribuya más sabiamente, en forma de lluvia, a todos sin distinción.

Benditas sean todas las palabras de amor, que de ti procedan, pues eso demuestra que tu corazón está en buenas manos...

Vidas singulares...


jueves, 11 de junio de 2015

Festividad...

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

El Señor en estos últimos siglos quiso dar a los hombres la prueba suprema de amor y proponerles un objeto muy adaptado para animarlos a amarle siempre más.
Abrió los tesoros infinitos de su Corazón para enriquecer todos aquellos que le hubiesen tributado todo el honor y el amor posible.
Para manifestar su corazón, e incendiar al mundo entero de amor, eligió una humilde Religiosa de la Visitación de Paray-le-Monial, ciudad francesa. Esta alma privilegiada, nació el 22 de julio de 1647 en Laut Lecourt hacia Verosvies en la Borgoña. Después de haber superado muchas pruebas, en el 1671 ingresó en el Monasterio de la Visitación y en 1672 emitió sus votos religiosos. Poco después de su profesión religiosa, Jesús Maestro le manifestó muchas maravillas e hizo promesas tan extraordinarias a las cuales no se hubiese prestado fe si no hubiesen sido convalidadas por un hecho incontestable y palpable.
Tres son las apariciones con las cuales N. Señor quiso consolar a su elegida.
La primera sucedió el 27 de diciembre de 1673. En ella la joven virgencita fue por el mismo Jesucristo consagrada su apóstol; llamada a difundir y propagar el culto a su adorable Corazón; a manifestar a los hombres su voluntad; y hacerles conocer lo que el Sacratísimo Corazón de Jesús promete a quien hace conocer y propaga su culto.
La segunda sucedió en la octava de Corpus Christi en el año 1674. En ella Jesús manifestó las inexplicables maravillas de su amor y el exceso a que, su Corazón, lo había llevado hacia los hombres, de cuyos no recibía más que abandono y ultrajes. Después añadió: “El abandono en el cual me dejan me es mucho más doloroso de lo que sufrí en mi pasión, tanto que si los hombres me contracambiaran amor, yo estimaría poco, todo lo que hice por ellos y quisiera si fuere posible hacer aún más; pero los hombres no tienen más que frialdades y repulsas por todas mis solicitudes. Tú a lo menos dame este consuelo, de suplir cuanto puedas a su ingratitud”.
La tercera sucedió el 16 de junio de 1675, igualmente en la octava de Corpus Christi. Apareciéndole resplandeciente como las demás veces, y mostrándole su Corazón, se quejó de los continuos ultrajes y sacrilegios que recibe en el Sacramento de amor; y agregó con más dolor, que los recibía de corazones a Él consagrados.
Por esto le confió la misión de hacer conocer y amar su adorable Corazón y hacer establecer en la Iglesia una fiesta especial de reparación. “Es esto lo que yo te pido: que el primer viernes después de la octava de Corpus Christi, sea dedicado a una fiesta particular para honrar a mi Corazón, participando en aquel día a la Santa Comunión y haciéndole con digna reparación por los indignos tratamientos que recibe en el Santo Altar. Y Yo te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir con abundancia las riquezas de su Amor sobre todos los que rendirán dicho honor y procurarán que otros hagan los mismo”.
En esta tercera revelación se halla todo lo que se refiere a la devoción del Sagrado Corazón; o sea su principio, que no es otra cosa que amor; su fin, que es de ofrecer a Dios un culto de reparación, de consuelo; su carácter, que es el de ser un culto público, después de haber sido por mucho tiempo, una devoción íntima; y por último sus efectos, que consisten en una nueva efusión de amor divino sobre la Iglesia y particularmente sobre aquellas almas piadosas que serán de esta devoción promotoras y apóstoles, puesto que Jesús dijo a la Santa: “Anuncia y haz saber al mundo entero que yo no pondré límites a mis beneficios cuando éstos me serán solicitados por mi Corazón”.

Esta fiesta cae este año 2015, el próximo viernes 12 de junio.

 

miércoles, 10 de junio de 2015

Catecismo...



CATECISMO PARA NIÑOS

Llevarlos a Misa.
La Misa es el Sacrificio de Cristo en la Cruz, y por eso debemos llevar a los niños a Misa, incluso cuando son muy pequeños, para que entren en contacto con el mundo sobrenatural y reciban los bienes y bendiciones que el Señor, por medio del sacerdote celebrante, da a la asamblea.
Recordemos que Jesús amaba y ama mucho a los niños, y los quiere ver en las funciones litúrgicas, porque ellos son los inocentes que tienen el mayor derecho a estar allí presentes, porque no tienen maldad y son como los ángeles del cielo.
Es cierto que por ahí los niños hacen un poco de ruido y quizás “molestan” a los demás asistentes a Misa. Entonces llevémosles a los pequeños algún juguete con el que se entretengan, y luego de la Misa llevémoslos al Sagrario a hablar con Jesús.
Cuando vayamos a comulgar los adultos, llevemos a los niños pequeños en brazos para que reciban la bendición del sacerdote y estén muy cerquita de Jesús Eucaristía. También podemos llevar de la mano a los niños más grandecitos, cuando vamos a comulgar.

martes, 9 de junio de 2015

Traición...

