viernes, 28 de diciembre de 2012

Infancia...


La infancia espiritual

Aprendamos del Niño Dios. 
Dios se ha hecho hombre, se ha hecho niño, no por casualidad, sino para que aprendamos de Él a ser hombres y, sobre todo, a ser niños, porque sólo los que se hacen como niños entrarán en el Reino de los Cielos.
Contemplemos en la Navidad a este Dios que ha querido dejar su Cielo, para venir a la tierra y hacerse un pequeñuelo indefenso y necesitado de todo.
También nosotros, por el sólo hecho de ser criaturas humanas, estamos necesitados de todo y nos hace falta el auxilio continuo del Señor.
Reconozcamos ésta nuestra pobreza absoluta, que es una de las características de los pequeños, puesto que ellos no tienen riquezas sino que son sus padres quienes se las manejan. También nosotros pongamos nuestras riquezas materiales y espirituales en manos de Dios y de María, que son nuestro Padre y nuestra Madre del Cielo, y así Ellos sabrán proveernos de lo necesario sin que estemos nosotros mismos preocupados por ellas, sabiendo que nuestros tesoros están en buenas manos que no quedarán ociosas sino que nos los aumentarán de mil modos, para que tengamos una cuantiosa fortuna no sólo espiritual, sino también material cuando ello no sea obstáculo, antes bien sea una ayuda para nuestra salvación y santificación.


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