jueves, 24 de mayo de 2018
martes, 22 de mayo de 2018
Catecismo...
Repasando el Catecismo
14. ¿Qué relación existe entre Tradición y Sagrada Escritura?
80-82
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La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y
compenetradas entre sí. En efecto, ambas hacen presente y fecundo en la
Iglesia el Misterio de Cristo, y surgen de la misma fuente divina:
constituyen un solo sagrado depósito de la fe, del cual la Iglesia saca
su propia certeza sobre todas las cosas reveladas.
(Del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
Comentario:
Por eso es un error de los Protestantes el basarse solo en lo que dice
la Biblia y nada más, y además, en lo que ella dice pero tomado según
cada uno lo entiende, y no según lo entiende e interpreta la Iglesia
Católica.
Entonces cuando los evangélicos u otras sectas vienen a nuestra puerta
con la Biblia en la mano y tratan de convencernos de que estamos en el
error, nosotros debemos recordar que nuestra fe católica no solo se basa
en la Biblia sino también en la Tradición; y que no todo lo que creemos
está contenido en la Biblia.
Es bueno que tengamos esto presente porque los enemigos de Dios son muy
astutos y si nos encuentran desprevenidos nos pueden confundir. Por eso
es necesario que nos formemos para saber defendernos de los lobos con
piel de ovejas que hay en el mundo y que quieren arrebatarnos la fe
católica.
¡Alabado sea Dios!
lunes, 21 de mayo de 2018
Formación...
Formación católica
La añadidura.
El Señor ya nos ha dicho que primero busquemos el Reino de Dios y su justicia, y que todo lo demás se nos dará por añadidura.
Por eso el católico bien formado no es un ser que piense solamente en el
Cielo y se desentienda del orden temporal, sino que pensando en el
Cielo y trabajando por la salvación de las almas, también interviene en
la vida social y temporal del mundo, para hacer de ella una antesala del
Paraíso.
Así que un católico es el mejor hombre para todas las cosas, tanto para
lo sobrenatural, como para lo terrenal, porque entiende bien que ambos
estados se complementan y trabajar por lo material y temporal, ayuda a
alcanzar los bienes espirituales.
Porque Cristo debe reinar también en las sociedades y en todas las
actividades de los católicos. ¡Ay del católico que es católico sólo en
su vida privada, pero que en la vida pública piensa y actúa como un
pagano!
Claro que debemos saber que si en este mundo queremos ser fieles a
Cristo en todo, tendremos enemigos y persecuciones, porque el mundo es
de Satanás y él no quiere que Cristo reine en la tierra, y por eso
suscitará toda clase de contratiempos y adversidades contra nosotros.
Pero ¡qué más da! ¿No ha dicho Cristo que quien quiera salvar su vida en
este mundo, perderá la vida eterna? ¿Y qué esperamos para lanzarnos a
la batalla, sin respetos humanos y diciendo la verdad a todos y en todas
partes?
domingo, 20 de mayo de 2018
Partículas...
Partículas de Evangelio
Maldad de Herodes.
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". (Mt 2,13).
Comentario:
Herodes va a buscar al Niño para matarlo porque pensaba que este Niño le quitaría su reino de las manos y él quería conservar el poder. Pero Jesús no es un rey de la tierra, no domina por la fuerza sino que es Rey de los corazones y de las almas y no aspira a las glorias de la tierra, pues su gloria es celestial e infinitamente superior a las glorias terrenas. Pero Herodes está cegado por su ambición y tiene miedo, y como está en poder de Satanás, buscará al Niño Jesús para matarlo, pues Satanás es homicida desde el principio, como lo dice Nuestro Señor en el Evangelio.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.
sábado, 19 de mayo de 2018
Cuentos...
El caleidoscopio
Existía un hombre que a causa de una guerra en la que había combatido de joven, había perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacarse como un estupendo artesano. Sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el mínimo sustento.
Cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle con sus propias manos un hermoso caleidoscopio como alguno que él pudo poseer en su niñez. Por las noches, fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de espejos, vidrios, metales.
En la cena de Nochebuena pudo, finalmente imaginar a partir de la voz del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción que aquella increíble Navidad le había traído de las manos rugosas de su padre ciego.
Durante los días y las noches siguientes el niño fue a todo sitio portando el preciado regalo, y con él regresó a sus clases en la escuela del pueblo. En el receso entre clase y clase, el niño exhibió y compartió lleno de orgullo su juguete con sus compañeros que se mostraban fascinados con aquella maravilla.
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó con mucha intriga: "Oye, qué maravilloso caleidoscopio te han regalado...¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo..."
Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá"
A lo que el otro pequeño replicó con cierto tono incrédulo: "¿Tu padre?...imposible...¡si tu padre es ciego!"
Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como sólo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó: "Sí... mi papá es ciego ... pero de los ojos... solamente de los ojos..."
El amor solo se puede ver con el corazón... "Lo esencial es invisible a los ojos."
Existía un hombre que a causa de una guerra en la que había combatido de joven, había perdido la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con sus manos, lo que le permitió destacarse como un estupendo artesano. Sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el mínimo sustento.
Cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle con sus propias manos un hermoso caleidoscopio como alguno que él pudo poseer en su niñez. Por las noches, fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de espejos, vidrios, metales.
En la cena de Nochebuena pudo, finalmente imaginar a partir de la voz del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción que aquella increíble Navidad le había traído de las manos rugosas de su padre ciego.
Durante los días y las noches siguientes el niño fue a todo sitio portando el preciado regalo, y con él regresó a sus clases en la escuela del pueblo. En el receso entre clase y clase, el niño exhibió y compartió lleno de orgullo su juguete con sus compañeros que se mostraban fascinados con aquella maravilla.
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó con mucha intriga: "Oye, qué maravilloso caleidoscopio te han regalado...¿dónde te lo compraron?, no he visto jamás nada igual en el pueblo..."
Y el niño, orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá"
A lo que el otro pequeño replicó con cierto tono incrédulo: "¿Tu padre?...imposible...¡si tu padre es ciego!"
Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero, y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como sólo un portador de verdades absolutas puede hacerlo, y le contestó: "Sí... mi papá es ciego ... pero de los ojos... solamente de los ojos..."
El amor solo se puede ver con el corazón... "Lo esencial es invisible a los ojos."
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