jueves, 8 de diciembre de 2016

La Hora...

La Hora de la Gracia.

Rosa Mistica
8 de diciembre de 1947
Pierina –la vidente de las apariciones de Rosa Mística– contempló a la madre de Dios decir.- "¡Yo soy la Inmaculada Concepción!" y con gran majestad afirmó"Yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo". Descendió suavemente por la escala y añadió.- "Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. QUIERO QUE AL MEDIODÍA DE CADA 8 DE DICIEMBRE (SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA) SE CELEBRE LA HORA DE LA GRACIA POR TODO EL MUNDO, MEDIANTE ESTA DEVOCIÓN SE ALCANZARÁN MUCHAS GRACIAS PARA EL ALMA Y EL CUERPO. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes, al Supremo Pastor de la Iglesia Católica el Papa Pío XII mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y conseguirá mis gracias." Luego mostrándole su purísimo corazón exclamo: "Mira este corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de vituperios." Calló unos momentos y continuó: "Si todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia".
Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba a alejarse le imploró fervorosamente: "¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo le doy gracias!". Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a los sacerdotes, religiosos y a los pecadores. Ella contestó: "Tengo preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos". Con estas palabras se terminó la visión.
 

 
 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Salmo y Evangelio...

Salmo 103(102),1-2.3-4.8.10.
Bendice al Señor, alma mía, 
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía, 
y nunca olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas 
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro, 
te corona de amor y de ternura.

El Señor es bondadoso y compasivo, 
lento para enojarse y de gran misericordia;
no nos trata según nuestros pecados 
ni nos paga conforme a nuestras culpas.



Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Jesús tomó la palabra y dijo: 
"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. 
Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. 
Porque mi yugo es suave y mi carga liviana." 

martes, 6 de diciembre de 2016

L o mejor...

Lo mejor que podemos hacer.

EUCARISTIA
En la Eucaristía se ha querido quedar Nuestro Señor Jesucristo, y en este augusto sacramento está compendiado todo el misterio de la redención. De modo que no podemos hacer algo más grande que comulgar bien.
Por eso no dejemos pasar los días, los meses y hasta los años, sin acercarnos a comulgar frecuentemente, de ser posible diariamente. Porque comulgando con las debidas disposiciones, alabamos a Dios, lo adoramos y agradecemos por todo lo que ha hecho, hace y hará por nosotros, por quienes amamos, y por el mundo entero.
Si nos parece que el mundo no cambia, y que nosotros no cambiamos, a no descorazonarnos, sino vayamos a comulgar, hoy, mañana y pasado mañana, y cada día, porque el cambio en nosotros y en el mundo lo hará la misma Eucaristía, ya que este alimento es no sólo milagroso, sino que es un Milagro infinito, que contiene al mismo Dios, y este Sacramento tiene la potencia de cambiar los corazones y el universo entero.
¿Queremos hacer algo por nuestros seres queridos a los cuales vemos sufrir de muchas maneras? Vayamos a comulgar por ellos. ¿Queremos que los desamparados encuentren consuelo y amparo, y que los pobres y huérfanos sean socorridos? Vayamos a Misa y comulguemos. ¿Queremos que nos vaya bien un negocio temporal o un trabajo o estudio? No dejemos ni un solo día de participar de la Santa Misa y comulgar en ella. Porque todas las soluciones nos vienen de la Comunión bien recibida.
Aprovechemos todavía que tenemos Misa, que tenemos sacerdotes, y que tenemos Eucaristía. Porque está profetizado que llegará un tiempo en que se suprimirá la celebración de la Santa Misa, sacrilegio horrible obrado por el Anticristo, y que durará tres años y medio. Por eso ahora que tenemos quizás alguna iglesia tan cerca de nuestra casa o trabajo, no dejemos que Jesús quede solo, sin poder venir a nuestro corazón en forma sacramental, pues sería una falta de gratitud de nuestra parte si pudiendo ir a recibirle, no lo hacemos.
Y no pensemos que para acercarnos a comulgar hay que ser perfectos y santos. Sino que debemos acercarnos a la Mesa eucarística justamente porque no somos ni perfectos ni santos, pero queremos llegar a serlo, y es la Comunión diaria la que nos hará santos. Basta que nos acerquemos a comulgar en gracia de Dios, con una hora de ayuno y sabiendo lo que vamos a recibir.
Jesús nos espera en la Misa. María nos espera junto a Jesús. Teniéndolos a Ellos, lo tenemos todo.
¡Cuántas gracias recibimos por ir a Misa y comulgar en ella! Evitamos accidentes y desgracias materiales, y también evitamos desgracias espirituales, pecados. Y la Comunión nos fortalece para alejarnos cada vez más del diablo, y acercarnos mucho a Dios.
Tenemos la solución a nuestros problemas, sean del tipo que sean: Participar diariamente de la Santa Misa y comulgar. Si hacemos así, Dios se encargará de arreglar nuestras cosas.
Y quien realmente no pueda ir a Misa diariamente, que rece el Santo Rosario todos los días, y verá lo que son milagros.
Y ya que están de moda los “combos”, hagamos ambas cosas a la vez: Recemos el Rosario todos los días y vayamos a Misa diariamente y comulguemos, y Dios nos sorprenderá maravillosamente a nosotros y a quienes amamos.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Andrés Calamaro - Cuando no estás (Videoclip oficial)

Evangelio del día...

