jueves, 8 de mayo de 2014

José de Arimatea...

José de Arimatea y el espinillo milagroso...
Después de la muerte de Jesús en la cruz, los romanos continuaron persiguiendo a sus seguidores. Por eso, José de Arimatea, el hombre que pidió el cuerpo de Jesús para enterrarlo, tuvo que huir de su tierra.
En la tradición popular, José de Arimatea llegó al lugar que hoy se conoce como Glastonbury, el lugar del  espino milagroso.
El milagro del espino
Según la leyenda, José de Arimatea visitaba frecuentemente las Islas Británicas porque era comerciante. Utilizaba la ruta comercial del estaño, conocía la zona y tenía contactos en ella. 
Cuando José de Arimatea tuvo que huir de Palestina, se llevó con él "el Santo Grial", donde recogió la sangre de Cristo...
Tras el largo viaje a las tierras del norte, llegaron a Glastonbury. Antes de reposar, José de Arimatea enterró su cayado en la tierra. El cayado tenía colgada la corona de espinas de Jesús. 
Cuando José de Arimatea y sus acompañantes despertaron al día siguiente, había nacido un espino en el lugar donde había enterrado el cayado.
El espino milagroso
El espino surgió por milagro, y continuó siendo milagroso. Tiene una característica muy especial que hace que la gente lo haya identificado con la leyenda de José de Arimatea en Glastonbury. Florece en los dos momentos en el año más importantes en la tradición cristiana: Navidad y Semana Santa. 
Para pedir milagros, la gente le colgaba cintas con sus peticiones.
Un lugar mágico
Aunque Glastonbury figura en la historia como el lugar con la primera Iglesia o comunidad Cristiana en las Islas Británicas, sus cualidades milagrosas se se relacionan también a la historia del lugar. Se piensa que en Glastonbury pudo estar la Tierra Sagrada de Avalon, donde los druidas practicaban su religión basada en la tierra. De esa religión antigua surge la costumbre de colgar lazos con oraciones en las ramas de los árboles. 
Un árbol siempre fue considerado un lugar especial para agradecer, orar o pedir un milagro. Los druidas pensaban que los árboles eran la conexión entre tres mundos: el del "Mar" o agua era el mundo de los ancestros y las hadas, el mundo de "Tierra" era el de las plantas, árboles, animales, piedras y seres humanos; el mundo "Cielo" era el de los dioses.
El árbol se consideraba el símbolo de todos estos mundos por su habilidad para existir en todos a la misma vez. Por eso los árboles eran sagrados para los antiguos habitantes de la zona de Glastonbury. 
El espino sagrado en la actualidad
El árbol original fue cortado en 1951 durante la Guerra Civil Inglesa. Luego se plantó un retoño del árbol en Wearyall Hill en 1951.
En 2010 el árbol fue atacado una vez más y sus ramas cortadas. Aunque se pensó que se podría salvar, el árbol no sobrevivió.
En 2012 un retoño del árbol original fue plantado y consecrado, pero otra vez fue destruido 16 días después.
A pesar de todos los daños, el espino sigue vivo gracias a los retoños que fueron generados del árbol original a través de los años. El árbol no muere gracias al milagro del amor de las personas que creen en sus milagros.

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