Conversión...

Mensaje de conversión

Hoy. 

25-3-88                         (Día de Peregrinación)                                                 1381 

Convertíos desde hoy; que vuestra respuesta a este llamado sea un Sí, dicho desde lo más profundo de vuestro corazón; Mi Corazón lo espera. Hijos míos: Sed pequeños y confiados como La Madre y experimentaréis el gozo de ser verdaderos hijos del Padre.

Amén, amén.

(Mensaje de María del Rosario de San Nicolás) 

Comentario: 

Hoy debemos convertirnos, y no esperar a mañana, al futuro, porque quizás ese mañana, ese futuro no llegará jamás.

Es una tentación muy común la que tienen algunas personas que viven en pecado y que piensan que ya les llegará el momento de sentar cabeza, de volver a Dios. E incluso algunos piensan que en el momento de la muerte tendrán tiempo y modo de hacer una buena confesión y listo. ¡Pobrecitos quienes se confíen en esto, pues es un engaño manifiesto del demonio, que les esconderá el momento de su muerte, y así pasarán a la otra vida impreparados!

Hay que recordar que dice la Escritura que de Dios nadie se ríe impunemente. Por eso, mientras tenemos el tiempo a nuestra disposición, tenemos que cambiar de vida, convertirnos, hoy, no mañana, sino comenzar desde hoy mismo, de ahora mismo, ¡ya!

Un ejemplo claro lo tenemos en san Expedito, al que un cuervo le repetía “mañana, mañana”, es decir, deja para mañana tu conversión. Pero san Expedito aplastó con su pie al cuervo, que era el demonio, y dijo “¡hoy!”.

Tomemos ejemplo de este santo tan popular en nuestros tiempos, en que necesitamos cosas con urgencia. Pues bien, también es urgente nuestra conversión, porque nadie tiene la vida comprada, y mueren tanto niños y jóvenes como ancianos, y las desgracias naturales y accidentes sepultan en el más allá a jóvenes y ancianos, sin hacer distinción entre buenos y malos.