Evangelio del día.

Lunes 5/DIC/16.
Lc 5, 17-26.
Salvar almas.
Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para sanar. Llegaron entonces unas personas trayendo a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para ponerlo delante de Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron por entre las tejas con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: “¿Quién es éste que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: “¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados están perdonados’, o ‘Levántate y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico- a ti te digo, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”. Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: “Hoy hemos visto cosas maravillosas”.
Reflexión:
Estas personas que llevaban al paralítico nos dan una buena lección a nosotros para que seamos serviciales con nuestros hermanos que más sufren. En otra ocasión también un paralítico, al borde de la piscina, se quejaba de que no había nadie que lo ayudara a meterse en el agua cuando el Ángel del Señor bajaba a mover las aguas y así curarse. Nosotros, que somos católicos, tenemos que ser como estos hombres que ayudan a los paralíticos. ¿Y quiénes son los paralíticos de hoy? Los pecadores. Entonces con nuestro buen consejo, ayuda y oración, tenemos que guiar a estos paralíticos espirituales a encontrar la curación, con una sincera confesión ante un sacerdote, y nosotros tenemos la misión de ir preparando este encuentro, porque dice el texto que Jesús lo perdonó y curó al ver la fe de “ellos”, no solo del paralítico, sino también la fe de los que lo acompañaban. También el Señor acogerá favorablemente a los pecadores que le presentemos, y Él verá nuestra fe y constancia, y así curará el alma de los pecadores que le llevemos.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de hacer obras de misericordia corporales y espirituales, y especialmente orar por los pecadores, que son tan amados por Nuestro Señor y que no quiere que ninguno se pierda.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Sencillez...

Sencillez.

ninos
No compliquemos la doctrina católica que es sencilla, como Dios es sencillo, y que cualquiera la puede entender, y que incluso la entienden mejor los pequeños, y no los doctos y repletos de ciencia humana.
¡Qué misterio éste de que a veces los más dotados de inteligencia y saber, resulta que son los que más oposición y “peros” ponen a las manifestaciones de Dios y de la Virgen!
También Lucifer era el ángel más perfecto y bello, y esta perfección y belleza le perdió, porque se quiso poner por encima de Dios.
Muchos hoy quieren ponerse por encima de Dios, y hasta tienen la osadía de decir que si ellos hubieran estado en la creación del universo, le habrían dado algunos consejos a Dios, y habrían hecho las cosas de modo diverso. La verdad es que la soberbia no tiene límites, y en lugar de aceptar humildemente lo que Dios nos dice y creer firmemente, se niega o se pone en duda todo.
Pero ya el Señor nos lo ha dicho en su Evangelio, que el Padre ha ocultado los secretos del Reino a los sabios y prudentes según el mundo, y en cambio los ha revelado a los sencillos, humildes y pequeños.
Ojalá nosotros estemos dentro del número de los que acogen la Palabra de Dios con un espíritu virgen, sin tantas superestructuras y saberes terrenos, que muchas veces entorpecen la verdadera fe.
No nos extrañemos que en el Cielo veamos a muchos hombres y mujeres, tal vez incultos, pobres, despreciados por el mundo, pero ocupando los más altos puestos junto al Señor, porque supieron creer con sencillez y firmeza.
La ciencia, la verdadera ciencia nos debe llevar a Dios y hacernos más fácil el creer. Pero si lo que aprendemos, nos estorba el creer, entonces hay que descartarlo, porque para agradar a Dios y ser santos no hacen falta muchos libros y saberes, sino que con el Evangelio y la vida que vivimos, ya tenemos de sobra para llegar a ser santos, y arrastrar con nosotros a un número muy grande de almas hacia la santidad.
Huyamos de los teólogos que utilizan palabras difíciles y vuelven complicado lo que es simple, pues Dios es simple y lo que viene de Él también lo es.
Por eso a veces no nos animamos a hacer apostolado, porque nos parece que tenemos que explicar tantas cosas difíciles, que no sabemos por dónde comenzar a instruir a los otros. ¡Y sin embargo todo se reduce a amar a Dios con todas las fuerzas y potencias del alma, y amar al prójimo como a nosotros mismos, cumpliendo los Diez Mandamientos! Ahí está todo, y si enseñamos esto, ya estamos evangelizando de la mejor manera.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Salmo...

Salmo 27(26),1.4.13-14.
El Señor es mi luz y mi salvación, 
¿a quién temeré? 
El Señor es el baluarte de mi vida, 
¿ante quién temblaré?

Una sola cosa he pedido al Señor, 
y esto es lo que quiero: 
vivir en la Casa del Señor 
todos los días de mi vida, 
para gozar de la dulzura del Señor 
y contemplar su Templo.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor 
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte; 
ten valor y espera en el Señor.