Partículas de Evangelio

El traidor.
“El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!” Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: “¿Soy yo acaso, Rabbí?” Le dice: “Tú lo has dicho.” (Mt 26, 24-25).
Comentario:
Lamentablemente dentro de la misma Iglesia Católica hay teólogos y corrientes de pensamiento que ven a Judas poco menos que como a un héroe, o que al menos era necesario para la pasión del Señor y para que se cumpliera la Redención, y que Judas se salvó.
Pero si estudiamos un poco estas palabras del Señor en la Última Cena, no podemos entender cómo estos pseudo teólogos tomen esa posición con respecto a Judas, pues el mismo Cristo lanza una maldición sobre el hombre que lo entregará, ya que cuando el Señor comienza con “¡Ay!” es la fórmula de la maldición.
Por eso si bien el apóstol dice que hasta el mal sirve para los fines de Dios, en realidad no debemos hacer el mal para que resulte el bien, ya que esto es así porque Dios es todopoderoso y puede sacar bienes de los males. Pero el mal será castigado, y el malvado deberá pagar por sus pecados.
Estemos atentos a la Verdad y no nos dejemos seducir por doctrinas heréticas o casi, ya que mezclar el bien con el mal es propio de los demonios y de sus secuaces.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.

lunes, 8 de junio de 2015

La Fé...

Rayos de Fe

Fe absoluta.
Los católicos, en el trajinar de los días, y preocupados por cumplir con las prácticas religiosas, nos podemos olvidar del corazón de nuestra religión que es la fe. Tengamos presente que la fe es lo que da valor a nuestras obras.
El Señor en el Evangelio premia la fe de los que acuden a Él para pedirle algo.
¿Qué puede pasar en nuestra vida y en las vidas de quienes amamos, si tuviéramos una fe absoluta en Dios?
¿Qué ocurriría si creyéramos en Dios contra toda esperanza, a pesar de las apariencias, e incluso de los hechos consumados?
Sería una fe de “locos”, ¡pero cuánto ama el Señor esta fe ciega y enloquecida! Los premios que da el Señor a quien tiene una fe de esta magnitud, son tan desmesurados, que vale la pena hacer el intento de alcanzar dicha fe.
Porque la fe es un don de Dios, es una virtud teologal que nos infunde Dios en el alma en el momento del bautismo. Pero nosotros debemos acrecentar esa fe y es también la fe una respuesta personal que damos nosotros, que “queremos” dar, y ahí ya depende de nosotros.
Entonces hagamos el propósito, a partir de hoy mismo, de tener esta fe que cree en la bondad de Dios y en su Providencia amorosa, a pesar de todo lo que vemos mal, de todo lo que, incluso, parece ya terminado, perdido para siempre, liquidado, e imposible.
Nos puede ayudar a tener esta fe, recordar aquellas palabras que el Ángel Gabriel le comunicó a María Santísima: “No hay nada imposible para Dios”. Que se nos grabe esta frase, esta Verdad, en lo más hondo de nuestro corazón, en nuestra alma, en nuestra mente, y actuemos en consecuencia, y recemos influenciados por esta frase, por esta verdad.
A los católicos nos falta fe. Y quien lo ponga en duda, que mire las iglesias y los Sagrarios, solitarios ambos. Si hubiera fe, no dejaríamos tan solo al Señor Sacramentado, y las funciones litúrgicas estarían abarrotadas de gente.
Aumentemos nuestra fe, porque de ello depende todo lo que nos suceda a nosotros y a quienes amamos, y también al mundo entero, en el tiempo y en la eternidad.

domingo, 7 de junio de 2015

Testimonio...

Testimonios

Testimonio de un lector

Muchas personas nos brindan testimonios de la presencia que Dios permite a las almas del purgatorio en la vida de sus familiares aun vivos. Esto ocurre por un misterio de Dios, que desea oremos por ellos, que lo necesitan en grado máximo. En esta ocasión compartimos con ustedes un testimonio de una de nuestras lectoras, Alejandra Beatriz Vardaro. Ella nos cuenta su experiencia con las benditas almas del purgatorio. Pongamos atención a lo relatado – Ofrezcamos una oración por las almas del purgatorio, que lo necesitan.
Hola mi nombre es Alejandra Beatriz Vardaro y quería contarles que el 2 de junio de 1994 falleció mi abuela, y siempre fui mi apegada a ella.

La velamos en su casa, en una de las habitaciones. Era de noche y, junto a la familia más íntima, estábamos reunidos en la cocina.

Mi abuela quedó solita en la habitación donde estaba siendo velada. De repente escucho muchas voces que rezaban el Padrenuestro.  Salgo de la cocina sin decir nada y mi marido me sigue. Vamos al lado del cajón y mi esposo me pregunta: ¿Escuchaste?
—Sí —le digo— ¿Qué escuchastes vos?
—Rezar el Padrenuestro, pero muchas voces a la vez —me contesta.
—Lo mismo escuché yo —le digo— por eso salí de la cocina. Pensé que había llegado gente.

Después de muchos años comprendimos que eran las benditas almas que la acompañaban y rezaban por ella.