domingo, 8 de mayo de 2016

Lectura...

Lectura espiritual

Ejemplo 4.
La madre que pedía la conversión de su hijo
En uno de los primeros meses del año 1973, en un sanatorio de una ciudad castellana, estaba enferma una señora a la que visitaba todos los días un hijo espiritualmente desgraciado, pues llevaba una vida de completa disipación y total apartamiento de los preceptos religiosos, constituyendo esto la preocupación constante y angustiosa de la madre.
Una religiosa, que también estaba en el Sanatorio y se enteró del caso, entregó a la aludida señora unas estampas sobre la devoción de las tres Avemarías con objeto de que encomendase la solución del asunto a la Santísima Virgen, rezándolas diariamente y dando a su hijo una de esas estampas con la recomendación de que hiciera lo mismo.
Así lo hizo la acongojada madre, suplicando encarecidamente a la Virgen María la conversión de su hijo y obsequiándola con el rezo de las tres Avemarías.
Pasados unos días tuvo conocimiento de que habían sido anunciados unos “Cursillos de Cristiandad” para jóvenes, y con gran ilusión le pidió a su hijo que se inscribiese para asistir a ellos, pero el joven se negó rotundamente, exclamando: “Déjame, madre, de tonterías; deja que viva la vida, que para mí tiene tantos atractivos; ¡qué tengo que hacer yo en semejantes cursillos!”...
La madre del “descaminado”, sollozando por este fracaso, contó a la religiosa que le había dado las estampas de las tres Avemarías lo sucedido, y juntas continuaron rezándolas pidiendo fervorosamente a la Madre de Dios su mediación en favor de esa alma desdichada... Y, cual no sería su grata sorpresa, cuando, precisamente, el día en que terminaba el plazo para las inscripciones, el hijo dice a la madre: “Bueno, sólo por darte gusto, iré a perder el tiempo en esos inútiles cursillos que tanto empeño tienes en que tome parte...”
Va, al fin, el joven con desgana a inscribirse, y le manifiestan que ya no hay plaza disponible, pues se han cubierto todas. Ante esto, iba a retirarse el interesado (contento en el fondo por liberarse de su compromiso y poder justificarse a ojos de la madre), cuando le mira el Padre Director y le dice que “no sabe por qué, pero que siente que le tiene que admitir”, y en efecto, fue admitido y practicó aquellas jornadas de espiritualidad, con tan feliz resultado que, una vez terminadas, se presentó a su madre como “un hombre nuevo”, completamente regenerado y decidido a no apartarse de la Ley de Dios.
El santo gozo de la madre fue inmenso; y el hijo “revivido” es hoy un entusiasta propagador de la devoción de las tres Avemarías, cuya eficacia proclama reconociendo que por la intervención de la Virgen Santísima obtuvo la gracia de Dios.

sábado, 7 de mayo de 2016

Vida...

Vivir el Evangelio

Evangelio y vida.
Muchos necesitan gran cantidad de libros para sacar algunas enseñanzas. Pero en realidad basta el Santo Evangelio y la vida que vivimos, para llegar a sabias reflexiones.
Debemos aprender a leer en el libro estupendo de nuestra vida, pues todo lo que nos fue sucediendo en la vida ha sido delicadamente preparado por Dios, y también por la Virgen, para que nos hagamos adultos en el conocimiento de la Verdad, y sabios según la Sabiduría de Dios.
Hagamos el propósito de leer cada día unas páginas del Evangelio, ya que esta práctica nos llevará muy pronto a ver la vida y los aconteceres de nuestra vida y la de los demás, según la óptica de Dios, y seremos sabios.
Como Dios es simple, Él ha querido también que su doctrina fuera simple, para que todos la entiendan. E incluso la entienden mejor los sencillos, que aquellos que están repletos de saberes humanos y de ciencia, que no alimenta sino que hincha y ensoberbece.
Sería muy conveniente que nos aprendamos el Evangelio, al menos varios pasajes de los que más nos muevan, de memoria, para tenerlos siempre a flor de labios y, sobre todo, para iluminar con ellos nuestro entendimiento, y por qué no, también para taparle la boca al demonio cuando nos tienta, ya que el diablo no soporta la Palabra de Dios, y ante ella huye despavorido.
El tiempo de que disponemos en este mundo no es mucho. Sería una verdadera lástima que lo desperdiciemos leyendo libros que no sacian. Entonces leamos más el Evangelio y veremos muy pronto los sabrosos frutos de esta santa costumbre.

viernes, 6 de mayo de 2016

Cuadro...

Cuadro

Una vez un hombre vio un hermoso cuadro, que tenía un paisaje maravilloso. Pero este cuadro tenía un secreto: se podía apreciar a la distancia, pues cuando uno se acercaba no veía nada, sino solo manchas de color. En cambio al alejarse, uno podía contemplar la belleza de esa pintura.
Así sucede también con nuestra vida, que muchas veces no entendemos los porqués, justamente porque estamos metidos en nuestra vida, estamos muy cerca del cuadro de nuestra vida, y no entendemos ni vemos la totalidad de las cosas.
Pero llegará un día, cuando vayamos al Cielo, en que veremos desde lejos y de otra perspectiva nuestra vida, y entonces entenderemos y contemplaremos los caminos maravillosos por los que nos llevó Dios.
Entonces, ya que esto sucederá algún día, ¿por qué ya desde ahora mismo no confiamos más en Dios, sabiendo que Él todo lo dispone en nuestra vida para nuestro bien y porque nos ama?
Dios no nos pide que entendamos, sino que creamos, que confiemos en Él. Es lo que no quiso hacer Eva, y se dejó guiar por la serpiente y conoció lo que no debía haber conocido nunca.
Cuando estemos en el Paraíso podremos saber sin ningún peligro, todos los misteriosos porqués. Pero aquí en la tierra solo confiemos en Dios y tengamos bien en claro que hasta en las pruebas más duras, está el amor de Dios detrás de ellas.
¡Bendito sea Dios!

jueves, 5 de mayo de 2016

Perseverar...

