lunes, 13 de enero de 2014

El Niño Jesús...

Fragmento del Diario de Santa Faustina Kowalska,
"La Divina Misericordia en mi alma", con comentario

El Niño Jesús. 
575                                                                                                      El día de Navidad
 
            La Misa de Medianoche. Durante la Santa Misa vi nuevamente al pequeño Niño Jesús, extraordinariamente bello que con alegría tendía las manitas hacia mí. (44) Después de la Santa Comunión oí estas palabras: Yo siempre permanezco en tu corazón, no solamente en el momento en que Me recibes en la Santa Comunión, pero siempre. Viví estas fiestas en una gran alegría. 
Comentario: 
¡Qué diferente viviríamos nuestras Misas si recordáramos que en cada Comunión es Jesús Niño que viene a nosotros!
Porque en la Santa Comunión, el Divino Niño Jesús viene a nuestro corazón y quiere hacer morada en él. Y aunque no tengamos el privilegio de Santa Faustina, de que Jesús Niño habite en nosotros constantemente como en el Sacramento; sí debemos creer que el Señor habita en nosotros por la gracia santificante. Tenemos a Dios en el alma, si estamos en gracia de Dios, y eso nos debe llenar de una alegría inmensa, aún en medio de las dificultades y sufrimientos de esta vida, porque quien posee la gracia santificante, es la persona más rica del mundo, pues su alma es como un Cielo donde habita Dios, la Santísima Trinidad, y los ángeles se postran a nuestro alrededor adorando a Dios Uno y Trino que habita en nosotros.
¡Y pensar que la gente le da tan poca importancia a la gracia de Dios, que ni siquiera se dan cuenta cuando la pierden, ni se preocupan por recobrarla con una sincera y completa confesión sacramental!
Vivamos siempre en gracia de Dios, y así Jesús habitará en nosotros y viviremos felices, y la tierra será para nosotros la antesala del Paraíso.
Jesús, en Vos confío.
 


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