lunes, 4 de junio de 2012

Almas reparadoras...


Mensaje sobre la reparación

Llamado a la reparación. 
Las apariciones de la Virgen no hacen otra cosa que llamar al mundo, y en especial a los cristianos, a la reparación, pues Ella sabe muy bien que muchos de los tremendos castigos que están suspendidos sobre la cabeza de esta humanidad, pueden ser evitados, o al menos atenuados, si todos los buenos de la tierra, especialmente los verdaderos católicos, hacen penitencia y reparación.
La reparación puede equilibrar la balanza de la Justicia Divina, puesto que por un acto de amor a Dios, Él perdona un sinnúmero de pecados y faltas, y hace llover sobre los hombres gracias en lugar de castigos.
Especialmente la Virgen de Fátima ha pedido reparación, y se lo pedía especialmente a los pastorcitos videntes, que se lo tomaron muy en serio.
Si la Virgen quería que esos pequeños, a pesar de ser niños, hicieran penitencias y sacrificios para reparar el mal del mundo, entonces los mayores tenemos mucha mayor obligación de hacer reparación, puesto que todos somos pecadores, y muchas veces con nuestro pecado hemos conducido a otros a pecar, y así atraemos sobre nosotros, nuestros seres queridos y nuestra patria, los castigos de Dios.
Todavía Dios da al mundo una posibilidad de evitar la catástrofe que se avecina si el hombre no cambia, y es a través de la reparación como podemos desviar el curso de lo ya decretado, o al menos atenuarlo.
Hagamos penitencia especialmente con el amor, porque por un acto de amor a Dios, el Señor olvida muchas ofensas.

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