sábado, 28 de noviembre de 2015

Evangelio del día...

sábado 28/NOV/15

Evangelio del día.

Lc 21, 34-36.
Prevenidos.
Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre.
Reflexión:
Debemos estar siempre preparados para recibir al Señor. Y ¿cómo debemos estar preparados? Viviendo en gracia de Dios, desapegados a los bienes y a los afectos de la tierra, como quien sabe que de un momento a otro tiene que partir a la eternidad, y sobre todo, velando en una oración lo más frecuente que podamos. Dejemos todo lo superfluo y las charlas y entretenimientos vanos, dejemos de mirar televisión y dediquemos el tiempo a la oración y así veremos los admirables resultados en nuestra vida y estaremos siempre preparados para el Día del Señor y también para el día de nuestra muerte.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de poder rezar más frecuentemente, dejando de lado la televisión que tanto mal nos hace.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.


jueves, 26 de noviembre de 2015

Tesoro...


Catequesis mariana

Tesoro escondido.
María es como el tesoro escondido que Dios se ha reservado para Sí, y para quienes son elegidos, porque hasta en el mismo Evangelio parecería que Jesús desprecia a su Madre. Y así lo entienden los protestantes y los que no son admitidos a conocer los secretos de esta Obra Maestra de Dios: la Santísima Virgen María.
Felices nosotros si somos devotos de María, porque Dios entonces nos ha revelado el secreto de María. Dios nos ha hecho partícipes de la razón constante de su eterna alegría: María.
Dios mismo ha querido que hubiera como una especie de lagunas en el relato evangélico, para que sólo lo comprendan los amantes de la Virgen, y que los demás queden afuera de este tesoro escondido que es María, porque el mundo es muy indigno de conocer los secretos de la Virgen.
Demos gracias a Dios si nos ha elegido para que conozcamos y amemos a la Virgen con todo nuestro ser, porque es una grandísima merced que nos ha hecho el Señor.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Perdón...


Quien no perdona…

Quien no perdona y sigue odiando, no puede tener paz ni puede ser perdonado por Dios, porque el Señor sólo perdona a quienes perdonan a su vez al prójimo. De modo que si escuchamos a quien sea, decir que “no perdona”, sepamos que ese tal es un juguete del demonio que lo usa como instrumento para sembrar odios, rencores y división.
Por eso quien se diga cristiano, pero no esté dispuesto a perdonar TODO A TODOS, a ejemplo de Jesús, María, los Santos y los Mártires, no es un verdadero cristiano, sino que más bien es un hijo del Maligno, prácticamente un demonio e hijo de demonio, porque lleva el odio en el corazón, y sabemos muy bien de qué fuente viene el odio: Satanás, como el amor viene de una fuente muy distinta: Dios.
Y tenemos que perdonar de corazón, pidiéndole ayuda a Dios para poder hacerlo. Y no decir: “yo perdono pero no olvido”, porque eso equivale a no perdonar, o no hacerlo completamente.
No hay vuelta de hoja, si queremos ser cristianos de verdad, tenemos que imitar a Jesús, que perdonó incluso a sus verdugos y a todos, a pesar de que hubiera tenido motivos suficientes para castigarlos. Pero perdonó, porque nos quiere enseñar el perdón a los hombres.
Dios no quiere la venganza, sino el amor entre los hombres. Por eso el marxismo no puede ser nunca de Dios, porque se basa en el odio: odio entre clases, odio y más odio, y ya se dijo de dónde nace el odio.
Pensemos en estas cosas y perdonemos de corazón a todos, porque nosotros también necesitamos que Dios nos perdone todas nuestras faltas, y Él no nos perdonará si nosotros no perdonamos a nuestra vez.

martes, 24 de noviembre de 2015

Mensaje...

Mensaje a los Caballeros de la Purísima

Lo principal que debemos tener en cuenta, como Caballeros de la Purísima que somos, es el no tener miedo. Porque el miedo paraliza y hace cometer errores y nos vuelve cobardes en momentos en que hay que jugarse por Dios y por las almas. Seamos intrépidos como la Verónica, que sin tener en cuenta el odio de la muchedumbre ni la violencia de los soldados, pasó entre medio de ellos y fue a enjugar el Rostro del Salvador camino al Calvario. Pero esto de ser valientes debemos pedirlo al Espíritu Santo, que con su Don de Fortaleza nos asista y haga que seamos intrépidos paladines de la Verdad y dispuestos a dejarnos escarnecer por amor a nuestra Reina, la Virgen. Los apóstoles también tenían miedo en el Cenáculo. Pero cuando vino el Espíritu Santo, ya no tuvieron más miedo. Así también nosotros, invoquemos al Espíritu Santo por medio del Corazón de María, para actuar sin miedo y sin respetos humanos. Los que están con Dios y con María no deben tener ningún miedo.

¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!

lunes, 23 de noviembre de 2015

Oraciones...


Quince minutos con el Espíritu Santo

Dame tus siete Dones.
Espíritu Santo dame tus siete Dones sagrados, para que pueda guiarme en la vida y así hacer frente a mis tres enemigos: mundo, demonio y carne. Sin tu ayuda divina estoy perdido en el tiempo y en la eternidad. En cambio, si me donas tus siete dones santos, tendré las armas suficientes para entablar el buen combate de la vida.
En especial te pido el don de Sabiduría, para que tenga gusto por las cosas de Dios, y saboree las verdades eternas, y no me conforme solo con lo que ya sé de la fe, sino que investigue con la mente, pero más con el corazón, y profundice en las bellezas de nuestra santa Religión Católica.
La Sabiduría es el Don de los dones y tú, Espíritu Santo, me la puedes conceder en abundancia, para que yo sepa evitar las emboscadas astutas del Maligno, y elija siempre el camino de la verdad.
Que yo no sea un erudito sino un sabio según Dios, para que la mucha ciencia no me hinche, sino más bien que con lo poco o mucho que sé, aprenda a saborearlo todo según la fe y con los ojos de Dios.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Mensaje...


Mensaje a los Amigos del Divino Niño Jesús

EL AMOR DEL NIÑO JESÚS A SU PADRE CELESTIAL
"...y se oyó del cielo esta voz: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo puestas todas mis delicias". (Lc. 3, 22)
El amor con el cual el Niño Jesús ama a Dios su Padre, es el amor más ardiente, el más puro, el más perfecto; un amor superior a todo lo que podemos imaginar.
Él ama plenamente. Lo ama constantemente y sin interrupción. Todo lo que ama, no lo ama sino por su Padre.
Éste es, pues, el amor con el cual debo conformar el mío.
¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Sólo Tú amas al Padre de los cielos con un amor infinito; pero con tu ayuda, quiero de aquí en adelante, amarlo con toda mi alma, con todas mis fuerzas y con todo mi corazón. Amén.