MEDITACIÓN DE HOY
Divino amor
Si no nos lo asegurara la fe, ¿quién hubiera jamás creído que un Dios omnipotente, felicísimo y señor de todo cuanto existe, llegara a amar de tal modo al hombre? “Vimos a la misma Sabiduría –dice San Lorenzo Justiniano-, es decir, al Verbo eterno, como enloquecido por el mucho amor que profesa a los hombres.” Igual decía santa María Magdalena de Pazzi cuando, en un transporte extático, tomó una cruz y gritaba: “Si, Jesús mío, eres loco de amor. Lo digo y lo repetiré siempre: eres loco de amor, Jesús mío.” Pero no, dice san Dionisio Aeropagita, no es locura, sino afecto natural del divino amor, que hace al amante salir de sí para darse completamente al objeto amado, “que éste es el éxtasis que causa el amor divino”.
“Práctica de amor a Jesucristo” – San Alfonso María de Ligorio
Comentario:
¿Por qué ama tanto Dios a los hombres? Porque de la raza humana debía nacer la Joya del universo, María Santísima, la Obra Maestra de Dios, la delicia de todo el Paraíso y del mismo Dios, Uno y Trino. Y Dios, con tal de poseer a María por toda la eternidad, quiso hacerse hombre en su seno y perdonar a los hombres de la maldad del pecado. Bien valía la pena perdonar a los hombres con tal de tener a la Virgen Pura, y Dios ha hecho todo y por eso nos ama tanto en atención a María. Entonces ¡qué agradecidos tenemos que estar a María y cuánto debemos confiar en Ella y en su intercesión ante el trono del Altísimo! Porque Dios no le puede negar nada a María, y todo lo que Ella le pide, Él se lo concede. Demos gracias a María, que ha enamorado perdidamente el corazón de Dios y ha atraído a Dios desde el Cielo a la tierra por su belleza y perfección ilimitadas. He aquí el motivo de la locura de amor de Dios por los hombres: “María Santísima”. Acudamos a Ella con plena confianza de que alcanzaremos misericordia de Dios por su intercesión.
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