lunes, 2 de octubre de 2017

Vivian Hsu...


Misericordia...

Misericordia de Dios.

“Me queman las llamas de la Misericordia, deseo derramarlas sobre las almas, y las almas no quieren creer en mi bondad. Oh, qué dolor me dan cuando no quieren aceptarlas (...) Dile a la humanidad doliente que se abrace a mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz”. “La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia”.

"De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas".

“El alma que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos. El alma más feliz es la que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo la cuido”.

"Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión".

"Hija Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e invita a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido a ninguna".

domingo, 1 de octubre de 2017

Cuento...

Después de apagar las luces

Cuando una noticia nos llega de Estados Unidos, en seguida pensamos en vuelos espaciales, en computadores electrónicos, en avances tecnológicos, conflictos militares, índices de la bolsa neoyorquina, estrenos de películas, etc. Pero hay mucho más. Hasta hay la devoción a la Virgen y el rezo de su Rosario.

Desde Saint Paul, Minnesota, Estados Unidos, una señora cuenta así sus experiencias:

«Cuando era niña, nuestra familia vivía en una pequeña casa, donde la abuelita venía a visitarnos; solía estar dos o tres semanas, y nosotras nos disputábamos el privilegio de estar en su compañía. Por ser yo la mayor, conseguí dormir en una cama cerca de la suya.

Cada noche, después de apagar las luces y quedar todo en silencio, la oía cuchichear suavemente: estaba rezando. Parecía que no iba a acabar nunca y pronto me esforcé por entender lo que decía. Supe que rezaba el rosario, y de esta manera aprendí el Padrenuestro, el Avemaría y otras oraciones de su uso particular.

La abuelita era irlandesa, católica. Nuestra madre abandonó la religión al casarse con nuestro padre. Siempre hemos ido a escuelas no católicas; en casa no había religión, excepto la de nuestra abuelita, cuando nos visitaba.    

Me casé y no me acerqué más a la iglesia. Pero nueve años más tarde sentí la necesidad de una base espiritual. Acudí a la biblioteca, estudié varias religiones Y siempre por la noche recordaba los rezos de la abuelita. Leí libros sobre el Catolicismo, que daban respuestas a todas mis dudas. Encontré un sacerdote, me instruyó en lo necesario y recibí el Bautismo.

Yo rezaba por mi marido y por mis padres. Un año después de ser católica, mi esposo anunció que iba a prepararse para el Bautismo. Nuestra madre se reconcilió con la iglesia. Tuvimos un hijo y lo bautizamos según el rito católico. Mi cuñada y su esposo, al ver cuán felices éramos con nuestra nueva religión, se hicieron católicos, y mi marido y yo somos padrinos de sus tres hijos.

¡Todo debido al Rosario rezado en voz baja por una buena mujer!

sábado, 30 de septiembre de 2017

Se dice...

Vivir el Evangelio

Qué se dice.
Cuando uno oye lo que alguien dice, no debe guiarse por quién es el que lo dice, sino que más bien debe prestar atención a qué es lo que dice esa persona. Porque por ejemplo hoy en día hay teólogos, que supuestamente tienen mucho estudio, pero que no dicen la verdad, sino que mezclan la verdad con el error. En cambio cuántas personas sencillas y sin conocimientos teológicos, los aventajan en el camino de la Sabiduría, que gusta revelarse a los pequeños, y esquiva a los humanamente doctos.
El Evangelio es un claro ejemplo de ello, puesto que los pastores de Belén, aventajaron muchísimo a los fariseos, doctores y escribas, que no entraron ellos en el Reino, e impidieron que otros entraran.
Y Jesús mismo, a pesar de ser el Hijo de Dios, el Verbo encarnado, tuvo que padecer la desconfianza de los hombres y de sus mismos compatriotas, por el hecho de su origen humilde y por ser “galileo”, es decir, de una zona despreciada de Israel, y por ser “el hijo del carpintero”.
Si queremos vivir bien el Evangelio, debemos tener en cuenta estas cosas y no dejarnos llevar ni guiar por los títulos que tienen las personas, sino por lo que dicen, porque por las palabras y, sobre todo, por las obras, es como se conoce a los hombres, puesto que Jesús nos ha enseñado a reconocer al árbol por sus frutos.
Hay que quedarse con lo bueno, lo diga quien lo diga; y hay que evitar y descartar lo malo, lo diga también quien lo diga.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Mensajes...