Perseverar es la contraseña

Gota de agua.
La gota de agua que cae continuamente sobre la piedra, termina por socavarla, perforarla. Así también nosotros tenemos que ser perseverantes en el bien hoy, mañana y pasado mañana, y llegará un día en que lograremos la victoria.
Necesitamos de aliado al tiempo, y constancia en hacer el bien, siempre.
Por eso es tan importante crear hábitos, que eso es la virtud, que se consigue con la repetición de actos buenos y virtuosos.
Si hacemos así, muy pronto los obstáculos irán desapareciendo, porque el Señor ayuda a quien tiene perseverancia.
No miremos nuestra pobreza e incapacidad, sino recordemos que la gota de agua no es nada, pero con el tiempo y la perseverancia, consigue perforar la piedra más dura. Nosotros también somos como esa gota de agua, no somos más que nada. Pero con la ayuda del tiempo, nos haremos santos, haciendo lo de todos los días, lo mejor posible.
Recordemos lo que suele ocurrir en los estudios superiores: que las grandes inteligencias a veces suelen fracasar porque no tienen constancia en sus estudios. En cambio los menos inteligentes, pero constantes, suelen triunfar en sus empresas.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Pensar...

Para pensar.

Anoche venía viajando en micro, y en el pasaje había también una bebita de pocos meses, que tosía constantemente.
Fueron varias horas de viaje, y aparte que nadie podía dormir, daba piedad y angustia el oírla toser y sufrir así.
Y pensé en lo terrible que será el Infierno, donde ya no se puede dormir jamás, y los gritos de desesperación, dolor, miedo, angustia y horror llenan esa caverna para siempre.
Es una locura descabellada pensar en ello, porque en realidad creemos que nosotros no podemos ir allí. Pero si descuidamos nuestra vida de oración y piedad, corremos el riesgo de enfriarnos en el bien, y dejarnos llevar por el pecado, y terminar, al fin, en aquel tremendo calabozo eterno que es el Infierno.
Si uno a veces no puede conciliar el suelo, porque quien duerme en la misma habitación, ronca: ¿qué será el estar siempre despiertos y oyendo lamentos, gritos, alaridos de almas y demonios? Y aunque el Infierno fuera solo eso, ya sería espeluznante y tendríamos que poner todos los medios para evitarlo.
La Virgen ha dicho en uno de sus mensajes que: “Si los hombres supieran lo que es el Cielo, harían CUALQUIER COSA por ir allí”.
Y nosotros, parafraseando este hermoso mensaje de María, tendríamos que decir también que: Si los hombres supiéramos lo que es el Infierno, tendríamos que hacer CUALQUIER COSA, para NO ir allí”.
Y que estas reflexiones nos hagan pensar y meditar a ver si con nuestra vida estamos ganando el Cielo o, por el contrario, estamos haciendo méritos para la condenación eterna.
Pensemos en estas cosas y, aunque sean dolorosas, tristes o incómodas, es bueno pensarlas y reflexionarlas “ahora”, mientras todavía tenemos tiempo de arrepentirnos y comenzar una nueva vida.

martes, 3 de mayo de 2016

Actualidad...

ema de actualidad

La paz.
Hoy la paz del mundo está amenazada, y esto es así porque la paz del hombre con Dios está en crisis, ya que se vive en pecado y en un alma en pecado no puede haber paz ni en sí mismo ni en su entorno.
Por eso la Virgen en todas sus apariciones nos pide conversión a los hombres, para que reine la paz en los corazones y en la sociedad.
La paz no vendrá al mundo por la reunión de los “grandes” de la tierra, es decir, los presidentes y políticos del mundo, sino que la paz vendrá a la tierra por una sincera conversión de la humanidad a Dios.
Entonces estamos de acuerdo que lo más importante que tenemos que hacer en estos momentos es evangelizar, llevar la Buena Noticia a todos los hombres, incluso a los más cercanos a nosotros que no conocen o conocen mal a Dios; y así seremos instrumentos de paz en un mundo sin paz.
El demonio odia a la humanidad y quiere llevar la división y la discordia a todas partes. Él quiere destruir a los hombres, provocando guerras crueles y sangrientas, llevando a la entera humanidad a la autodestrucción y al aniquilamiento. Es por eso que tenemos que ser astutos y no dejar al demonio que se salga con la suya. ¿Y cómo lo haremos? Ante todo, en primer lugar, poniéndonos nosotros en paz con Dios y con nuestros hermanos, es decir haciendo una sincera y completa confesión sacramental con un sacerdote, y perdonando de corazón a todo aquel que nos haya ofendido. Así tendremos paz con Dios, con los hermanos, y por ende, tendremos paz en nuestra alma, y desde allí la difundiremos en nuestro entorno.
Si cada uno se ocupara y preocupara porque esto suceda en sí mismo, ¡qué milagros veríamos en el mundo!
Hoy el demonio lleva el odio a todas partes, especialmente con el error diabólico del marxismo, que pregona la lucha entre los ricos y los pobres, poniéndolos en contra y generando odio de clases, odio entre hermanos.
Estemos atentos y no nos dejemos ganar por el mal, sino venzamos el mal con el bien.