domingo, 26 de enero de 2014

La Voluntad de Dios...

¡HÁGASE TU VOLUNTAD!
(Mt 6,10; 7,21; 15,50; Lc 6,47-49; 8,21; Mc 3,35)
  
Cuando el terror y la guerra
quemen con rayos de horror
todas mis ansias de paz:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando las olas del mundo
rompan mi cuerpo en las rocas
de envidia, odio y maldad:
¡Hágase tu voluntad!

Cuando las cuevas umbrías
brillen como altas montañas
hundiéndome en su oquedad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando el humano egoísmo
viole el aliento de mi alma
llena de tu caridad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando el puñal del amigo
clave mi abrazo de hermano
en la cruz de la amistad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando me inunden las lágrimas,
ciega de amor traicionado
por la brutal veleidad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando el fruto de mi vida,
ávido de otros parajes,
me inmole en su libertad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando a una rama de mi árbol
corte el hacha de la muerte
o invada la enfermedad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando se hiele mi invierno,
frío de ausencia y de olvido,
de abandono y soledad:
¡Hágase tu voluntad!.

Cuando al final de la vida
llame la tierra a mi cuerpo
y llames Tú a eternidad:
¡Hágase tu voluntad!.

 
Emma-Margarita R. A.-Valdés
Del libro "Versos de amor y gloria"

Biblioteca de Autores Cristianos (BAC)

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