jueves, 27 de marzo de 2014

Paciencia...

Vivir católico

Paciencia. 
Santa Teresa de Jesús dice que “la paciencia todo lo alcanza”. El tema es cómo alcanzar la paciencia, pues efectivamente todo lo de la vida cotidiana conspira para hacernos perder la paciencia.
Se trata de una lucha sin cuartel que debemos entablar cada día, venciéndonos a nosotros mismos, y pidiéndole ayuda a Dios, porque solos es como que “hacemos agua”, es decir, no podemos sin la ayuda de Dios, conservar la paciencia por mucho tiempo.
Por eso Dios quiere que hagamos lo que podamos y que pidamos en la oración lo que no podemos, y con la perseverancia lograremos ser pacientes.
Sobre todo con la recepción de los sacramentos, en especial la Eucaristía, lograremos tener más paciencia, puesto que Jesús mismo vendrá a nosotros para vivir en nosotros, transmitiéndonos sus virtudes, gracias y dones, y así no seremos nosotros quienes viviremos, sino Cristo que vivirá en nosotros.
Una cosa muy importante para conservar la paciencia, es mantener la boca cerrada y no proferir palabras cuando nos importunan o molestan. Si es preciso mordámonos los labios hasta que pase la tormenta, porque los desahogos de ira, en palabras y obras, no hacen más que hacernos perder la paz, la paciencia, a veces incluso la gracia santificante, y no ganamos nada con enojarnos, sino que perdemos mucho.
Es una lucha de cada día, y en el mundo moderno es fácil impacientarnos porque nos estamos acostumbrando a tener todo “ya”, al instante, y cuando las soluciones o los resultados se demoran, entonces perdemos la paciencia.
Hagamos el propósito, especialmente en esta Cuaresma, de trabajar la virtud de la paciencia, y seremos felices ya en este mundo, por cada victoria obtenida.

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