martes, 11 de septiembre de 2018

Vietnám girl...


Salmos...

Salmo 149(148),1-2.3-4.5-6a.9b.
Canten al Señor un canto nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que Israel se alegre por su Creador
y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebren su Nombre con danzas,
cántenle con el tambor y la cítara,
porque el Señor tiene predilección por su pueblo
y corona con el triunfo a los humildes.

Que los fieles se alegren por su gloria
y canten jubilosos en sus fiestas.
Glorifiquen a Dios con sus gargantas;
ésta es la victoria de todos sus fieles.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Catecismo...

CATECISMO PARA NIÑOS

Hablar del Cielo y del Infierno a los niños.
Si la Santísima Virgen de Fátima mostró el Infierno a los tres pastorcitos, que eran solo unos niños, entonces nosotros, como catequistas y formadores de los niños, debemos también hablar de ello.
Y no creamos que los niños no nos van a entender, sino todo lo contrario.
Si Dios promete premios si somos buenos, y castigos si somos malos; entonces nosotros también debemos proceder así con los niños y hablarles de que hay un premio para los niños buenos, y un castigo para los malos. Que siempre hay tiempo para arrepentirse del mal que se hace y volverse buenos, para ir al Cielo y evitar el Infierno.
Tenemos que decirles a los niños que su oración es escuchada especialmente por el Señor, que ama tanto a los niños, e invitarlos a que recen, y rezar con ellos, prometiéndoles que con sus oraciones ayudarán a salvar a otros niños, a sus familiares y a los que ellos más quieren.
También hay que formar en los pequeños el espíritu de sacrificio, porque si se les dan todos los gustos desde chicos, después tendremos hombres delincuentes o drogadictos, que no saben negarse a sí mismos ni vencer un deseo.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Día...

Ese día.

Este año hemos cumplido, o cumpliremos, los años. Y según sea el número de aniversario, así serán las veces que hemos pasado por el día de nuestra muerte. Si cumplimos cuarenta años, entonces hemos pasado cuarenta veces por el día de nuestra muerte. ¿Cuál será el día? ¿Cómo lo habremos vivido cada año? Pero llegará el año, la fecha, en que no pasaremos adelante, sino que tendremos que dar el salto a la eternidad, será el día de nuestra muerte, fijado por Dios.
Pero no debemos estar tristes porque nos llegará algún día la muerte, pues no es el fin, sino más bien el comienzo de todo, porque el día de nuestra muerte comienza nuestra eternidad, que será de gozo indescriptible si hemos vivido bien esta vida, porque iremos al Cielo o temporalmente al Purgatorio. Pero puede ser también una fecha terrible si heredamos el Infierno por nuestra mala vida y nuestra mala muerte.
Entonces aprovechemos esta vida para hacer el bien, porque de lo que hagamos en este mundo dependerá nuestra eternidad. ¡Qué locura es perder el tiempo de vida en frivolidades y pecados! No podemos ser inconscientes de que un día nos llegará la muerte y tendremos que dar el salto a la eternidad y ahí comenzará realmente todo y no terminará jamás, por los siglos de los siglos, mientras Dios sea Dios, estaremos fijados para siempre en nuestro destino eterno: Cielo o Infierno.
Así que sigamos cumpliendo años, que cada año es un regalo de la misericordia de Dios, que nos lo concede para que seamos más buenos y lo aprovechemos para hacer buenas obras y ganarnos el Paraíso. Pero sepamos que tantos años hemos vivido, así otras tantas veces hemos pasado por el día de nuestra muerte, y llegará un año en que no seguiremos adelante, sino que ese año y esa fecha será nuestro fin en este mundo y el comienzo de la eternidad.
Miremos la muerte como un comienzo y no como un fin, y entonces estaremos mejor preparados para ese día y esa hora, porque sabremos que es ahí donde comienza lo verdadero y que perdurará para siempre.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Sergio Dalma - Te Amo (Official CantoYo Video)

Juzgar...

Formación católica

No juzgar.
El Señor nos ha mandado en el Evangelio a que no juzguemos a nadie, puesto que no sabemos por qué, determinada persona, actúa de una forma o de otra, ya que el corazón lo conoce sólo Dios.
¡Cuántos que parecían tan santos en la tierra, ahora están ardiendo en el Infierno! ¡Y cuántos otros que fueron tratados como pecadores, ahora gozan del Paraíso!
Éste es un secreto que el Señor nos quiso revelar: “No juzguéis para no ser juzgados”.
Tenemos que saber aprovechar este secreto, que si bien no es secreto, no lo aprovechamos puesto que no lo cumplimos.
Pensemos un poco. Si no juzgamos al prójimo, entonces Dios no nos juzgará tampoco a nosotros. ¿Hay algo más consolador que esta verdad, nosotros que le tememos tanto al juicio particular y al Juicio Final?
Nosotros mirémonos a nosotros mismos y con nosotros seamos jueces severos. Pero para los demás tengamos toda la indulgencia y hagamos la “vista gorda”, miremos para otro lado, compadezcamos, sabiendo que si nosotros no caemos en esos pecados o maldades, es simplemente porque Dios nos sostiene, que si nos dejara de su mano, caeríamos en pecados peores que esos.
 

viernes, 7 de septiembre de 2018

Angeles...

Rayos de Fe

Los ángeles.
Dios creó un número inmenso de ángeles, que son espíritus puros que tienen inteligencia y voluntad.
Dios ha hecho todo bueno, pues de sus manos nunca puede salir nada imperfecto ni malo. Pero una parte de los ángeles se rebelaron y, capitaneados por Lucifer, quisieron ser superiores a Dios, y así se convirtieron en demonios horribles.
Tanto los ángeles buenos y fieles a Dios, como los ángeles malos o demonios, tienen poder sobre la naturaleza humana. Por eso tenemos que invocar frecuentemente la ayuda de los ángeles buenos, y tomar las armas espirituales para defendernos de los ángeles malos, de los demonios.
Los hombres estamos inmersos en una lucha que nos supera inmensamente. Cielo e infierno están enfrentados, y nosotros estamos en medio e implicados en esta lucha sempiterna. También cada uno de nosotros debe contribuir a uno de los dos bandos. Cuando hacemos el bien y vivimos en gracia de Dios, estamos contribuyendo al ejército de Dios; cuando hacemos el mal y cometemos el pecado, nos pasamos al bando de Lucifer, de Satanás, y traicionamos a Dios.
Por eso nuestra verdadera lucha no es contra seres de carne y sangre, sino contra los demonios y contra el pecado, porque el verdadero enemigo nuestro es el pecado, que nos mata el alma y nos entrega en manos del Maligno enemigo.
Digamos, entonces, como decían los santos: “Morir, antes que pecar”, y tratemos de cumplirlo, porque si decimos que servimos a Dios pero vivimos en pecado mortal, entonces no estamos sirviendo a Dios, sino al diablo. Ya lo dice Jesús en el Evangelio: “El que no recoge conmigo, desparrama”.
Entonces, a partir de hoy, tengamos una mirada llena de fe, sabiendo que no estamos solos en este mundo, sino que hay espíritus, buenos y malos, que nos rodean. Unos quieren nuestra salvación y luchan a nuestro lado, especialmente el Ángel Custodio que cada hombre tiene como compañía y defensa; y los otros, los espíritus malos o demonios, buscan nuestro mal y nos odian infinitamente. Entonces estemos atentos y miremos este mundo con los ojos de la fe, porque la mejor arma y táctica de los demonios es justamente hacer creer que ellos no existen, y que la cosa no es para tanto. Así que ¡atención, vigilancia y oración!