martes, 15 de octubre de 2013

Reflexión...

REFLEXIÓN DEL DÍA
Exquisitos en la caridad.
Dios quiere que amemos sin medida, tanto a Él como a nuestros prójimos. Y Él quiere que seamos exquisitos en la caridad, porque el amor no se demuestra sólo en las grandes acciones, en las magníficas obras, sino también, y a veces tanto más, en las cosas pequeñas de todos los días, con nuestros seres queridos.
Ya Jesús nos ha dicho en el Evangelio que quien es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho. Y si hacemos con amor los mil favores que cada día tenemos que hacer a nuestros hermanos, entonces quizás un día el Señor nos destine a hacer una gran obra de amor.
Pero hay más. Y es que las obras pequeñas y más insignificantes, si están hechas con mucho amor a Dios y a los hombres, entonces se convierten en cosas realmente grandes, aunque humanamente sean naderías.
Recordemos que ante Dios no hay nada grande ni nada pequeño, sino que hay cosas hechas con amor y sin él.

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