Perseverar es la contraseña
Perseverar en los Sacramentos.
Jesús, en la Última Cena, les dijo claramente a sus discípulos, y en
ellos a todos nosotros, que Él es la Vid y que nosotros, los cristianos,
somos los sarmientos, y que si queremos dar frutos debemos estar unidos
a Él, ya que sin Él no podemos hacer nada.
Y estar unidos a Jesús significa vivir en gracia de Dios. Pero la gracia
la perdemos con el pecado mortal. Y para mantenernos en gracia de Dios
debemos acudir a los sacramentos. La Confesión para pedir perdón por
nuestros pecados mortales y volver a estar en gracia de Dios; y la
Eucaristía para ir a alimentarnos del mismo Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, ya que como Él mismo lo dijo:
“Sin Mí, nada podéis hacer”.
Así que si queremos perseverar en gracia de Dios, tratando de vivir
siempre en amistad con el Señor, en su gracia, tenemos que perseverar en
la recepción de los Sacramentos, especialmente de la Eucaristía, porque
en este Sacramento está el mismo Cristo, que viene a nosotros y nos da
fuerza, y en cierta manera es Él mismo que desde la Comunión que
recibimos, quiere trabajar en nosotros, por nosotros y con nosotros, así
no seremos nosotros quienes obraremos y viviremos, sino que será Cristo
quien viva y obre en nosotros.
Hagamos el propósito de comulgar lo más frecuentemente que podamos,
porque cada vez que recibimos la Comunión, nos vamos haciendo más
constantes y nos alejamos cada vez más del diablo y sus satélites, del
infierno y sus penas.
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