sábado, 5 de abril de 2014

Mensaje...

Mensaje a los Apóstoles de la Inmaculada

Ejemplos del rezo de las Tres Avemarías. 
Ejemplo 7. 
El pagano que se hizo católico 
Un misionero jesuita, que ejercía su ministerio en la India, relató en la revista “Missiones Belges” lo siguiente:
Conocí en Bengala a un joven y valiente militar indio, al servicio de Inglaterra, como teniente de una compañía de Cipayos.
Educado a la inglesa, conservaba, no obstante, algunas prácticas supersticiosas, sin llegar a practicar ninguna religión, aunque conocía y admiraba la Iglesia Católica, y se iba aficionando a ella como resultado de las conversaciones mantenidas con misioneros y con su jefe, el capitán Carlos Tonnerre, al que profesaba un respeto y cariño extraordinarios.
Fue este excelente capitán quien en uno de los diálogos sobre el tema religioso, aprovechando un momento en que el teniente, mostrándose muy complacido por lo que se le explicaba del catolicismo, exclamó: “¡Qué feliz si fuese yo también católico!”, le dijo:
–¡Todo puede ser! Ponte bajo el patrocinio de la Madre de Dios. Y para esto, prométeme rezar todos los días tres Avemarías.
Lo prometió el teniente. Y todas las noches cumplía el bravo indio su promesa, con exactitud militar.
Pasó algún tiempo.
Y una mañana, cuando la aurora comenzaba a iluminar las altas cimas de las montañas, y pasada la noche huían las estrellas, que era la hora en que diariamente el capitán Tonnerre acudía a la capilla del campamento para ayudarme la misa y comulgar, veo que no viene solo, sino esta vez acompañado del teniente indio, que, al acercarse, sin darle tiempo para expresarle mi asombro, se echó a mis pies pidiéndome  que le haga hijo de María e hijo de la Iglesia Católica.
¿Cómo se había producido este milagro de la gracia?
Lo contó él mismo:
“Ayer tarde –dijo–, cuando llegué al Campamento, después de prolongada marcha, estaba tan rendido y fatigado que me eché a descansar en la litera de campaña vestido como iba, y sin rezar las tres Avemarías que había prometido y que en todos los días precedentes sí que recé.
Quedé dormido profundamente...
Era la media noche cuando me despertó una fuerte sacudida.
Me incorporé y encendí la linterna.
Experimentaba la sensación de que no estaba solo.
Miré a mi alrededor.
Pero no vi nada que me llamara la atención.
Y como tenía muchísimo sueño, dejé caer la cabeza sobre la almohada.
De pronto me acordé de las tres Avemarías olvidadas.
Sentí el descuido, y haciendo un esfuerzo salté de la litera y me puse a rezarlas.
Apenas comenzadas, no pude seguir. Con terror y espanto, mis ojos miraron fijamente a la cama. De debajo de la almohada salía una horrible serpiente con la boca abierta y la lengua saetante...
Por la cresta que la coronaba, conocí que era una “cobra capella”, especie de las más venenosas, cuya mordedura es siempre mortal...
El monstruo desenroscaba lentamente sus anillos repugnantes sobre mi cama...
Yo, de momento, estaba hipnotizado y quito por el pasmo.
Pedro antes de que el reptil se alargara más y me atacase, tomé la espada y, de un golpe, le rompí la cabeza, que ya tenía erguida e intimidaba con su silbido amenazador.
Y viéndome salvo de tan grave peligro comprendí que a la Madre de Dios debía mi salvación, y me postré para rezar las tres Avemarías, y mientras las rezaba tomé la firme resolución de abrazar la religión de Cristo.”
Fue instruido debidamente, y unos meses después en la capilla, adornada de flores, y sin otro testigo que el capitán Carlos Tonnerre, le administré el sacramento del Bautismo, en le que a la pregunta de ritual, “¿cuál es tu nombre?”, respondió: “Carlos-María”.
¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!

viernes, 4 de abril de 2014

Infancia espiritual...

Evangelio explicado

Mt 11, 25-26. 
Infancia espiritual. 
Por aquel tiempo Jesús dio una respuesta, diciendo: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque encubres estas cosas a los sabios y a los prudentes, y las revelas a los pequeños. Así es, oh Padre, porque esto es lo que te agrada a Ti.”  
Comentario: 
Y un ejemplo de esto lo tenemos en el Nacimiento de Jesús en Belén, que no fue anunciado a los grandes y a los sabios y doctos, sino a los pequeños, a los humildes, a los pastores y gente sencilla. Porque Dios elige a lo que el mundo tiene como despreciable y a lo que no vale, para confundir a lo que vale.
Demos gracias a Dios si el Señor nos ha elegido para confesarnos sus secretos, porque no nos ha elegido porque valgamos algo, sino porque Él por su bondad ha tomado nuestra nada, para dejar desconcertados a los sabios de este mundo. Y en la medida en que quedemos pequeños y sencillos, en esa misma medida el Señor nos irá comunicando sus luces para que iluminemos el mundo.
Hay muchos que conocen las cosas de Dios, pero no se salvan ellos ni dejan que otros se salven, de tan complicada que hacen la salvación. Son como esos doctores de la Ley que habla Jesús en el Evangelio, que se han apoderado de la llave de la ciencia y no entran ellos, y a los que quisieran entrar, se lo impiden.

