lunes, 10 de marzo de 2014

Reflexión...

Matar el error, amar al que yerra

Igualdad. 
Hoy se busca la igualdad, pero una igualdad que es crimen y mentira. Porque está muy bien que se ensalce la igualdad del hombre y la mujer en cuanto a dignidad ante Dios. Pero lo que está mal, y no proviene de Dios, es emparejar al hombre y a la mujer y quererlos hacer iguales en todo, desconociendo que los dos son distintos, con particularidades propias de cada sexo, y que se complementan entre sí.
El día de la mujer debería celebrarse el 25 de marzo, cuando una Mujer, la Santísima Virgen, con su sí incondicional, dio la posibilidad al Verbo de Dios de encarnarse y hacerse hombre, para redimir a la mujer y a toda la humanidad. Ése sí sería el verdadero día de la mujer, porque María es el Modelo de Mujer, y con su obediencia borró la desobediencia de la primera mujer, Eva.
Pero el mundo no es de Dios, y sabemos que el mundo yace bajo el poder del Maligno, por eso no suelen coincidir las fiestas mundanas con las festividades religiosas.
No nos olvidemos que el mundo no es de Dios, sino de Satanás, y quien quiere agradar al mundo, se hace enemigo de Dios.
Sepamos también que las medias verdades son peores que el error, y es lo que el mundo de hoy hace: decir las verdades a medias y mezclarlo todo para confundir. Pero podrán ser confundidos los que no tienen la señal de Dios en sus frentes, mas los elegidos nunca serán confundidos.
Estemos atentos y no nos dejemos llevar por el espíritu del mundo, espíritu que odia la trascendencia y es inmanente, y quiere aplastar la fe y la verdad con sofismas y medias verdades.

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