jueves, 18 de abril de 2013

Infancia espiritual...


La infancia espiritual

Juguete de Jesús. 
Como lo hizo Santa Teresita nosotros tenemos que pedir al Niño Jesús ser su juguete, para que el Señor haga de nosotros según su voluntad y “capricho”, porque lo que importa es que Él esté feliz y que no sufra más, y si nosotros le podemos dar un poco de alegría y diversión al Divino Niño Jesús, entonces no rehusemos nada de lo que el Señor nos vaya pidiendo.
Pero atención porque los niños tienen mucho cariño a sus juguetes preferidos, y si bien a veces los tratan bruscamente, también es cierto que los aman entrañablemente, duermen con ellos, los miman y los cuidan. Así también Jesús Niño procederá con nosotros, que queremos ser uno de sus juguetes preferidos, para que Él haga y deshaga a su antojo, dejando todo en sus benditas manos, y recibiendo de él todo el amor de que es capaz un Dios.
¡Cuánto nos amará Jesús si hacemos así, y dejamos que Él sea quien gobierne nuestra vida y haga lo que quiera con nosotros! En esto consiste la infancia espiritual, es decir, la santificación, porque la arcilla debe dejarse modelar por el artesano, y si nos dejamos “usar” por Dios, entonces sí que veremos cosas grandes en nuestra vida. Y en el Cielo veremos la gran gloria que hemos dado a Dios, salvando almas.

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