En cuanto a nosotros, cuanto más sencillos seamos, tanto más Dios se complacerá en nosotros, volcando en nosotros un mar de gracias y de sabiduría.

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COMENZANDO EL DÍA



Dormir bien.



En mi ciudad hay una fábrica de colchones que tiene como eslogan la siguiente frase: “Para estar bien despiertos hay que estar bien dormidos”, es decir que para estar espabilados durante el día, es necesario haber pasado una buena noche, y estar bien descansados, y ellos luego hacen publicidad de las bondades de sus colchones.

Y nosotros podemos trasladar esta verdad, del plano natural al sobrenatural, porque si bien es necesario, para tener un buen descanso, que las condiciones materiales de nuestra habitación sean adecuadas, no debemos olvidar que en nuestro mundo no sólo existe lo material, sino también lo espiritual. Por ello convendrá que antes de tomar nuestro reposo nocturno, rociemos con agua bendita la habitación donde descansaremos, para que los demonios estén lejos de ella, y nos permitan tener una noche tranquila, sobre todo lejos del pecado y de las perturbaciones.

Entonces al día siguiente comenzaremos el día con la primera batalla ya ganada.

jueves, 3 de abril de 2014

Tu Linh...


Signos...

Signos de los tiempos

Condenados. 
La Virgen ha dicho en sus mensajes al Padre Gobbi, que no sólo en la tierra se han derramado los demonios salidos del Infierno, sino también las almas de los condenados, que son como demonios, y que entre todos quieren causar desgracias de todo tipo en las almas y también en los cuerpos. Por eso el Beato Juan Pablo II había aconsejado en estos tiempos vestir el Escapulario de la Virgen del Carmen. Y la Reina de la Paz nos aconseja utilizar y portar signos benditos como medallas y rosarios, para mantener alejado a Satanás y a los espíritus infernales.
No es extraño ver en el mundo cómo de día en día van aumentando los crímenes y desgracias de todo género, y éste es también un signo de estos tiempos en los que nos acercamos al Fin de los Tiempos.
Es necesario también que invoquemos mucho a los ángeles y arcángeles, puesto que ellos tienen un gran poder para sustraernos a las astutas maquinaciones de los enemigos de las almas.
Estamos en un combate inmenso que desembocará en la más tremenda deflagración mundial, material y espiritual, y debemos ya desde ahora prepararnos con fe y usando los medios que el Cielo nos provee por medio de su Iglesia.
¡Ven Señor Jesús!

miércoles, 2 de abril de 2014

Ray Conniff - SMOKE GETS IN YOUR EYES. (HQ).VOB

San Pablo...

Cartas de San Pablo.

Profetizar. 
Hermanos, no sean niños en mentalidad. Sean niños en malicia, pero hombres maduros en mentalidad. Está escrito en la Ley: Por hombres de lenguas extrañas y por bocas de extraños hablaré yo a este pueblo, y ni así me escucharán, dice el Señor. Así pues, las lenguas sirven de signo, no para los creyentes, sino para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para los creyentes. Por ejemplo, si se reúne toda la asamblea y todos hablan en lenguas y entran en ella simples fieles o infieles, ¿no dirán que están locos? Por el contrario, si todos profetizan y entra un infiel o un simple fiel, será convencido por todos, juzgado por todos. Los secretos de su corazón quedarán al descubierto y, postrado rostro en tierra, adorará a Dios confesando: Dios está verdaderamente entre ustedes. (1 Co 14, 20-25). 
Comentario: 
Debemos ser niños para el mal, pero adultos en la fe y en la formación.
Y quien profetiza colabora con la evangelización de la asamblea, porque quien habla en lenguas si bien alaba a Dios, no colabora en la enseñanza de la asamblea.
San Pablo se refiere a que hay que dar prioridad a la edificación del prójimo, hablando de parte de Dios, que eso es ser profeta, y guiar por el camino del bien a todos los hombres, porque ése es el don a que todo cristiano debería aspirar, el de ser guía hacia el Cielo.
Existen otros dones, pero debe preferirse mejor los que están orientados a la formación de los fieles y de los infieles. Así que saltemos de júbilo si el Señor nos ha elegido para que seamos portavoces de sus palabras y mensajes. Porque no hay que saber mucho para predicar, sino más bien hay que amar mucho para ser un buen evangelizador, ya que con las pocas verdades que sabemos, podremos hablar mucho, pues el Evangelio es sencillo y la predicación debe ser también sencilla.

¡San Pablo, ruega por nosotros!