martes, 22 de marzo de 2016
Caridad...
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lunes, 21 de marzo de 2016
Humildad...
El burrito

En la biografía del padre Jaime Piulachs, S.J. "Un jesuita rebelde", su autor, mosén José Ricart, recoge retazos de la correspondencia del santo jesuita que no tienen desperdicio. Entre ellos, las siguientes líneas escritas en una postal con la fotografía de... un burro, enviada desde Cavallers en agosto de 1967. Según mosen Ricart, encierran el "secreto" del padre Piulachs, "su especie de testamento".
(..) es de un amigo mío (la foto de la izquierda) muy edificante y al que mucho me gustaría imitar en muchas de sus virtudes. Siempre calla (fuera de algún rebuznillo); nunca se queja, no tiene pretensiones de caballo; carga con todo como lo que es, como un burro. Cuando la gente quiere insultar a otro le dicen su nombre y él no se molesta: le da un comino; se ve que aprendió aquello de "oprobios, injurias, afrentas, etc." Es el más humilde de los animales. Y por humildad, mereció estar con Jesús: en su nacimiento, en su huída a Egipto, llevándolo encima en los momentos duros de la persecución; y después en los gloriosos de la entrada en Jerusalén; y en esos momentos de gloria y de palmas y de andar sobre vestiduras, no se envanecía, porque sabía que esto no era por él sino por el que llevaba encima: él no era sino el borriquito de Jesús. Pidamos al Señor que nos haga también esta gracia a nosotros.
Texto obtenido de la Revista Ave María, nº 656 Agosto-Septiembre de 2000
domingo, 20 de marzo de 2016
Catecismo...
Repasando el Catecismo
1. ¿Cuál es el designio de Dios para el hombre? 1-25 Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. En la plenitud de los tiempos, Dios Padre envió a su Hijo como Redentor y Salvador de los hombres caídos en el pecado, convocándolos en su Iglesia, y haciéndolos hijos suyos de adopción por obra del Espíritu Santo y herederos de su eterna bienaventuranza. (Del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
Comentario:
Dios
es perfectamente feliz en sí mismo, no necesita de nada ni de nadie
para ser feliz. Él nos ha creado a cada uno de nosotros por puro amor y
con completa libertad, no por necesidad sino solo para que tengamos la
posibilidad de ir a gozar de Él en el Cielo.
Tenemos
que agradecer a Dios el habernos creado, porque en nuestro lugar
podrían existir millones de seres humanos, pero no, Él ha querido por
pura bondad suya crearnos a nosotros, sacarnos de la nada, de la
inexistencia, para darnos el ser.
Demos
gracias a Dios por existir, porque ya somos eternos y no moriremos más,
sino que nuestra alma existirá por toda la eternidad, en el Cielo si
cumplimos los Mandamientos, o en el Infierno si no los cumplimos.
Dios
quiere que seamos felices, y en el Cielo seremos felices para siempre
de un modo que no podemos ni siquiera imaginar. Pero antes tenemos que
pasar esta prueba que es la vida sobre la tierra, que es como una
antesala de la eternidad, y que no debemos vivirla como si fuera lo
único, sino aprovecharla para perfeccionarnos y ser santos, porque solo
tenemos esta vida para ello, y luego viene la muerte, el juicio y la
eternidad, dichosa para los buenos, y horrorosa para los malos.
Es
necesario que tengamos plena conciencia de que Dios nos ha creado, que
no somos fruto del azar, sino que Dios nos ha pensado desde toda
eternidad y somos importantes para Dios, aunque para el mundo seamos una
nada.
No
defraudemos a Dios, no lo desilusionemos obrando mal y siendo malos,
sino agradezcámosle el amor que nos tiene, tratando de ser lo más buenos
que podamos, porque amor con amor se paga.
Dice
el poeta: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Pero
sabemos muy bien que esto no es así, porque Alguien ha dicho: “Yo soy el
Camino”, y es Jesucristo, el Hijo de Dios, que nos ha dejado el ejemplo
y nos da la gracia para ayudarnos a recorrer el mismo camino que Él nos
trazó.
Pensemos
en el Cielo que nos espera para sobrellevar las penas y trabajos de
esta vida, sabiendo que Dios nos ama infinitamente y que nos ha creado
por amor y para que seamos felices con Él en el Paraíso.
Entonces
tengamos en claro que venimos de Dios, porque Él nos ha creado; y vamos
hacia Dios, porque Él nos juzgará y nos dará, ¡ojalá!, el Cielo
prometido, donde lo poseeremos para siempre.
¡Alabado sea Dios!
sábado, 19 de marzo de 2016
Naturaleza...
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