miércoles, 29 de enero de 2014

Comenzar el día...

COMENZANDO EL DÍA

Alegres.

Dice San Juan Bosco que: “El demonio tiene miedo de la gente alegre”. Y si bien esta tierra en que vivimos es un valle de lágrimas, como dice la Salve, también es cierto que en todos los acontecimientos podemos estar en cierta medida alegres, pues sabemos que lo que Dios permite, aunque sean cosas graves, es por amor y para un bien.

Sabiendo estas cosas, miraremos la vida y los sucesos de la vida con otros ojos, y no andaremos tan tristes y desesperanzados por la vida, con el gran peligro de ser atrapados por el Maligno, pues la tristeza y desánimo es como un llamado a Satanás, ya que él viene no cuando estamos felices y contentos, sino cuando nos deprimimos.

Hagamos el propósito de estar alegres. Y no se trata de reírnos a carcajadas, como hacen los mundanos, que viven superficialmente y que a veces esconden su profundo descontento en risotadas estruendosas. Sino tengamos una suave alegría, la de saber que Dios nos ha salvado, y que nos espera el Cielo si somos fieles a Dios.
Que así sea, amén...

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