El
 R. P. Putigau, sacerdote de la Compañía de Jesús, el día 3 de diciembre
 de 1925 comenzó una novena en honor de Santa Teresita del Niño Jesús, 
pidiendo a la milagrosa Santita una gracia importante. Con esta 
intención comenzó a rezar durante la novena 24 Gloria al Padre, en 
acción de gracias a la Santísima Trinidad por los favores y gracias 
concedidos a Santa Teresita del Niño Jesús, durante los 24 años de su 
existencia terrena. Pidió el Padre, a Santa Teresita que le diera una 
señal de que su novena era escuchada, y esta señal sería recibir él, de 
alguien, una rosa fresca y entreabierta. En el tercer día de la novena, 
una persona busca al P. Putigau y le ofrece una linda rosa, encarnada...

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