APUNTES DE CATECISMO
Del Catecismo de la Iglesia Católica.
592 Jesús no abolió la Ley del Sinaí, sino que la perfeccionó (cf. Mt 5, 17-19) de tal modo (cf. Jn 8, 46) que reveló su hondo sentido (cf. Mt 5, 33) y satisfizo por las transgresiones contra ella (cf. Hb 9, 15).
Comentario:
La Ley del Sinaí, los Diez Mandamientos, son inmutables y no pueden, ni podrán jamás, ser abolidos por nadie.
Aunque pasen decenas y miles de siglos, y el hombre adelante en técnica y en ciencia, los Mandamientos siempre serán los mismos, y el desobedecerlos será un pecado y merecerá el infierno.
Por eso estemos atentos a algunas interpretaciones que dicen que la fe justifica a todos, y que ya en el Nuevo Testamento no hay que cumplir la Ley, pues Jesús vino a confirmar los Diez Mandamientos, y nos salvamos sólo si los cumplimos.
Lo importante es vivir en gracia de Dios, y eso lo logramos cuando no cometemos pecado grave o mortal, es decir, cuando no violamos en materia grave alguno de los Diez Mandamientos.
De modo que a quien nos quiera decir que ya los Mandamientos están pasados de moda y que son de otra época, respondámosle que eso es un embuste del enemigo de Dios, que quiere hacer creer a los hombres que la Ley de Dios es una cosa “superada” y que la Biblia es un libro de historia, pero que no se puede practicar lo que enseña.
Estemos atentos porque son pocos, incluso entre católicos, que afirman que se deben cumplir, por todos, los Diez Mandamientos para salvarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario