viernes, 31 de julio de 2015

Poder...

Reflexionando con la Biblia

Poder de la oración.
Leemos en la Sagrada Escritura que, en un combate entre el pueblo judío y sus enemigos, Moisés oraba con los brazos elevados hacia el cielo. Y mientras así lo hacía, Israel vencía; pero cuando se cansaba y Moisés bajaba los brazos, entonces prevalecían los enemigos.
Ésta debe ser una gran enseñanza para nosotros, peregrinos, más aún, militantes en este mundo, en que debemos orar sin desfallecer, porque gran parte de los medios y ayudas nos vienen de la oración, y si dejamos de orar, entonces nos vamos enfriando y así el demonio y sus satélites pronto nos tomarán como su presa.
Ya lo ha dicho San Alfonso María de Ligorio: “El que reza se salva y el que no reza se condena”. Pongamos en práctica este consejo del santo, tomando como ejemplo preclaro éste de Moisés orando a favor del pueblo de Israel, porque nuestra vida también es un duro combate contra las fuerzas del mal, y sólo venceremos si rezamos sin cesar.

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