Mensaje sobre la reparación

Mensajes de María del Rosario de San Nicolás:
Tiempo de reparación.
4-3-87 1116
Gladys: Este tiempo, es tiempo de dolor, tiempo de reflexión, tiempo de amor.
En estos días, el cristiano debe creer y crecer en la Palabra de Dios, debe vivir intensa y eficazmente la Palabra, debe también disponerse a ofrecer penitencia y reparación.
Hoy los hijos son llamados por la Madre, a sentir plenamente la oración y a ofrecer la oración.
Jesús, amor misericordioso, esperanza de la humanidad, vela por la humanidad.
Glorificado sea el Señor.
Hazlo conocer.
Comentario:
Si bien este mensaje fue dado en tiempo de cuaresma, se puede decir que en todo tiempo es válido rezar y hacer reparación, porque la vida del hombre sobre la tierra es como un largo tiempo de cuaresma, como una estadía en el desierto, hasta llegar a la tierra prometida.
Sin penitencia no tenemos salvación. Ya lo ha dicho el mismo Señor, cuando en el Evangelio les dijo a las gentes: “Si no hiciereis penitencia, todos pereceréis”. Hoy Jesús nos vuelve a decir lo mismo a nosotros, que tanto buscamos el placer y huimos del dolor redentor.
Si Jesucristo salvó al mundo con la Cruz y el sufrimiento, nosotros, que somos cristianos, es decir, seguidores e imitadores de Cristo, también tenemos que pasar por lo mismo que Él pasó, para ser útiles a Dios y salvar almas, primero la nuestra y luego las de muchos hermanos nuestros.
Nadie quiere sufrir. Pero cuando uno comprende que solo con el dolor y la oración se salvan almas; cuando uno entiende que los parientes y amigos más amados, que se encuentran lejos de Dios, los podemos acercar y salvar con nuestro sufrimiento ofrecido por amor, entonces se abre un nuevo panorama a nuestra vida y ya no maldecimos el dolor, sino que lo aceptamos con resignación cristiana, y hasta con alegría, porque sabemos que por medio del dolor, ayudamos al Señor a salvar almas, en primer lugar las de nuestros seres más queridos.
 
 

jueves, 28 de septiembre de 2017

Vivir...

Vivir el Evangelio

Qué se dice.
Cuando uno oye lo que alguien dice, no debe guiarse por quién es el que lo dice, sino que más bien debe prestar atención a qué es lo que dice esa persona. Porque por ejemplo hoy en día hay teólogos, que supuestamente tienen mucho estudio, pero que no dicen la verdad, sino que mezclan la verdad con el error. En cambio cuántas personas sencillas y sin conocimientos teológicos, los aventajan en el camino de la Sabiduría, que gusta revelarse a los pequeños, y esquiva a los humanamente doctos.
El Evangelio es un claro ejemplo de ello, puesto que los pastores de Belén, aventajaron muchísimo a los fariseos, doctores y escribas, que no entraron ellos en el Reino, e impidieron que otros entraran.
Y Jesús mismo, a pesar de ser el Hijo de Dios, el Verbo encarnado, tuvo que padecer la desconfianza de los hombres y de sus mismos compatriotas, por el hecho de su origen humilde y por ser “galileo”, es decir, de una zona despreciada de Israel, y por ser “el hijo del carpintero”.
Si queremos vivir bien el Evangelio, debemos tener en cuenta estas cosas y no dejarnos llevar ni guiar por los títulos que tienen las personas, sino por lo que dicen, porque por las palabras y, sobre todo, por las obras, es como se conoce a los hombres, puesto que Jesús nos ha enseñado a reconocer al árbol por sus frutos.
Hay que quedarse con lo bueno, lo diga quien lo diga; y hay que evitar y descartar lo malo, lo diga también quien lo diga.
 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Mensajes...


LAS APARICIONES DEL ÁNGEL DE LA PAZ

Primera Aparición del Ángel

No recuerdo exactamente los datos, puesto que en aquel tiempo no sabía nada de años, ni de meses, ni tampoco de los días de la semana. Me parece que debe haber sido en la primavera de 1916 que nos apareció el Ángel por primera vez en nuestro “Loca de Cabeco".
Como ya he escrito en el relato sobre Jacinta, subimos con el ganado al cerro arriba en busca de abrigo, y después de haber tomado nuestro bocadillo y dicho nuestras oraciones, vimos a cierta distancia, sobre la cúspide de los árboles, dirigiéndose hacia el saliente, una luz más blanca que la nieve, distinguiéndose la forma de un joven transparente y más brillante que el cristal traspasado por los rayos del sol. Al acercarse más pudimos discernir y distinguir los rasgos. Estábamos sorprendidos y asombrados.
Al llegar junto a nosotros dijo:
–No temáis. Soy el Ángel de la Paz. ¡Orad conmigo!
Y arrodillado en tierra inclinó la frente hasta el suelo, e imitamos llevados por un movimiento sobrenatural y repetimos las palabras que le oímos decir:
–Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
Después de repetir esto tres veces se levantó y dijo:
–Orad así. Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas.
Y desapareció.