CATECISMO PARA 
NIÑOS
Proteger a los pequeños. 
No podemos ni siquiera imaginar el premio que Dios tiene reservado 
para aquellos que ayudan de cualquier forma a un niño en situación de riesgo 
moral, social o espiritual. Y no creamos que el premio de Dios vendrá sólo en el 
más allá, sino que ya desde aquí, la divina providencia tomará bajo su cuidado a 
quien haya socorrido a un pequeñuelo; porque si bien Cristo está en el hermano 
que sufre y en todo hombre, está doblemente presente en los niños necesitados, y 
el Señor no se deja ganar en generosidad y dará el ciento por uno, y muchísimo 
más, a quien haya acogido a un niño que sufre en el cuerpo o en el 
alma.
¡Ay también de quien desprecia a un niño o lo maltrata! Habrá un 
Infierno especialmente cruel para quienes torturaron a los 
niños.
Así que una forma de dar catecismo, pero más aún de practicarlo, es 
pensar y memorizar si a nuestro alrededor hay algún pequeñuelo que esté 
necesitando de nosotros, y hacer todo lo posible por socorrerlo, para ganarnos 
la benevolencia de Dios en la tierra y en el Cielo, y tener alegría en el 
corazón, porque ayudar y proteger a los inocentes, da una felicidad y una paz 
tales, que sólo son superadas en el Cielo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario