sábado, 16 de agosto de 2014

Rezar...

TERMINANDO EL DÍA

Recemos de noche.

Es en la noche cuando se cometen más pecados, y es en la noche cuando hay que rezar para reparar por tanta maldad.
Quien pueda rezar algo después de la cena, tanto mejor, porque contribuirá a reparar por los pecados de los hombres. También Cristo rezaba especialmente a la noche hasta la madrugada. Nosotros quizás no podemos hacerlo, pero al menos cuando nos despertemos en la noche, elevemos una sencilla oración a Dios, hasta que nos volvamos a dormir. Y quien se anime, o sufra de un poco de insomnio, que aproveche la noche para rezar, que es la mejor reparación que se ofrece a Dios.
Si hacemos así, con nuestras oraciones nocturnas tal vez obtengamos la enmienda de muchos pecadores que, al levantarse al día siguiente, harán el propósito de enmendarse y comenzar una nueva vida.
Recemos cuando podamos, ya sea en el día o durante la noche, pero sepamos que nuestra oración es muy valiosa a los ojos de Dios y nos obtiene muchísimas gracias y favores celestiales y materiales a nosotros, a quienes amamos, y también al mundo entero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario