domingo, 7 de octubre de 2012

Tema de hoy...


Tema de hoy

Dios de los Ejércitos. 
La Escritura llama a Dios, el Dios de los Ejércitos, y si bien muchos han querido eliminar esta palabra de ella, la verdad es que el Señor tiene ejércitos, no sólo de ángeles sino también de hombres, porque todos los confirmados son soldados de Jesús, soldados de Dios, que combaten en la más santa de todas las guerras, la guerra que se desarrolla entre Cielo e Infierno, y de la cual los hombres también participamos y somos como el botín.
Si buscamos las causas de la tibieza en la Iglesia Católica, encontraremos que gran parte se debe a que ya no se considera a los enemigos de Dios como reales, sino como cuentos medievales, y de esta forma ya son muy pocos los que se preparan para el combate y nadie enseña a los soldados de Jesús a combatir contra las fuerzas del mal. Siendo esto así, es lógico que la fe haya venido a menos y que el error y el mal lo llenen todo, incluso a la misma Iglesia.
Es tiempo de despertar y de empuñar las armas formidables con que el Señor ha dotado a su Iglesia para combatir al Maligno, porque siempre será verdad que al demonio se lo vence con la oración y la penitencia, y utilizando los sacramentales como el agua bendita, las medallas benditas, los exorcismos, etc. Usemos estos medios valiosos como soldados en combate porque en esta guerra nos estamos jugando nuestro destino eterno: Cielo o Infierno, y el destino eterno de muchas almas, incluyendo las de nuestros seres más queridos, pues muchos de ellos dependen de nosotros para salvarse.
¡Ave María purísima!
¡Sin pecado concebida!


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